No les pagan y además les cobran por comida y alojamiento, según madres duranguenses
Denuncian explotación de jóvenes contratados para pizcar uva en Sonora
Se interpuso una queja ante la CEDH por la desaparición de una jornalera, afirman
Ampliar la imagen El obispo de Saltillo, Ra�ra L�, manifest�spaldo a trabajadores de la empresa Torres Mexicanas, ubicada en Ciudad Frontera, Coahuila. Imagen de archivo FOTO Marco Pel�
Durango, Dgo., 23 de mayo. Jóvenes duranguenses que laboran en Sonora en la pizca de uva son explotados en el rancho El Vergelito, debido a lo cual algunos se han puesto en huelga de hambre y otros han huido del lugar, entre ellos una mujer que se encuentra desaparecida, denunciaron las madres de esos trabajadores ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
"A los muchacho se los llevaron el 8 de mayo con la promesa de pagarles mil 500 pesos semanales a cada uno, con el ofrecimiento de que las comidas estaban incluidas, al igual que el hospedaje; pero ahora resulta que les cobran 60 pesos por cada alimento que toman, así como el alojamiento en el mismo rancho", señaló una de las progenitoras, quien por temor a posibles represalias contra su hijo pidió el anonimato.
Aparte de cobrarles las comidas, cada semana les descuentan dinero por concepto de "gastos de transporte" de Durango hasta Hermosillo, Sonora, donde se encuentra el rancho, además de que reciben malos tratos de sus patrones.
"Nosotros supimos de esto porque hace una semana algunos de los que trabajaban ahí se escaparon y sin dinero emprendieron el viaje de regreso. Uno de ellos llegó el fin de semana y nos comentó cómo estaba la situación; inclusive nos habló de una mujer que se escapó y venía a Durango, pero se encuentra desaparecida", señaló otra madre de familia.
La jornalera se llama Patricia Cabrales y fue vista por última vez en Obregón, Sonora, tratando de juntar dinero para su camión de regreso, se conoció.
"Otra mujer, de nombre Inés, se escapó del rancho el domingo pasado sólo para hablar por teléfono y lo único que nos pudo decir es que los tratan mal, que hay jóvenes que se han enfermado y aun así los obligan a trabajar, por lo que varios pizcadores se han puesto en huelga de hambre, entre ellos algunos de Durango", agregaron.
Por tal motivo, pidieron ayuda a la CEDH para mandar a alguna autoridad a recogerlos y sacarlos de ese lugar al que llegaron con la ilusión de trabajar y ganar un dinero.
Desafortunadamente, comentó una de las quejosas, sus hijos tienen un contrato firmado, aunque desconoció por cuánto tiempo, por lo que acudieron a esta dependencia para presentar su denuncia y solicitar asesoría legal para recuperarlos.
No descartaron acudir al gobierno del estado para solicitar al mandatario estatal, Ismael Hernández Deras, respaldo para rescatar a los jóvenes que se encuentran en el rancho El Vergelito, adonde en esta temporada llegan cientos de trabajadores de varios entidades para laborar en la pizca de la uva.