Emilio Lledó dictó una conferencia magistral y recibió la Presea Cervantina
De las mujeres que figuran en Don Quijote, sobresale ''la expresión del feminismo de la pastora Marcela''
Guanajuato, Gto., 23 de mayo. La conferencia magistral titulada Elegir a Dulcinea, impartida por el investigador y docente español Emilio Lledó, marcó el comienzo del Coloquio Cervantino Internacional, cuya versión 16 está dedicada a los cuatro siglos de la aparición de El Quijote de la Mancha.
En el encuentro participan, del 23 al 28 de mayo, más de 30 especialistas en la célebre novela de Miguel de Cervantes.
El especialista reflexionó sobre las ''dobles historias amorosas" que Cervantes narra en su singular obra, en particular la figura de la pastora Marcela, ''expresión del feminismo, que rompe los esquemas tradicionales con los que se presenta a la mujer de aquel entonces".
Las mujeres que aparecen en El Quijote, explicó Emilio Lledó, suelen emparejarse con hombres que, trágica o inclusive cómicamente, se enlazan con ellas. Se establecen vínculos de amistad, amor, simpatía, engaño, aversión, también de muerte.
Así se tienen, por ejemplo, las relaciones entre Luscinda y Cardenio, Fernando y Dorotea, Camila (Leonela) y Anselmo, Leandra y Eugenio, Clara de Viedna y don Luis, Zoraida y el cautivo, Sancho y Teresa y, claro está, la pareja más ''emblemática y misteriosa", Dulcinea y Don Quijote.
Sin embargo, entre esas relaciones también se encuentra la de la pastora Marcela y Grisóstomo, cuya historia se extiende por los capítulos XII, XIII y XIV de la novela.
El privilegio de la soledad
Durante más de una hora, Lledó constrastó la figura de dichas mujeres y la de Dulcinea con la de Marcela.
La doncella del Toboso ''es sobre todo una mirada, inventada en la imaginación del ingenioso caballero de la triste figura, cuyo amor se reviste de imposibilidad, porque jamás podrá alcanzar el territorio de la existencia".
En cambio, la bella Marcela es ''una amada que elige no amar, que pone por encima de cualquier relación el privilegio de su soledad. Esta mujer es una prodigiosa excepción dentro de esa larga lista de damas seducidas o recluidas en un convento".
Su actitud y discurso, destacó Lledó, ''es, tal vez, una de las más claras manifestaciones del feminismo en toda la literatura española. Ella no quiere vivir desde la elección que puede hacer un hombre de ella. Esa libertad se funda en la búsqueda de la propia identidad".
Luego de su conferencia, Lledó recibió la Presea Cervantina. Asimismo se canceló un timbre postal conmemorativo por el cuarto centenario de Don Quijote.