El presidente afgano, "triste" por torturas a detenidos
Las tropas de EU continuarán en Afganistán: jefe de la Casa Blanca
Washington, 23 de mayo. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, señaló este lunes que las tropas de su país permanecerán en Afganistán, a pesar de las renovadas denuncias de abusos cometidos por efectivos estadunidense contra presos de esa nación, mientras el presidente afgano, Hamid Karzai, afirmó que las torturas "lo dejan muy triste" pero "no representan al conjunto de estadunidenses".
Durante un encuentro entre Bush y Karzai en la Casa Blanca, el presidente estadunidense indicó que Washington no permitirá presiones para que repatrie antes de tiempo a todos los afganos detenidos en la prisión de la base naval de Guantánamo, Cuba, desde finales de 2001.
El jefe de la Casa Blanca afirmó que Washington y Kabul podrían "cooperar y consultar" sobre operaciones en Afganistán, donde los estadunidenses buscan desde 2001 a Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda.
Por su parte, Karzai expresó a Bush su "tristeza" por las torturas contra detenidos afganos, algunas hasta la muerte, como fue el caso de dos presos en Bagram en 2002, infligidas por soldados estadunidenses, pero expresó que "eso no representa al conjunto de estadunidenses".
Al mismo tiempo, restó importancia a los disturbios que se produjeron en su país a principios de mes, en los que murieron 14 personas y 120 resultaron heridas en cuatro días de protestas, después de que la revista Newsweek publicó que soldados de Estados Unidos en Guantánamo profanaron el Corán, pero posteriormente se retractó por presiones del gobierno estadunidense.
Por lo pronto, Bush y Karzai suscribieron una "alianza estratégica" que le asegura a Washington una extensa participación en asuntos de seguridad en Afganistán, además de su reconstrucción.
A todo esto, remanentes del derrocado régimen talibán se atribuyeron este lunes el asesinato de tres personas, dos de ellas fueron decapitadas, en la provincia de Paktika, al sur de Afganistán. Asimismo, las fuerzas de la coalición militar encabezadas por Estados Unidos ultimaron a dos supuestos talibanes al sur del país.