Los comicios de 2006 no preocupan al FMI: Rodlauer
México, ante la oportunidad de mostrar la democracia en acción
Para el Fondo Monetario Internacional (FMI) las próximas elecciones de México, más que una preocupación son una nueva oportunidad para que la región de América Latina dé una muestra de la democracia en acción, señaló Markus Rodlauer, asesor del organismo, durante su participación en el Foro Global Alimentario.
Aseveró que el país requiere, además de las reformas tributaria y del régimen de pensiones, así como la creación de un marco de más largo plazo para la gestión de la política fiscal, otras "tres prioridades" para consolidar "la reforma estructural": mejorar el ambiente de negocios; despejar obstáculos regulatorios y de otra índole que impiden constituir nuevas empresas, y hacer cambios al mercado laboral y al sector energético. Todo esto, dijo, permitirá atraer más inversiones.
Durante el foro organizado por el Consejo Nacional Agropecuario, consideró que el "extraordinario" repunte de la región el año pasado, en comparación con otros países en desarrollo y otras regiones de mercados emergentes, "es algo deslucido y tal vez hasta desalentador".
Acerca de las perspectivas económicas mundiales para 2005, dijo que se prevé una desaceleración en la medida que se reduzca la brecha de producción y se retire el estímulo de la política económica, pero aun así se espera un crecimiento de 4.5 por ciento.
Agregó que se mantiene la incertidumbre por los precios del petróleo, el rápido aumento de las tasas de interés, así como por la divergencia cada vez mayor del desempeño económico de las distintas regiones, que ha ampliado aún más los desequilibrios mundiales, situación que plantea la amenaza "de un ajuste desordenado que podría provocar una fuerte pérdida de producción y empleo, y turbulencia financiera en todo el mundo".
Aseguró que México "está cosechando los frutos", ya que ha formulado con éxito una estrategia de metas explícitas de inflación, que complementa su régimen de tipo de cambio flotante. Sostuvo que "el gobierno -favorecido por la firmeza de los precios de las exportaciones de crudo- pudo reducir en cierta medida el déficit fiscal y la deuda pública, sobre todo el año pasado. Esto se logró pese a que se destinó una mayor cantidad de recursos a la inversión pública", señaló.