Reivindica a quienes trabajan en la industria del ramo
Adolfo Castañón reúne en volumen reflexiones sobre el mundo editorial
¿Qué hay detrás de un libro?, se pregunta el poeta, ensayista y editor Adolfo Castañón. La respuesta no podría ser otra: ''El universo entero''. En el mundo editorial, agrega, sólo vemos la punta del iceberg y no el bloque enorme y diverso que está debajo.
Por otro lado, observa: ''El fantasma del libro recorre a la cultura mexicana, pero lo hace de una manera fragmentaria: se habla por acá de hacer una ley del libro, por allá de crear un centro de promoción de la lectura, pero no hay una versión unitaria y armónica de ello.
''No hay una propuesta que englobe todo, aunque la fuerza de la realidad va haciendo que nos acerquemos a la utopía de que cada uno de los actores sociales, a su nivel, tuviese un momento y un espacio para interrogar el mito del libro y los mitos de la cultura, así como a la realidad.''
Esas y muchas otras facetas del mundo editorial son las que Castañón explora, mediante una "miscelánea" de reflexiones, en la nueva edición de Los mitos del editor. Paseos III (Lectorum), la cual comienza con una amplia dedicatoria a su padre: el jurista Jesús Castañón Rodríguez, "un hombre que amaba los libros".
Castañón aclara que este libro no recoge sus memorias como editor -"que alguna vez escribiré"- ni es tampoco un tratado de cómo hacer un libro. Son más bien ensayos diversos escritos "al calor" de ocasiones ídem, pero siempre relacionados con el libro.
Retoma el asunto inicial y dice: "Cuando alguien escribe, no sólo arrastra las ideas y recuerdos que tiene en la cabeza, sino también pone a moverse toda una tradición literaria o un patrimonio conceptual, ideológico y filosófico, además de comprometer el trabajo de muchísimas personas".
Agrega que cuando un autor se pone a escribir, "desata" un proceso de comunicación en el que entran en concurso secretarias, tipógrafos, editores, traductores, correctores de pruebas, agentes literarios, libreros, vendedores, compradores, funcionarios de Hacienda, contadores...
''La pregunta de qué hay detrás de un libro es muy importante para que las personas asociadas a la cultura editorial recobren el hilo de su dignidad profesional. Parte de las deficiencias o vacíos de la cultura mexicana, humanística y científica, consiste en el menosprecio de la dignidad de quienes la hacen, que son enormemente importantes."
En sus escritos, Castañón recorre, por ejemplo, los diversos tipos o estereotipos de editor percibidos por los escritores de ficción, como Umberto Eco, Italo Calvino, Muriel Spark o Severo Sarduy: el editor arriesgado, el prepotente, el mercenario, el que siempre dice "no" al autor y lo condena a la no posibilidad de trascendencia en el tiempo.
En otro ensayo el autor aborda, en relación con Don Quijote, el asunto de la imprenta como una "máquina encantadora" que hace creer al autor en la inmortalidad. "De hecho, esa es una idea básica de la cultura en Occidente. El es el mito de la momificación del espíritu a través de su abrigo dentro de la cultura escrita e impresa".
Los cambios tecnológicos en los medios de comunicación han repercutido en la forma de concebir tanto al libro como al editor. ''El libro impreso en papel y encuadernado, como depositario de la memoria escrita de la humanidad, en cierto modo sufre una revolución porque deja de estar en el centro de la cadena comunicativa. Es algo parecido a cuando Copérnico descubrió que el Sol no era la única estrella. Pero, por otra parte, el libro sigue teniendo un estatus de fijeza y concentración.
"Esta revolución, que vuelve excéntricos a los editores en relación con esa cadena comunicativa, también los orienta hacia el espacio mercantil. Sólo es viable la producción de un libro que tiene que venderse en tal y cual tiempo. Eso se da en demérito de lo que podríamos llamar una edición de largo plazo, que tiene que ver con la posibilidad de creación de reservas.
"Por ejemplo, un libro de filosofía de Heidegger no se va a vender, aunque sea un fenómeno editorial, a la misma rapidez que se venderían las memorias de la primera dama de un país. Son cosas distintas.''