Anticipo electoral de 2006: escándalos, fracturas... y mucho dinero La guerra mexiquense El PRI aplica su viejo manual de campaña: dinero a manos llenas. El PRD navega al amparo de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador. Y el PAN está en caída libre en las encuestas, preso de las pugnas internas y la desorganización. Pero las tres principales fuerzas políticas del país dicen que pueden ganar los comicios del próximo 3 de julio en el estado de México que, con sus nueve millones de electores, siempre ha sido considerado "laboratorio" de los comicios presidenciales. Alberto Nájar
"¡Enrique, bombón, contigo hasta el colchón!", corea sin tregua una veintena de maestras de primaria, mientras otro grupo pide, también a gritos, un beso del aspirante: "¡Papacito, apachurro!". Enrique Peña Nieto sonríe. Desde el pasado 16 de abril, cuando arrancó su campaña como candidato a la gubernatura mexiquense por la Alianza por México partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista, los piropos son comunes en sus eventos. Y es que al priísta sus compañeras lo reciben como artista de televisión, e incluso se formó un club de admiradoras suyas que reparte fotos y pide autógrafos.
Nada es improvisado. Explotar la imagen del candidato forma parte de la estrategia de campaña del PRI, empeñado en atraer el voto femenino que en el estado de México representa más de la mitad de las nueve millones 13 mil personas que integran el padrón electoral. Vanidades aparte, lo cierto es que la anécdota refleja el tono actual de las campañas por el gobierno del estado de México, donde los votos tienen valor añadido pues, insiste la tradición política nacional, aquí se definen las elecciones presidenciales. Si este fuera el caso, entonces hay nubarrones en el horizonte de 2006. Porque en el proceso electoral mexiquense abundan los problemas... para todos los contendientes. El candidato del tricolor está acusado de haber rebasado el tope de campaña de 216 millones de pesos (el más alto del país), además que se multiplican las denuncias por la participación del gobierno estatal en su favor. Rubén Mendoza Ayala, candidato de la coalición Convergencia-Partido Acción Nacional, se encuentra a la baja en las encuestas después que apenas hace un par de meses las encabezaba. La razón: una pugna no resuelta entre grupos panistas y la desorganización de su campaña. Y en la otra trinchera, la coalición Unidos para Ganar, formada por los partidos del Trabajo (PT) y de la Revolución Democrática (PRD), mantiene una campaña de bajo perfil, con escasa propaganda pero amarrada a la imagen del jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador. Paradójicamente la estrategia ha rendido frutos, pues su candidata, la empresaria Yeidckol Polevnsky, se mantiene al alza en las encuestas. Algunas mediciones la ubican incluso en el segundo lugar. De algo sirve navegar de a muertito. Vamos, hasta el árbitro de los comicios está en dificultades, a raíz del escándalo por un presunto soborno a los consejeros del Instituto Estatal Electoral (IEEM) para favorecer a la empresa encargada de suministrar las urnas para los comicios del 3 de julio. Un panorama nada fácil en el laboratorio político del país. Un candidato de mecha corta Deportivo El Gallinero, municipio de Cuautitlán Izcalli. Más de dos mil personas abuchean al secretario general del PAN, Alejandro Zapata Perogordo, cuando intenta ofrecer un discurso. El escándalo es tal, que el panista guarda silencio, y su rostro enrojece por el coraje. Mal termina el día para el candidato Rubén Mendoza Ayala, quien ese miércoles enfrenta una jornada llena de tropiezos políticos.
Empezó temprano, cuando a las seis de la mañana dejó plantados a los brigadistas que le ayudarían a repartir flores en la estación Indios Verdes del Metro, un regalo a las usuarias por el Día de las Madres. Luego, canceló dos reuniones con sacerdotes católicos a quienes se había convocado con varios días de anticipación. A nadie avisó, ni siquiera a los integrantes de su equipo de campaña que le esperaron, junto con los prelados, durante más de una hora. A Cuautitlán llegó una hora tarde. Marta Sahagún, quien según el candidato sería la invitada especial en el evento, no apareció. ¿Mala suerte? ¿Complot? No. "La campaña está hecha un lío, completamente desorganizada", confiesa un colaborador del panista. "Muchos estamos desilusionados, se suponía que ésta era la propuesta ganadora y mira, vamos en caída libre en las encuestas". Y es que los incidentes de ese miércoles son cosa de todos los días en la campaña del panista. Un ejemplo fue la supuesta participación de Marta Sahagún, anunciada la víspera por Mendoza Ayala en conferencia de prensa, y que en realidad nunca se concretó. "En el Estado Mayor Presidencial ni enterados estaban del asunto", cuenta el colaborador. "Rubén se lo sacó de la manga". Es uno de los problemas de la campaña, la tendencia del candidato a reflexionar poco sus palabras... Y por lo mismo, a cometer errores. Una muestra ocurrió durante la 33 asamblea ordinaria de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) del estado de México. En su discurso, Mendoza Ayala afirmó que al inicio del sexenio la entidad ocupaba el séptimo lugar en el envío de migrantes a Estados Unidos, "y ahora estamos en el segundo sitio" El dato es falso: según el Consejo Nacional de Población (Conapo), es Guanajuato el segundo estado con mayor salida de habitantes. "Prácticamente todos los que participamos en la estrategia de campaña se lo hemos dicho", reconoce Horacio Jiménez López, representante de Convergencia ante el IEEM. "Pero tiene la mecha muy corta. Ese es su Talón de Aquiles". La campaña del jefe Arranca el auto de Andrés Manuel López Obrador, y de inmediato cientos de perredistas abandonan el deportivo La Lagunilla de Chimalhuacán. No hay razón para quedarse, ni siquiera para despedir a la candidata Yeidckol Polevnsky que permanece aún en el templete. La cancha de fútbol donde se realizó el mitin se vacía en menos de 10 minutos. El mensaje es claro, pues: los tres mil mexiquenses que abarrotaron el deportivo vinieron a ver al jefe de Gobierno. La verdadera campaña, reconoce el diputado Emilio Ulloa. "López Obrador es factor de consolidación para el voto en todo el estado, y sobre todo ahora que se presenta como precandidato a la presidencia", dice. "Es nuestro plus". No necesita decirlo. En las próximas semanas, explica el coordinador de campaña de la coalición PRD-PT, el jefe de Gobierno visitará prácticamente todos los municipios conurbados al Distrito Federal donde se concentra 75% del padrón electoral del estado, y las tres cuartas partes de las casillas que se instalan en cada elección. Se trata de sacar el mayor provecho posible a la imagen de López Obrador. "Es un recorrido estratégico, no nada más buscamos hacer mítines buenos". O sea que dependen de Andrés Manuel López Obrador. No, también hacemos nuestra parte. Por ejemplo, se van a integrar cinco mil perredistas del Distrito Federal para promover el voto en la zona metropolitana ¿Qué pasaría si López Obrador deja de participar? Estaría más difícil, pero de todos modos podemos ganar. Quién sabe si sea cierto. De acuerdo con las mediciones del PRD, encargadas a la empresa Gallup, la llegada del jefe de Gobierno se reflejó en los números: A principios de año, cuando se anunció la postulación de Polevnsky, el nivel de conocimiento entre los perredistas era "de 0.6%", reconoce Ulloa. Ahora, la última encuesta aplicada por El Universal atribuye a la candidata empresaria un respaldo de 28 puntos del electorado mexiquense. Se nota. En Chimalhuacán López Obrador fue despedido con gritos de "¡Presidente, presidente!". Yeidckol Polevnsky, quien permaneció casi una hora en el deportivo para saludar personalmente a una centena de perredistas, partió en silencio. El austero El tiempo se detuvo en el auditorio Agripino Estrada. A la menor provocación, decenas de maestros agitan las matracas nuevecitas, compradas expresamente para el mitin. Tres bandas de guerra de escuelas primarias tocan y suenan trompetas y tambores, los niños cansados de tocar durante tres horas. Globos, banderines, mantas para saludar al candidato, kilos y kilos de papel picado. Decenas de autobuses para transportar a los acarreados, todos obligados pasar lista al entrar y salir del evento. Todo luce viejo en el auditorio del Sindicato de Maestros al Servicio del estado de México. Extraño ropaje para quien se presenta como uno de los candidatos más jóvenes en la historia política de la entidad.
Pero así es la campaña de Enrique Peña Nieto. Una mezcla de viejas prácticas con la eficiencia del uso intensivo de los medios y la mercadotecnia política. Sobre todo en la televisión, fundamental en su campaña. Peña Nieto aparece en los partidos de soccer, futbol americano, tenis y hasta en torneos de golf. La música de su campaña es el tema de la telenovela Rebelde. Su rostro adorna la portada de discos compactos con canciones de artistas exclusivos de Televisa, desde el grupo RBD hasta Alejandro Fernández, que se regalan en su campaña. El pasado Día del Niño se presentó junto con su familia en la emisión de Código Fama, el exitoso programa infantil. La cara de Peña Nieto luce en taxis y chimecos (autobuses urbanos); sonríe desde parabuses y espectaculares, adorna miles de vasos, despensas y camisetas que se reparten en los 125 municipios de la entidad. Y todo, jura el candidato, ha costado 18 millones de pesos. "El costo promedio de organizar cuatro o cinco eventos a la semana es de ocho millones de pesos", explica Horacio Jiménez López, de Convergencia. "Y el PRI los hace a diario durante todo el mes. Eso significa que, nada más en abril se gastaron unos 32 millones de pesos, sin contar la propaganda y la publicidad en los medios". Jiménez López fue priísta e incluso coordinó la campaña de Luis Donaldo Colosio en Naucalpan. Sabe de lo que habla. "La renta mensual de los espectaculares es de 90 mil pesos, y de esos el PRI tiene cientos contratados desde hace meses. Un espacio en televisión se cotiza hasta en medio millón de pesos, y a cada rato aparecen mensajes en horarios privilegiados. ¿Eso cuánto cuesta? No vayan a salir con que son donaciones". No es sólo una declaración. En su monitoreo del 9 de mayo, el IEEM estableció que 84% de la publicidad electoral difundida en los medios mexiquenses corresponde al PRI, cantidad que podría aumentar si se suma la propaganda desplegada en la campaña de afiliación al partido, y la difusión de las obras públicas del gobierno del estado la cual se realiza, curiosamente, con mensajes ilustrados en rojo. El color de la campaña de Peña Nieto. La lista de los gastos, empero, no termina aquí, pues en los hechos el tricolor arrancó la contienda desde el año pasado, cuando puso en marcha su programa de afiliación y expedición de credenciales. Y eso salió muy caro. Según el ex consejero electoral Miguel Angel Juárez, el plástico con que se elaboran las credenciales del IFE, "sin ningún mecanismo de seguridad ni la fotografía impresa", cuesta en promedio siete pesos por unidad. El PRI expidió dos millones 148 mil credenciales de este tipo, lo que representaría una inversión superior a 15 millones de pesos. "La credencialización fue otra campaña, pero sus gastos no los cuenta el IEEM", lamenta el ex consejero Juárez. "Lo malo es que con la lista de afiliados el PRI tiene, de hecho, un padrón alterno que servirá para mover a la gente el día de la elección". Nada raro. Son las ventajas de la experiencia.
El gobernador Arturo Montiel Rojas puso el tono a la elección de su sucesor: "Todos estamos muy conscientes de que no habrá 2006 si en el estado de México no hay 2005, por lo que debe quedar muy claro que no nos queda otra más que ganar". Y así parece. La contienda por la gubernatura en la entidad más poblada del país está considerada un "laboratorio nacional" dada su importancia electoral y "porque su resultado influirá en las presidenciales de 2006". Conscientes del reto, el gobierno estatal y el PRI van con todo para conservar el poder en este estado que representa 15% del padrón nacional. Pero no es tarea fácil. A pesar de la ventaja que le reconocen las encuestas a Enrique Peña Nieto, operadores políticos de las tres fuerzas que disputan la gubernatura aceptan que el electorado mexiquense está dividido en tercios y que "la próxima elección será la más reñida de la historia de esta entidad". Diversos sondeos electorales colocan arriba al delfín de Montiel, postulado por la alianza PRI-PVEM (con un 35% promedio), pero sitúan a sus dos competidores Rubén Mendoza Ayala de la alianza por el PAN-PCD y Yeidckol Polevnsky del PRD-PT muy cerca (con un 30% cada uno). La decisión de quién gobernará el estado está en manos de ocho millones 769 mil 855 ciudadanos registrados. Sin embargo, en la última elección local sólo sufragaron tres millones 468 mil 254 ciudadanos (menos del 50%). Por ello, los estrategas electorales suponen que el candidato que supere el millón y medio de votos, ganará la elección. Quién sabe si será la más reñida, pero sin duda será la elección más cara en la historia de la entidad. Los topes de campaña fijados en 216 millones de pesos para cada partido, representan más del 100% de lo establecido en la elección de 1999. (Jesús Ramírez Cuevas)
Nacido en Atlacomulco, cuna del grupo que mantiene controlada la vida política del estado, Enrique Peña Nieto ha hecho carrera política a la sombra de Arturo Montiel. Previsor, el gobernador logró que este año la Cámara de Diputados le aprobara el mayor presupuesto de su gestión (61 mil millones de pesos) y ha desplegado una campaña millonaria para llevar a su sobrino a la gubernatura. Con una radiografía electoral de la entidad, los programas sociales del gobierno local están dirigidos a fortalecer la presencia electoral del PRI y amarrar votos entre los beneficiados. Para reforzar su estrategia, el gobierno mexiquense echó andar la "señalización" de la obra pública (no importa si está inconclusa). Para ello, el Congreso local le otorgó ocho mil millones de pesos sólo para publicidad (por algo a Montiel le dicen "el rey de la gacetilla"). Pero la parte más importante de su estrategia electoral comenzó la segunda quincena de abril con el Programa de Regionalización. El programa consiste en repartos de toneladas de cemento y material de construcción, becas para estudiantes y despensas para madres solteras, personas de la tercera edad y discapacitados. En las zonas rurales se entregan fertilizantes y semillas a bajo costo. Con ello el gobierno de Montiel ha movilizado a todos sus funcionarios (y de los municipios priístas) para abarcar las 12 regiones del estado. Según funcionarios involucrados, los objetivos del programa son mantener la unidad del partido y vincular al PRI con el trabajo de los gobiernos estatal y municipales. Su importancia es tal, que tan sólo para la estructura operativa del programa se destinaron 3 mil millones de pesos. Acompañando esta estrategia, el PRI nombró coordinadores en las 5 mil 930 secciones electorales, mismos que reciben tres mil pesos mensuales, más diez pesos por cada credencial que logren expedir (erogando casi 18 millones al mes). Para empezar se credencializó a todos los empleados estatales. La impresionante campaña publicitaria de Enrique Peña, según denuncias de la oposición, ya superó el tope de campaña (dicen que ha gastado más de 282 millones de pesos). Sin embargo, la salida de Isidro Pastor y de Trinidad Franco, ésta última dirigente del sindicato estatal de maestros (hoy aliados con Rubén Mendoza), ha afectado la operación electoral del PRI en algunos municipios (aunque no en la dimensión que señalan sus opositores). Pastor controla operadores políticos en municipios clave, a 15 alcaldes y a cinco diputados locales que trabajan soterradamente a favor de Mendoza Ayala. A ello se suman los rumores de que Carlos Hank Rhon está apoyando tanto la campaña del PRI, como la de su amigo panista. (Jesús Ramírez Cuevas)
"Mi jefa". Así llama Rubén Mendoza, candidato del PAN al gobierno del estado de México, a Marta Sahagún Jiménez. Es tal la deferencia a la esposa del presidente Vicente Fox, que antes de iniciar el recorrido por la entidad el ex alcalde de Tlalnepantla visitó la residencia oficial de Los Pinos, para invitar a la celayense al arranque de su campaña. Marta Sahagún fue al mitin inaugural en Ecatepec. Y nada más. Desde entonces, hace más de un mes, La jefa no se ha vuelto a parar en la campaña del panista. Ni lo hará, explica el ex consejero electoral Miguel Angel Juárez, porque Mendoza Ayala cuenta entre sus filas a una persona non grata para Los Pinos: el ex priísta Isidro Pastor Jiménez. El mismo que en 2003 demandó penalmente a Marta Sahagún. A quien el presidente Fox llamó "machín pelón" "¿Cómo va a ir a la campaña donde está su enemigo?", se pregunta el ex consejero. "La única forma para que asista es que le ofrezcan una disculpa, no hay más". La ausencia de Marta es una de las razones que explican la caída en la popularidad del candidato panista, pero no es la única. Tras el derrumbe en las encuestas (perdió 10 puntos en dos meses) se encuentra la ausencia del Comité Ejecutivo Nacional el presidente Manuel Espino no ha acudido a un solo acto de campaña, las dificultades para obtener de la dirigencia estatal el dinero de las prerrogativas para el proceso, y las divisiones internas que provocaron, por ejemplo, que Naucalpan sea uno de los sitios con mayor índice de afiliación al PRI. El municipio es un bastión tradicional del blanquiazul... pero fiel a José Luis Durán Reveles, perdedor de la contienda interna por la candidatura. Hay más. "Los panistas no saben competir en alianza, les cuesta trabajar con gente que no sea de ellos", explica Horacio Jiménez López, representante ante el Instituto Electoral del estado de México (IEEM) de Convergencia. El aliado del PAN en la contienda. "No nos consultan sobre sus invitados especiales y eso trae problemas pues hay personajes a quienes no nos queremos acercar, como el hermano de Diego Fernández de Cevallos o Felipe Calderón", añade. "Convergencia ve más allá del estado de México, no hemos decidido con quien vamos a ir en 2006". Por si fuera poco, Mendoza Ayala no ha logrado definir su perfil como candidato: a veces recurre al discurso retador, "casi bravucón", dice Jiménez López, o bien, recurre a bromas que suelen estar fuera de lugar. Son votos menos "que está ganando Andrés Manuel López Obrador", reconoce. No es un fenómeno reciente, pues en los últimos años la geografía política mexiquense ha cambiado. Un ejemplo es Tultitlán, a donde emigran cada año mil 500 familias provenientes del Distrito Federal "con la semilla perredista", o la colonia más grande de Naucalpan, Ahuizotla, vecina de Azcapotzalco "que el PAN le había quitado al PRI pero que ahora se pasó al PRD". Horacio Jiménez es claro. "El 15 de mayo fue el plazo fatal. Si después de esa fecha la campaña no prende, ya nada podrá levantarla". (Alberto Nájar)
Todo parece depender de un solo hombre: Andrés Manuel López Obrador, ya que su candidata Yeidckol Polevnsky, se ha colgado literalmente de su indiscutible popularidad.
La campaña de la empresaria ha ido de menos a más. Comenzó con 14% de las preferencias y ahora se ubica en 30%. Este ascenso espectacular se lo debe al apoyo de López Obrador y a la lucha contra el desafuero. Yeidckol Polevnsky, ex presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, vendió su perfil empresarial al PRD, el apoyo de la comunidad judía y de los empresarios medios y pequeños. Sin embargo, ninguna de esas expectativas se cumplieron. Sin experiencia política y sin capacidad oratoria, arrancó su campaña además, en medio de un escándalo telenovelesco alrededor de su verdadero nombre. Después, su desarrollo ha dejado mucho que desear, no sólo por la escasa propaganda que ha desplegado y las pocas actividades en terreno (además de los grandes mítines), también por su falta de propuestas y de una estrategia electoral definida. "Ahora todo depende de la campaña para entrar a la pelea por el gobierno del estado y la capacidad electoral del PRD para traducir ese apoyo en votos", admite Emilio Ulloa, su coordinador de campaña. López Obrador acompaña a la candidata cada fin de semana y en junio recorrerán juntos el corredor panista. "Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas", advierte José Luis Gutiérrez Cureño, subdelegado del CEN del PRD en el estado. "Al principio hubo un desencuentro (y disputa) entre la dirección estatal del partido y el comité de campaña, lo que impidió coordinar esfuerzos. La mayoría de los grupos perredistas no aceptaban a la empresaria, pero como fue propuesta por López Obrador, terminaron aceptando". Estas desavenencias retrasaron la distribución de propaganda y las actividades de promoción directa. Para superarlas, el CEN del PRD designó a 12 coordinadores para las tareas de proselitismo y de organización electoral en las regiones. Héctor Bautista el principal opositor a Polevnsky fue nombrado coordinador de esos delegados, y su hermano Valentín realiza los preparativos para la jornada electoral. En estas condiciones, explica Gutiérrez Cureño, "el PRD prepara el tsunami amarillo que enfrente a la marea roja del PRI. La participación de la gente nos ha desbordado en algunos lugares. Ya tenemos los cinco mil representantes generales y sus suplentes; hay gran avance con los 60 mil representantes para las 15 mil casillas. Esos datos indican que hay mucha participación ciudadana impulsada por el apoyo con que cuenta López Obrador". "El PAN está debilitado por el desencanto del gobierno de Fox y su papel en el tema del desafuero. Prevemos un importante desprendimiento del PAN en apoyo a Yeidckol. Panistas cercanos a Durán Reveles nos han dicho que prefieren el triunfo del PRD, que el de un priísta embozado como Mendoza Ayala", afirma Gutiérrez Cureño. Emilio Ulloa hace proyecciones: "Si el PRD aumenta 10% su votación en el corredor azul y gana Ecatepec, podría ganar la gubernatura". Un informe electoral del PRD indica que "la clave del triunfo está en promover una alta participación ciudadana. Si es baja (entre 30 y 35%), el PRI tendría asegurado el triunfo con su voto duro. Si aumenta la participación, se verá beneficiada la oposición. En ese caso, la gran disputa es por el voto anti-PRI (entre 300 y 600 mil ciudadanos) y el voto joven, pues dos terceras partes de los electores son menores de 35 años". (Jésus Ramírez)
Rubén Mendoza Ayala representa al panismo de nuevo cuño. Militante del PRI por años, se sumó hace nueve al PAN que lo hizo diputado federal y alcalde de Tlalnepantla. Su experiencia política hizo que el PAN penetrara en zonas populares que le estaban vedadas.
Distanciado de su partido, y a la manera foxista, Mendoza Ayala creó una estructura paralela para su campaña. Miguel Mercado, presidente del Consejo Ciudadano que coordina la campaña de Mendoza Ayala, explica que los tres pilares de esta son el PAN, el Consejo y la gente del ex líder priísta en el estado, Isidro Pastor. Según Mercado, cada parte hace su trabajo: el partido construye la estructura electoral en sus zonas de influencia, el Consejo hace campaña ahí donde no tiene presencia el panismo, sobre todo entre jóvenes. En tanto que Pastor y los maestros hacen su tarea entre su gente. El Consejo Ciudadano, constituido con gente proveniente del PRI, del PRD y otros partidos, se propone crear una base social entre personas que no creen en los partidos políticos. "Queremos sumar al voto duro panista (casi un millón, dice), el voto anti-PRI (38% del electorado) y atraer a los indecisos (medio millón). Con eso ganaremos la elección y haremos historia sacando al PRI del gobierno". El Consejo dice contar con 60 mil brigadistas en todo el estado, pero ha centrado esfuerzos en el oriente de la entidad (zona perredista), "donde el PAN no penetra". En lugares como Neza ha sumado a viejos priístas identificados con la familia Hank, como el grupo de Odón Madariaga y algunos ex perredistas. Miguel Mercado, dirigente priísta en los noventa, reconoce algunos problemas en la campaña de Rubén Mendoza: las divisiones internas del partido (el equipo de Durán no participa), los errores del candidato en su discurso, el desencanto por la llegada de Isidro Pastor, la polarización provocada por el desafuero que les bajó puntos, la minimización de la campaña en algunos medios. A pesar de todo, es optimista: "El PRD parece haber detenido su ascenso y el PAN podría despegar atrayendo el voto anti-PRI y el voto útil. Quien gane será por una mínima diferencia". (Jesús Ramírez Cuevas).
El estado de México es referente obligado de la industrialización y urbanización en el país, por su alto crecimiento demográfico la enorme desigualdad social y las descomunales necesidades que demandan atención.
No obstante que ha sido un estado dominado por el PRI, en los últimos años la oposición ha crecido tanto, que hoy gobierna los municipios más importantes (a excepción de Ecatepec). Desde hace ocho años ha existido un relativo equilibrio de fuerzas entre PRI, PAN y PRD, aunque los resultados varían de una elección a otra. En los comicios para gobernador en 1993, el PRI ganó con 63%. Un año después, también triunfó con 46.5% (sólo perdió un distrito). En cambio, para la elección federal en 1997, el PRD ganó un distrito más que el PRI (16-15, aunque su porcentaje fue de 34.2% frente a 35.29% del tricolor). En 1999 Arturo Montiel ganó la gubernatura con una ventaja de 230 mil votos sobre el PAN (el PRD cayó al tercer lugar con menos del 20%). Pero en los comicios presidenciales de 2000, el PAN se llevó la mayoría de los distritos gracias al efecto Fox (39.9% frente a 32.6% del PRI). Sin embargo, en las elecciones locales y federales de 2003, el PRI recuperó la mayoría con un estado dividido en tres: el tricolor obtuvo 34% de los votos, el PAN 28% y el PRD 24%. En términos regionales, el PRI es primera fuerza en el Valle de Toluca y el norte del estado, y es segunda en las demás regiones. Por su parte, el PAN concentra su voto en la zona metropolitana del Valle de México, en Toluca y es segunda fuerza en el norte. El PRD concentra su presencia electoral en el oriente, donde es primera fuerza (gobierna Ciudad Nezahualcóyotl, Texcoco, Chalco y Valle de Chalco). En la última elección se convirtió en primera fuerza en el sur, pero sigue siendo tercera fuerza en las otras regiones. De los 125 ayuntamientos de la entidad, el PRI gobierna en 68; el PAN en 24 (incluida la capital, Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán y Cuautitlán Izcalli); el PRD en 24. Convergencia gobierna tres al igual que el PT. Por su importancia electoral, el esfuerzo mayor de los tres candidatos está enfocado en 15 municipios metropolitanos que representan (junto con Toluca y Metepec) más de 70% del padrón electoral: Ecatepec, Netzahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán, Tultitlán, Valle de Chalco, Nicolás Romero, Ixtapaluca, Coacalco, Chalco, Texcoco y Huixquilucan. En esos municipios los principales partidos reciben la mayoría de sus votos en la entidad (60% el PRI, 75% el PAN, y el 70% el PRD). El objetivo del PRI es mantener Ecatepec y no ser barrido en la zona metropolitana. A pesar del despliegue publicitario y de los programas de gobierno, no ha logrado superar el apoyo más allá de su voto duro (un millón de votos). El PAN busca asegurar el corredor azul y ampliar su presencia en el oriente. Pero a su candidato, Rubén Mendoza, le han afectado las divisiones internas del partido y los errores de su campaña. Y el PRD intenta aumentar su votación en la zona panista, ganar Ecatepec y mantener su ventaja en el oriente. Aunque su candidata, Yeidckol Polevnsky se vio beneficiada por la popularidad de López Obrador y se metió a la pelea, al PRD le falta estructura electoral para capitalizar ese apoyo. (Jesús Ramírez Cuevas).
los viejos problemas de un árbitro A principios de abril, a los consejeros del Instituto Electoral del estado de México (IEEM) se les fue el sueño. No fue una denuncia contra el PRI por rebasar el tope de campaña el motivo de su preocupación, ni mucho menos la queja por la intervención del gobernador Arturo Montiel en el proceso. No. La angustia de los consejeros fue por saber el modelo de las nuevas camionetas que se les entregarían en breve. Algunos, como Isael Montoya Arce pidieron unidades Honda "porque su mantenimiento es más barato". Otros se inclinaron por repetir la marca que ya tenían, Ford tipo Explorer. Normal en el seno del IEEM, el órgano electoral con el mayor presupuesto del país que permite pagar a los consejeros un sueldo mayor incluso al de sus colegas del Instituto Federal Electoral (IFE): más de cien mil pesos mensuales, con derecho a recibir vehículo, chofer y gastos de representación. Con tales antecedentes, el escándalo por un presunto soborno para favorecer a la empresa Cartonera Plástica encargada de proveer las urnas para los comicios del 3 de julio, a un precio superior al promedio luce, al menos, previsible. Y es que IEEM lleva la marca de Montiel, quien a través de sus operadores el secretario de Gobierno, Manuel Cadena, y el entonces líder del PRI, Isidro Pastor logró convencer a los diputados locales de aceptar su propuesta de consejo. Lo demás fue sencillo. Emmanuel Villicaña, personaje cercano al gobernador, fue nombrado secretario del Instituto, mientras que en la direccón general se impuso a Jorge Neyra, hijo del coordinador de la diputación obrera en San Lázaro, Armando Neyra. Pieza fundamental en la operación fue el consejero Isael Montoya Arce, ex funcionario de la Universidad Autónoma del estado de México (UAEM), un espacio tradicionalmente controlado por el PRI. Es el mismo de las camionetas Honda, a quien el consejero presidente Juan José Gómez Urbina señala de estar detrás del escándalo de los sobornos (Alberto Nájar). |