Buscarán partidos que la nueva autoridad electoral fiscalice gastos proselitistas de Peña
Consejeros del IEEM intentaron al final negociar su dimisión
Montoya Arce y García Cisneros pretendían obtener inmunidad a cambio de su renuncia
Toluca, Edo de Mex., 19 de mayo. Tras casi cuatro horas de encierro de los coordinadores parlamentarios del Congreso local y los consejeros del Instituto Electoral del Estado México (IEEM), finalmente se concretó la anunciada renuncia de estos últimos y se abrió paso a la integración de un nuevo consejo. Larga reunión, no exenta de amagos de los consejeros Isael Montoya Arce y Berardo García Cisneros, quienes reclamaban "inmunidad" a cambio de su dimisión.
Apenas conteniendo su irritación, Montoya Arce alcanzó a amenazar al final del encuentro: "habrá consecuencias, nos veremos en las instancias jurisdiccionales..." En su apresurada salida del Congreso, sostuvo que puso su renuncia en la mesa porque ya era insoportable el juicio mediático, la presión de partidos políticos y la sociedad; "me voy, pero ya llegará el tiempo de que limpie mi nombre".
Otro que terminó molesto el encuentro fue el consejero presidente, José Juan Gómez Urbina, quien ventiló algunos de los momentos ásperos de la reunión, señaladamente el condicionamiento de dos consejeros a presentar la renuncia. Tras señalar que fue el primero en firmar el documento con el que sellaba su separación del cargo, dijo que el acuerdo alcanzado la víspera era que los siete presentaran la renuncia al mismo tiempo.
Las cuatro horas de discusión en las oficinas de la Junta de Coordinación Política se consumieron en los reclamos de los consejeros que exigían su exoneración. Montoya Arce precisó que su demanda era que la dimisión se concretara una vez que les entregaran la resolución sobre las investigaciones relacionadas con la presunta corrupción en el proceso de licitación de material electoral.
Pasada la medianoche, la Junta de Coordinación Política, por medio de Cipriano Gutiérrez, sostuvo que las renuncias de los consejeros son definitivas, y apuntó que en ningún momento se aceptaron condicionamientos sobre una posible exoneración, porque el Poder Legislativo no puede plantear la no aplicación de la ley. "Sabemos plenamente cuáles son las responsabilidades del Consejo General y cuáles las del Comité de Adquisiciones."
Señaló que no hay ningún temor a que los cesados procedan por la vía legal, pues se cuenta con el documento en el que aceptan dimitir, como también ya están en poder del Congreso las renuncias de los seis suplentes.
A pregunta expresa sobre la posible responsabilidad de los consejeros y su exoneración, dijo que eso podrá conocerse cuando culmine la investigación que realiza el Organo Superior de Fiscalización del Congreso local. Por ahora no hay elementos que permitan suponer que se procedería contra ellos, pero se confirmará posteriormente.
Confusiones sobre un acuerdo
Muy de mañana, los todavía consejeros electorales salieron rumbo a Naucalpan a dar fe del arranque de la impresión de las boletas. Fue lo último que se les permitió hacer para no poner en riesgo la producción en los plazos fijados. Luego se sabría que el lapso entre el anuncio de la dimisión y la separación definitiva del cargo se dio con ese propósito.
Hacia las 2 de la tarde, Gómez Urbina daba su última conferencia de prensa en aras de envolver de vocación republicana y democrática de los consejeros la virtual defenestración que desde el Congreso local se había anunciado la víspera. Dijo que ofrecieron su renuncia en un acto de contribución al desarrollo "ordenado y pacífico" de la contienda electoral.
Una y otra vez aseguró que se alcanzó un acuerdo entre el Congreso local y los consejeros para que éstos presentaran su dimisión, misma que se adoptaba para fortalecer la democracia. Sin embargo, el consejero presidente fue enfático: "presentaré mi renuncia una vez que todos los consejeros hayan hecho lo propio". El acuerdo -dijo- fue verbal. Es un compromiso de ciudadanos "y es suficiente la palabra; estamos obligados a cumplirlo".
En sus oficinas, el consejero Isael Montoya Arce -uno de los tres implicados en los presuntos actos de corrupción- sostuvo: "voy a renunciar hasta que tenga la conclusión de la investigación del Congreso, ya sea exonerando o bien declarando culpabilidad de algunos de los implicados. Si no tengo el dictamen de la Junta de Coordinación Política sería como aceptar una responsabilidad de un acto de corrupción en el que nunca participé".
Montoya Arce dio su versión de los alcances del acuerdo, según la cual los diputados se comprometieron a que la noche de este jueves se daría una suerte de canje de las renuncias a cambio de la investigación resuelta. "De lo contrario nos dejarían en estado de indefensión, ya que nos estarían juzgando de manera sumaria y no nos concederían el derecho de audiencia. No somos criminales y nos están tratando como tales. Llevo mi renuncia, pero no la entrego si no tengo la resolución de la investigación. Si la Cámara considera que debe iniciar en mi contra un juicio de procedencia en el tribunal (electoral), que lo inicie, estoy dispuesto a eso".
A esas horas, otro consejero manifestaba su reticencia a renunciar. No hay tal acuerdo, mencionó Andrés Torres Scott, quien dijo que sus compañeros plantearon que la renuncia podría facilitar la salida, pero él aún la "meditaba" en aras de que se consideraba inocente de sobornos, corrupción, bromas y demás imputaciones.
"No hice nada. No pertenezco a las comisiones que se encargaron del contrato del material electoral, no estaba el día de la broma y no estaba conectado de manera azarosa con ninguna situación: No tendría por qué renunciar." En todo caso, en un procedimiento de destitución, continuó, "me tendrían que acreditar conductas graves que no he cometido".
Y mientras algunos consejeros reflexionaban, el personal administrativo realizaba inventarios en preparación de la entrega y recepción al nuevo consejo. Apresuradamente se vaciaron oficinas de consejeros y asesores. La suerte estaba echada. En el Congreso se conoció que el "acuerdo" se daba sobre el entendido de que no había posibilidad de quedarse, y para ello los legisladores tenían preparadas otras opciones. Algunos diputados confiaron: "Las renuncias ya están preparadas, para que si alguien se retracta tengamos la salida y no se detenga más esto, porque ya no hay tiempo. Es un blindaje jurídico", según definieron, pues también ya estaba lista la salida "de terciopelo" que significan las renuncias de los consejeros, cuyo texto fue redactado por el Legislativo.
Hoy por la mañana se dijo que las renuncias no eran suficientes para garantizar la integración del Consejo General. Era preciso contar con las de los suplentes, cuyo derecho a acceder a los cargos está salvaguardado por ley. La Junta de Coordinación Política concluyó que sin estas dimisiones la integración del nuevo consejo podría venirse abajo, pues los suplentes podrían inconformarse ante tribunales.
ALONSO URRUTIA, RENATO DAVALOS, CIRO PEREZ E ISRAEL DAVILA REPORTEROS Y CORRESPONSAL
Toluca, Mex., 19 de mayo. Las dirigencias estatales y nacionales de PRD, PAN, PT y Convergencia acordaron empujar para que la limpieza del Instituto Electoral del Estado de México vaya más allá de la dimisión del Consejo General y alcance los cargos ejecutivos fundamentales: secretario general, director general y director de administración, quien fungía como presidente del comité único de adquisiciones del instituto.
Tras una reunión con el grupo parlamentario de su partido, el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD en la entidad, Leonel Godoy Rangel, sostuvo que la pretensión de la oposición es alcanzar un consenso que les permita integrar un consejo que garantice imparcialidad, limpieza, honorabilidad y experiencia.
Según algunos legisladores perredistas, el bloque opositor pugna por asegurar que la nueva autoridad electoral dé salida a sus demandas relacionadas con la fiscalización del gasto de campaña del candidato de la coalición PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, quien ha rebasado los 280 millones de pesos, según un monitoreo realizado por el sol azteca.
Aunque tanto las dirigencias partidistas como el gobierno federal han señalado que se respetará la determinación del Congreso local en la designación del nuevo consejo, trascendió que la negociación respectiva se pactará fundamentalmente en el contorno nacional.
Por lo pronto, Godoy recogió las propuestas de los legisladores perredistas, a quienes comentó que esta designación es estratégica por la importancia de los comicios mexiquenses, motivo por el cual será el comité nacional el que acuerde los nombres dentro del bloque opositor. La baraja del PRD integra al ex director de la Facultad de Planeación de la Universidad Autóno ma del Estado de México, Fermín Carreño, y a los ex consejeros Miguel Angel Juárez y Ruperto Retana.
El PAN inclina sus baterías hacia Sergio Lujambio, hermano de Alonso Lujambio, ex consejero del Insituto Federal Electoral, y José Núñez Castañeda, ex director de la unidad académica Acatlán, de la UNAM.
Aunque el PRI no ha ventilado sus cartas, se supo que busca el respaldo para la ex comisionada nacional de los derechos humanos Mirreille Rocatti.
En el Congreso se espera que la definición del nuevo consejo quede lista a más tardar este sábado, una vez que las propuestas hayan sido procesadas por las dirigencias nacionales y turnadas a los grupos parlamentarios de la legislatura local.
Hasta ayer continuaban las negociaciones en la ciudad de México entre PAN, PRD y PRI para elegir a los consejeros que en 45 días habrán de sancionar uno de los procesos electorales más competidos en la historia reciente de la entidad, donde los candidatos Rubén Mendoza Ayala, del PAN; Yeidckol Polevnsky, del PRD, y Enrique Peña Nieto, del PRI, se acercan cada vez más en los porcentajes de intención del voto.
Aunque en las tres casas de campaña el escándalo trajo consecuencias negativas, ya que las actividades de los candidatos se vieron rebasadas por los hechos ocurridos en el IEEM, fue en la sede del aspirante tricolor donde se evidenció mayor preocupación, toda vez que, de acuerdo con encuestas internas, se encuentra a la cabeza en las preferencias electorales.
Estiman que la desconfianza de la población en la limpieza del proceso podría reflejarse en mayor abstencionismo en la franja de indecisos, sector hacia el cual el candidato priísta ha intentado acercarse en los últimos días y que según escuestas definirá el triunfo.