En diciembre de 2000 la tasa de desocupación abierta era de 2.28 por ciento
Subió 4.20% el desempleo en abril; el más alto en ocho meses
La caída en el crecimiento económico anticipa menor generación de puestos de trabajo
Según registros del IMSS en lo que va del sexenio se perdieron 145 mil 210 plazas formales
En sentido inverso a todos los pronósticos oficiales, el desempleo aumentó en abril al nivel más elevado en ocho meses y se colocó en el segundo punto más alto en el transcurso de la actual administración, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
El reporte fue divulgado en momentos en que la mayoría de analistas ve con cautela la expectativa de crecimiento de la economía, que perdió impulso en el primer trimestre del año. Un menor desempeño del previsto en el aparato productivo anticipa una menor generación de empleos formales, uno de los renglones en que ha sido más evidente el fracaso de los planes gubernamentales.
En un reporte, el INEGI dio cuenta de que el desempleo abierto afectó a 4.20 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en abril pasado, la segunda tasa más alta desde el inicio de la actual administración federal después de la registrada en agosto de 2004, que fue de 4.35 por ciento. En diciembre de 2000, al inicio del actual gobierno, la tasa de desempleo abierta (TDA) era de 2.28 por ciento.
Los datos ofrecidos este viernes por el INEGI revelaron que el número de mexicanos en situación de desempleo total se ha duplicado en el transcurso del actual gobierno.
En enero de 2001, con una PEA de 41 millones de personas, una tasa de desempleo abierto de 2.28 por ciento implicó que se encontraban en una situación de desocupación total 934 mil 800 personas. En abril de 2004, cuando la PEA se ubica en 43 millones de personas, la TDA de 4.20 por ciento, como la registrada el mes pasado, representa que un millón 806 mil personas no cuentan con ningún tipo de ocupación.
La agudización del desempleo abierto en México, país donde las mediciones oficiales son bastante complacientes y mucho menos estrictas que las prevalecientes en países desarrollados, ha sido una constante en los cuatro años y medio transcurridos desde el inicio del gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, quien hizo campaña electoral con la promesa de generar un millón 300 mil nuevos empleos formales cada año.
Durante esa campaña, en ningún momento habló de la necesidad de privatizar el sector energético, aumentar los impuestos a los contribuyentes cautivos y flexibilizar las condiciones laborales como condición necesaria para cumplir las promesas de generación de empleo.
Otra de las mediciones que existe sobre el empleo formal en el país es el registro de trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Según los datos del IMSS, el número de personas con empleo fijo en el país disminuyó de 11 millones 26 mil 370 en diciembre de 2000 a 10 millones 881 mil 160 en marzo -última información disponible en la página de internet de la Secretaría del Trabajo. Esta variación en las cifras representa que en el gobierno actual se perdieron 145 mil 210 empleos formales netos, mientras que en el periodo se incorporaron a la población económicamente activa al menos 5.5 millones de jóvenes.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo Urbano, que el INEGI recaba en 32 de las principales ciudades del país, y cuyo resultado arrojó que 4.20 por ciento de la PEA se encontró en abril en una situación de desempleo abierto, las condiciones del mercado laboral se han deteriorado de manera continua en los últimos meses.
Así, en enero de este año la TDA fue de 3.75 por ciento de la población económicamente activa; un mes después aumentó a 3.93 por ciento y siguió creciendo en marzo, mes en que alcanzó 3.95 por ciento, para repuntar nuevamente en abril a 4.20 por ciento.
Especialistas económicos han ajustado a la baja el pronóstico sobre generación de empleo formal para este año, en la misma medida en que ha disminuido la expectativa sobre el desempeño de la economía, de acuerdo con los resultados de la encuesta mensual que levanta el Banco de México entre analistas financieros y económicos del sector privado nacional y extranjero.
En la encuesta correspondiente a diciembre de 2004, los especialistas estimaron que en 2005 serían generados 460 mil empleos formales. Pero, en la muestra correspondiente a abril, la más reciente publicada por el banco central, estimaron que sólo se crearían 427 mil plazas formales en este año.
Aun si se cumpliera el pronóstico más optimista, se trata de una cantidad de plazas formales que apenas cubre a una tercera parte de la población que se incorpora cada año al mercado de trabajo.
La precaria condición del empleo en los últimos meses no es sino la expresión más actual de una situación que ha prevalecido en el país por un espacio de tiempo más amplio.
Pérdida de 69.8% del poder adquisitivo del salario
Según José Luis Calva, coordinador del departamento de análisis macroeconómicos prospectivos y de coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, desde que la política económica vigente en este sexenio comenzó a aplicarse en México hace dos décadas los salarios mínimos han perdido 69.8 por ciento de su poder de compra.
En contraste, añadió, durante los años anteriores a la aplicación de la actual política económica, esto es, entre 1935 y 1982, el poder adquisitivo de los salarios mínimos se incrementó 96.9 por ciento.