Limitada política de fomento turístico
El mercado debe definir el proyecto Escalera Náutica para evitar inversiones que a la larga se conviertan en "elefantes blancos", además de que no está basado en un "modelo de desarrollo regional sustentable", por lo que antes de avanzar debe haber un ordenamiento ecológico del territorio que involucre a los pobladores para que lo hagan suyo.
Esto lo advierte el investigador Boris Graizbord en el estudio Bases para el ordenamiento ecológico de la región de escalera náutica, elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y El Colegio de México.
En el documento señala que es necesario tomar en consideración los múltiples actores e intereses para no hacer un proyecto exclusivo y excluyente, que beneficie a unos cuantos, como ha ocurrido históricamente con otros programas, planes y proyectos que se gestan en el ámbito de la administración pública federal.
La mayor crítica es que "una de las grandes limitaciones que en México han tenido las acciones de desarrollo que promovió el Estado durante tres décadas, por conducto de Fonatur, el denominado modelo inmobiliario, fue la falta de una visión amplia del contexto regional.
"Basta recordar los problemas de la costa del Pacífico: Huatulco, un destino turístico en una región de grandes contrastes, lo mismo que Ixtapa, donde la pobreza ha cercado y limitado al desarrollo turístico... En ocasiones parece que la política de fomento turístico se limita a la venta de lotes, terrenos y la construcción de hoteles, condominios y vivienda."
En cuanto a las cifras de Fonatur, los especialistas dicen que "parece existir un sobredimensionamiento del mercado potencial de Estados Unidos"; concluye que la percepción de las amenazas es compartidas y destaca dos aspectos: la Escalera Náutica provocará profundos daños a la diversidad biológica, a las comunidades locales y el paisaje, y presenta oportunidades para las comunidades y la conservación, siempre y cuando se cumpla con una serie de condiciones que por el momento no existen.
FABRIZIO LEON