Foramen M. Ballet estrenó su espectáculo, que integra baile y teatro
''Vivimos el presente para reivindicar el triunfo de la pasión'': Marcos Ariel Rossi
Este viernes se estrenó el espectáculo de danza contemporánea y teatro Imaginar-io (El amanecer de la rosa), basado en tres premisas: ''Una vida se cumple en siete vidas", ''Imaginar es el triunfo de la pasión, soñar, el triunfo del amor", y ''Nada existe más de lo que puedas imaginar".
La obra, que se presentará este y el siguiente fin de semana en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, es una puesta de la compañía Foramen M. Ballet, bajo la dirección y coreografía de Marcos Ariel Rossi.
Italiano-argentino formado en México con maestros como Gladiola Orozco y Michael Descombey, y en Europa por Maurice Béjart, Rossi comenta en entrevista acerca de la tercera premisa: ''Desde que un sueño toca mi mente comienza a vivir dentro de mí".
Y abunda: ''Para bailar la vida y vivir la danza, hace falta la realización de ese sueño. En la obra hay una frase que dice: los sueños son muy peligrosos, porque se cumplen. Eso es no sólo porque a veces los realizamos, sino porque el sueño se cumple en el sueño mismo".
Imaginar-io (El amanecer de la rosa) es una puesta con siete capítulos que corresponden a cada una de las siete vidas ahí planteadas, aunque en realidad se trata de la historia de Save, personaje que se vuelve inmortal a partir de una tragedia de amor ocurrida el 14 de febrero de 1401.
Save decide ir en busca de su amada a través del tiempo, proyectándose hacia el infinito hasta que ella lo reconoce mediante los signos trazados. En 1999 la historia cierra su círculo y termina cuatro minutos antes de su comienzo.
''Los personajes se encuentran con que los signos son los mismos en esas vidas, como cuando preguntan: '¿Me quieres?', no tanto para saber si los quieren, sino para escuchar que les digan 'sí'. En cada vida los personajes se encuentran en lo mismo, en el mismo círculo."
Para Rossi, esos personajes ambicionan poder y los signos correspondientes al mismo. ''Están atados o reprimidos por signos de soledad, de desesperación. En Imaginar-io hay signos de poder, amor, soledad, sueños. El sueño está ligado a luchar contra molinos de viento cada día. A pesar de todo, seguimos, vivimos el presente para reivindicar el triunfo de la pasión".
Reconoce que éste ha sido un montaje difícil por el manejo de elementos, como un circuito cerrado de televisión observante e intrusivo, o de espejos que reflejan la privacidad e intimidad del individuo.
Búsqueda de lo humano
Del agregado de dramaturgia a la coreografía, Rossi comenta: ''Al usar multimedia y palabra viva se rompe con la imagen corporal que busca traducirse en palabras. La palabra es concreta, y aún en metáforas dice algo muy directo de lo que es y está".
Y reconoce sobre los retos de esta obra: ''Me metí en un territorio teatral difícil, complejo. No doy concesiones. Es un poco la ética y la ideología de Foramen, en este momento en que faltan compañías jóvenes, sólidas y con la mística del sueño, de llevar a cabo el sueño.
''Imaginar-io es el imaginar de cada uno, de cada yo, de cada ser que se encuentra en la realización de su propio sueño. Es un trabajo que lleva dos años de proceso, el cual ha pasado por lecturas como El eterno retorno de lo idéntico, de Nietzsche; Ser y tiempo, de Heidegger; El inmortal, de Borges; El espectáculo invisible, de Luis de Tavira, o lecturas de semiótica."
Rossi comparte su visión coreográfica. ''Siendo la danza un lenguaje casi absolutamente abstracto, nos hace bailar de otra manera cuando advertimos que nuestro potencial físico también es un lenguaje enorme, en el cual mente, cuerpo y alma están bajo un contenido. Busco que la danza no sea nada más un movimiento gracioso y estético, sino que entre en una búsqueda del ser humano".