Se impuso 3-1; Cuauhtémoc Blanco marcó dos goles en el estadio Azteca

América, un paso al frente ante Cruz Azul

Los celestes deberán ganar con dos tantos de diferencia en el de vuelta, si desean avanzar

CARLOS HERNANDEZ

En un emotivo encuentro, digno de una semifinal y ante un pletórico estadio Azteca, el América doblegó 3-1 al Cruz Azul, con lo que dio un paso al frente rumbo a la final del torneo Clausura 2005.

Las Aguilas ganaron de la mano de Cuauhtémoc Blanco, quien no sólo anotó dos goles, sino que se echó al hombro al equipo, mientras su contraparte celeste, el Chelito Delgado, olvidó el talento en el vestidor y desperdició un posible empate a dos goles, que al final representó la jugada clave del partido, cuando se plantó sin marca ante Guillermo Ochoa, pero el arquero detuvo con los pies su débil disparo y ahí se decidió el marcador.

El árbitro Manuel Glower tuvo una mala actuación, ya que invalidó un gol del Piojo López que parecía legítimo, no se atrevió a expulsar a Kléber por una patada sobre Lussenhoff y hasta permitió que el Chelito lo empujara y Cuauhtémoc le aplaudiera.

Sin embargo, La Máquina perdió por sus propios errores. En el primer tiempo, nerviosos, los jugadores fallaron hasta los pases más sencillos y durante casi toda la segunda parte no aprovecharon la expulsión de Oscar Rojas, desde el minuto 51.

Sólo el Kikín Fonseca intentó salvar del naufragio a su equipo, quien descontó al minuto 76 para el 2-1, pero el resto de sus compañeros se excedió en respeto ante su rival y se ganó merecidamente los cánticos jubilosos de los fanáticos amarillos: "Sólo con diez nos los volvimos a ch...".

Para el partido de regreso, el domingo en el estadio Azul, los Cementeros deberán ganar con dos goles de diferencia para empatar el marcador global y avanzar gracias a su mejor posición en la tabla. Pero se expondrán al contragolpe de un equipo que precisamente en eso tiene su arma principal.

El América se encontró con el 1-0 apenas al minuto dos. Antonio Castro desbordó por derecha y su centro llegó al otro lado del área, donde Blanco controló el esférico y con tranquilidad definió al ángulo superior izquierdo del Conejo Pérez.

Luego el 2-0 llegó al 56, en tiro libre por derecha que Pável Pardo mandó al área chica; ahí Blanco aprovechó la mala marcación visitante y definió con sólido testarazo.

El técnico Rubén Omar Romano ingresó a los delanteros Pavón y Olvera; este último estuvo a punto de empatar, pero su tiro se estrelló en el poste derecho.

Al 74 Ochoa salvó a su equipo de la igualada y al 81 cayó el tercero. Villa mandó centro al segundo palo que González Tahuilán recentró al área y el Piojo López definió con un cabezazo.

Y mientras Duilio Davino consideró que su equipo ganó "con base en pantalones", el timonel Romano minimizó el triunfo americanista: "Realmente ellos no nos hicieron daño; estuvieron atrás como siempre y los goles fueron por desatenciones. Además ninguno de los dos tiros libres era falta.

"Este equipo tiene fuerza mental y dos goles en el futbol mexicano no son mucho. Debemos jugar con inteligencia", expresó, y argumentó que no pudieron aprovechar la superioridad numérica porque "ellos se defienden con mucha gente".