Dio inicio el Parlamento de los Niños en la Cámara de Diputados

México, reprobado en el cumplimiento de los derechos de la infancia: Unicef

ENRIQUE MENDEZ

El Parlamento de los Niños se instaló ayer en la Cámara de Diputados con cifras poco alentadoras sobre el respeto a sus derechos y la atención educativa y económica que brinda el gobierno federal a este sector de la población. En la sesión inaugural, la representante en México del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Yoriko Yasukawa, refirió que México obtuvo 5.7 puntos -de 10 posibles- en el índice desarrollado por el organismo para medir el grado de cumplimiento de los derechos de la infancia.

La funcionaria de la ONU pidió a los 300 menores reunidos en San Lázaro aprovechar la oportunidad de debatir sus ideas, sobre todo porque la mayoría de sus compañeros de clase u otros niños mexicanos "no tienen la posibilidad de participar en este tipo de foros y probablemente nunca la tendrán por ser los más pobres y excluidos del país".

Dijo que si bien en México casi todos los niños asisten a la escuela -a diferencia de hace medio siglo, cuando sólo cuatro de cada 10 tenían esa oportunidad-, son precisamente los más pobres quienes no pueden educarse.

"A pesar de ese gran avance, el censo de hace cinco años nos dice que todavía hay más de 2 millones de niños y niñas que no van a la escuela. Son muchos. Más de seis de cada 10 niños son pobres, y por ser pobres viven con dificultades para completar sus necesidades de educación, alimentación y salud, y más de 3 millones de niños y niñas tienen que trabajar.

"Hace poco tiempo, Unicef y otros grupos de ciudadanos mexicanos publicó un índice que mide el grado de cumplimiento de los derechos de los niños", y el resultado es que casi la mitad de los infantes de hasta cinco años no tienen garantizados sus derechos.

Ante ese escenario, pidió a los pequeños debatir durante la semana -la discusión inicia hoy- propuestas que permitan lograr una vida digna para la población infantil.

"Básicamente estamos pidiéndoles, y es un poco penoso decirlo, que sean ambiciosos para que sean mejores que nosotros, los adultos de esta generación y anteriores, que les estamos dejando un mundo con muchas carencias e injusticias", dijo.

Los 300 niños fueron seleccionados en un proceso realizado en más de 10 mil escuelas, en reconocimiento a su valía intelectual y a las propuestas que presentaron a sus compañeros. No obstante, las diferencias económicas de las que habló Yoriko Yasukawa se reflejaron en la propia condición de los niños electos.

La presidenta de la Comisión Especial de la Niñez, Angélica de la Peña, explicó que la Cámara de Diputados debió "tomar medidas para que no se notase la diferencia económica entre niños de un estado, de una escuela privada o una pública o del Consejo Nacional de Fomento Educativo".

En la organización, alimentación, transporte y apoyo a menores, la cámara erogará 4.5 millones de pesos. La legisladora del PRD comentó que San Lázaro asumió la responsabilidad de generar condiciones para que los niños se sientan "a gusto y no sientan prejuicios", y atribuyó la situación de la niñez mexicana -reflejada en el parlamento- a "una política económica que no le ha servido al país. Esa es la verdad y al presidente Vicente Fox ya se le fue el tiempo".

Por su parte, el presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, abundó en los problemas expresados por los pequeños, que serán debatidos durante la semana, y que tienen relación con el medio ambiente, el derecho a una vivienda digna, el respeto a los derechos humanos y el maltrato infantil.

"Maltrato -dijo Ugalde- que luego se convierte en violencia familiar y luego en violencia en el país."

Durante la sesión de ayer en el salón de plenos de San Lázaro, el diputado de Convergencia, Miguel Moreno Garavilla, se encargó de reforzar ante los infantes el peso republicano que tiene el recinto legislativo y los símbolos patrios, además de mencionar que la bandera -de la cual hay dos piezas en el muro principal- sólo tiene tres colores.

El año pasado, desde la tribuna, el presidente de la mesa directiva, el panista Juan de Dios Castro, se había encargado de confundir a otro grupo de niños, diciéndoles que además del verde, blanco y rojo, la enseña nacional incluía el azul.