ITACATE
Bodas y fiestas
DE ENTRE LOS guisos que se comen en Yatzachi el Bajo, Oaxaca, se puede mencionar el amarillito; el favorito de la abuelita de Lydia León, originaria de este lugar, era el de flor de frijol. El amarillito de pescado es una comida ritual. Lo prepara la familia en conjunto cuando se estrena una casa. En señal de reciprocidad, se deposita este mole en cada una de las cuatro esquinas para agradecer y buscar protección.
EL MOLE ROJO se ofrece en las bodas. Lleva una mezcla de chiles secos: mulato, ancho, pasilla y arrugado (que es regional); se le agrega cebolla y ajo asados, y ajonjolí tostado, entre otras cosas. Se sirve con guajolote o puerco.
PARA HACER LAS patitas de puerco con frijol, éstas se abren por la mitad y se ponen a secar al sol por uno o dos días. Se cuecen con frijol y con maíz tostado en el comal y martajado en el metate; se condimenta con hojitas de aguacate.
EN ESTA REGION se consumen tres clases de maíz: el moradito y el amarillo de grano grande sirven para hacer tortillas; el blanco se utiliza para elaborar tamales y atole. Las tortillas son grandes. Se forman con la base de la mano, sobre una hoja de plátano tatemada; desde ahí se extienden en el comal de barro que cubren casi por completo. Para llevarlas a la mesa se ponen en una canasta de carrizo con su servilleta bordada o en un calabazo térmico.
UNA SEMANA ANTES de carnaval, se celebra la fiesta patronal dedicada a San Baltasar. El mayordomo dona una o dos reses para hacer un exquisito caldo de res con verduras y cilantro del que participará todo el pueblo, además de los invitados y visitantes. El 16 de septiembre es otra fiesta muy importante; desfilan los niños de las escuelas y también se ofrece caldo de res.
PARA LOS DIAS de Muertos no hay ofrenda. Las familias se reúnen en torno al infaltable chocolate con pan en forma humana; lleva huevo, manteca, azúcar y anís. Pocas familias lo hacen en casa. Se acude al panteón que antes se habrá limpiado; se colocan ceras y flores sobre las tumbas, pero no se vela.
LA NOCHEBUENA NO se celebra en casa, sino en el atrio de los templos católico y protestante; ahí comen juntos chocolate y pan. Los seguidores de ambas religiones conviven en armonía. No hay ni pastor ni sacerdotes; la identidad comunitaria se antepone a las normas religiosas.
LA FORTALEZA DE esta comunidad zapoteca se basa en que conservan el tequio y la gozona o mano vuelta. La mayoría de los pobladores originarios de Yatzachi reside ahora el Los Angeles, en la ciudad de Oaxaca y en el Distrito Federal; sin embargo, envían sus colaboraciones económicas y cumplen con sus cargos para conservar vivas sus fiestas y tradiciones. Cada quien, de acuerdo con sus propios calendarios, regresa al pueblo anualmente con sus familias.
SU SUEÑO ES regresar algún día para quedarse ahí, lo que a veces se complica, pues los hijos ya no tienen el mismo arraigo.