Presentará Carlos Mesa objeciones a la normatividad
Se fortalecen en Bolivia acciones contra la ley de hidrocarburos
La Paz, 14 de mayo. El Movimiento al Socialismo, la Central Obrera Boliviana y otras agrupaciones sociales reafirmaron que marcharán este lunes hacia La Paz para exigir la nacionalización del gas y en repudio a la política "entreguista" de la clase dirigente, luego del fracaso del gobierno en organizar un encuentro de unidad por Bolivia.
En este contexto, el presidente Carlos Mesa anunció que el martes entregará al Congreso "objeciones específicas" a la polémica ley de hidrocarburos, después de que el Legislativo y el Poder Judicial declinaron participar en el encuentro convocado por el mandatario para tratar el tema petrolero, la elección de gobernadores, un referendo sobre autonomías regionales y la asamblea constituyente.
A la marcha se sumarán la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, la Confederación Nacional de Indígenas y Originarios de Bolivia, entre otras agrupaciones. Asimismo, se unirá el movimiento cocalero de la región de Los Yungas del departamento de La Paz.
En un encuentro de trabajadores se determinó que con las medidas que emprenderán, de acuerdo con medios de prensa locales, se buscará la recuperación y nacionalización de los hidrocarburos, sin indemnización, y contra la "política entreguista del actual gobierno y la clase política dominante".
"Vamos a marchar todas las organizaciones vivas de la ciudad de El Alto. Concejales, diputados y consejeros departamentales se declararán en huelga de hambre en demanda de la renuncia del presidente Carlos Mesa y vamos a tomar varios pozos petroleros", afirmó el concejal y dirigente social Roberto de la Cruz.
Mesa, quien fue abucheado por primera vez en sus casi dos años al frente del Ejecutivo por un grupo de personas que lo vio dirigirse a la sede gubernamental, aseveró a la prensa que "voy a enviar al Congreso mis observaciones el martes" sobre la ley de hidrocarburos, en el límite del plazo constitucional para hacerlo.
El gobernante se había concretado a formular "observaciones conceptuales" a la citada ley petrolera cuando privilegiaba el diálogo y la concertación, no aceptado por los demás actores políticos, por lo que ahora está obligado constitucionalmente a entregar sus cuestionamientos específicos a la norma. No obstante, puede vetar la ley, modificarla puntualmente o, por último, ignorarla.
Pero en su tránsito hacia el palacio Quemado hubo personas que lo abuchearon y le lanzaron consignas en favor de la "nacionalización" de la riqueza gasera boliviana, y gritos de "no traiciones al pueblo", "no gobierne para las trasnacionales" petroleras. El jefe de Estado, quien se ha mostrado proclive a evitar perjudicar a dichas empresas, se detuvo un momento a hablar con ellos y les pidió calma.
En tanto, el Comité Cívico de la región de Santa Cruz, la de mayor crecimiento económico del país, pidió a las autoridades locales, agrupadas en una asamblea, que autoconvoquen a un referéndum sobre autonomías para el próximo 12 de agosto.
Por su parte, el líder opositor Evo Morales declaró a un medio de prensa ecuatoriano que de llegar a ser presidente de Bolivia no le importaría romper relaciones con Estados Unidos. Se declaró satisfecho con la campaña de "desprestigio" que, estimó, alienta en su contra la Casa Blanca, ya que sería peor que no hablaran de él.