Usted está aquí: domingo 15 de mayo de 2005 Deportes A 50 años de mi medalla, aún me recuerdan: Joaquín Capilla

En el deporte, los demonios andan sueltos, dice

A 50 años de mi medalla, aún me recuerdan: Joaquín Capilla

ROSALIA A. VILLANUEVA

"Después de 50 años todavía me recuerdan'', expresó emocionado Joaquín Capilla Pérez, máximo ganador de medallas olímpicas que ha tenido México, cuya silueta en su época activa como deportista quedó inmortalizada ayer frente a la alberca del Centro Deportivo Chapultepec.

A pesar de sus 76 años de edad, el ex clavadista contagia entusiasmo al lado de su inseparable esposa Carmelita Zavala, quien sacaba un pañuelo para secarse las lágrimas durante el homenaje que las autoridades, familiares y amigos le brindaron a su compañero, ganador de cuatro preseas olímpicas en las ediciones de Londres 48, Helsinki 52 y Melbourne 56.

Tras escuchar una serie de halagos como "orgullo del deporte nacional y máximo ganador de medallas olímpicas'', Capilla, acompañado de Michel, la viuda de Alvaro Gaxiola, ganador del tercer lugar en México 68, y Alejandro Garay, presidente de la junta directiva de dicho centro, develaron el conjunto escultórico con la silueta del clavadista al momento de entrar al agua, a su lado los rostros de bronce de su compañero de competencias y de su profesor Mario Tovar, formador de una escuela de campeones en los saltos ornamentales como Juan Botella, los hermanos Capilla y los Mariscal.

También estuvieron los subcampeones olímpicos Fernando Platas y Carlos Girón. El primero dio una exhibición, con tres clavados desde la plataforma, en la que lució sus llantitas, tras su retiro, hace nueve meses en Atenas 2004, mientras el segundo que es socio, pero no estaba invitado, asistió por el cariño que le tiene a Capilla y se retiró.

"Es precioso que después de tantos años la gente me recuerde y qué bueno que estos reconocimientos sean en vida y no después de muerto'', dijo el homenajeado.

Pidió que "Nelson Vargas y Felipe Muñoz se dejen de pleitos, porque los deportistas necesitan el apoyo de los dos. Si Vicente Fox y Andres Manuel López Obrador ya están en paz, en el deporte los demonios todavía andan sueltos'', concluyó.

 
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