Usted está aquí: domingo 22 de mayo de 2005 Deportes Buen ambiente imperó en el club de Coapa

El presidente del equipo, Guillermo Cañedo, charló e infundió tranquilidad al cuadro

Buen ambiente imperó en el club de Coapa

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Aunque América prefirió cerrar sus puertas previo al encuentro decisivo frente a Cruz Azul, que este mediodía lo podría conducir a la final, en el club de Coapa imperó el buen ambiente y la tranquilidad, transmitida por su presidente, Guillermo Cañedo.

El jerarca de las Aguilas se hizo presente durante la práctica para charlar con algunos de los jugadores, así como transmitirles buenos deseos de cara al encuentro de este domingo en el estadio Azul, donde un empate o incluso una derrota por un gol de diferencia, los metería a la final.

Los jugadores no quisieron dar alguna declaración en torno a lo que esperan en el duelo de regreso, pero Cañedo sí detuvo su auto y respondió dos preguntas, palabras con las cuales refleja al ánimo que se siente al interior del grupo respecto al juego.

Al hablar sobre las expectativas del equipo en esta liguilla, señaló que "Dios mediante, redondear el gran partido que se dio el jueves con una victoria mañana. Estamos muy contentos y muy entusiasmados".

Cañedo no mostró molestia sobre la sanción de tres partidos que la Comisión Disciplinaria aplicó al delantero brasileño Kléber Boas por una patada sin balón de por medio al zaguero argentino de La Máquina, Federico Lussenhoff.

"No pasa nada, veo a la gente muy motivada, muy contenta, hay un gran ambiente de trabajo, estamos listos para el día de mañana".

Aunque la directiva de América ha transmitido que su postura ante esta situación es "sin comentarios", podría apelar la sanción para que su máximo goleador en la fase regular del Torneo de Clausura 2005 pueda jugar la final, si es que avanzan.

Minutos más tarde inició el éxodo de los jugadores rumbo a la concentración del hotel, al sur de esta ciudad. El argentino Claudio Piojo López se detuvo para repartir autógrafos a los seguidores americanistas, mientras Germán Villa fue el único que atinó a referirse a la suspensión de Kléber: "Estamos tranquilos. No pasa nada".

 
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