Política energética, y medidas para impulsarla
En su conferencia de prensa del pasado jueves 12, el jefe de Gobierno del Distrito Federal expuso varios elementos de política energética, que cubren varios aspectos de la misma. Algunos puntos ya habían sido mencionados, pero en este caso se da una imagen más amplia. Los principales son:
1. Pemex no debe pagar tantos impuestos a la Secretaría de Hacienda.
2. Se deben mantener "el petróleo y la industria eléctrica como empresas de la nación", "sin participación de capital privado".
3. "En tres años deben sustituirse las importaciones, es decir, debemos ser autosuficientes en gasolina y gas (...) y en ese tiempo ofrecer la gasolina, el gas y la energía eléctrica a precios competitivos en el mercado 'internacional, y a precios justos en el mercado interno'." Una de las medidas en ese sentido debe ser "destinar petróleo crudo, sobre todo el petróleo tipo Olmeca, petróleo ligero, a las refinerías". También debe invertirse más en este ámbito.
4. "En el caso de los Pidiregas, que es una deuda pública (...) estamos proponiendo que se transparente" como en los otros casos de débito. No se reconoce ésta como deuda pública, y eso eleva su costo financiero. "Es deuda pública y se tiene que buscar una restructuración de esa deuda, para bajar el costo del servicio. En el caso de los Pidiregas, es algo que debe atenderse de inmediato, porque cada vez está creciendo más".
En este caso, voy a referirme a algunas medidas que, en mi opinión, son necesarias para lograr la mencionada sustitución de importaciones, además de la ya mencionada, de destinar crudo ligero a nuestras refinerías, con lo cual se obtiene mayor cantidad de gasolina por cada barril de petróleo refinado.
Además de mejorar la eficiencia de las refinerías, deberá ampliarse la capacidad de refinación. Esto debió haberse hecho desde hace mucho tiempo, y es el complemento de las medidas para dejar de importar gasolina y otros productos refinados.
En cuanto al gas natural, se debe invertir en aumentar las reservas probadas y la producción. Pero esto no sería suficiente, porque en 2004 se tuvo que importar 38 por ciento del consumo de gas natural en el mercado nacional. Además, esa dependencia, de por sí seria, es mayor en el noroeste, porque allá no llega ningún gasoducto desde el interior del país y el ciento por ciento del gas natural es importado.
El consumo de este gas se ha disparado, sobre todo porque se fomentó esta dependencia artificialmente por el procedimiento de instalar casi puras plantas de ciclo combinado, de gas natural, para la generación de electricidad. Estas plantas, durante los 10 años recientes, aproximadamente, han sido todas de empresas privadas.
La diversificación de las fuentes de energía eléctrica es una medida muy importante para contrarrestar la dependencia. Tenemos numerosos recursos naturales renovables que están desperdiciados, y se da preferencia a acabarnos los no renovables, cuyas reservas probadas son muy bajas. Y dentro de éstos, se prefiere consumir un gas natural que no tenemos en escala suficiente, que derivados de un petróleo que, por lo menos, no tenemos que importar.
Entre estos recursos naturales tenemos la geotermia, de la cual queda bastante en el Golfo de California, donde además hay indicios de que tenemos gas natural que puede aprovecharse. Tenemos la energía del viento, que en La Ventosa, en Oaxaca, nos da uno de los mejores recursos de este tipo en el mundo, si no es que el mejor. También debemos aprovechar la electricidad generada a partir del agua de los ríos, en pequeña y mediana escalas (porque en gran escala, las áreas inundadas son enormes, y además la gente que vive ahí ya no se deja).
El uso desmedido de gas natural para generar electricidad ha afectado, además, a sectores de la petroquímica. Han cerrado, por ejemplo, plantas de producción de fertilizantes, que usan derivados de este gas.
Por si fuera poco lo anterior, los precios del gas natural en Estados Unidos, en el cual se basan los precios mexicanos, han subido considerablemente. El supuesto ahorro con las plantas de gas natural resultó una mentira más.
De ahí la importancia de impulsar medidas para ahorrar este combustible, que es también materia prima para la petroquímica. A los ejemplos mencionados deberán agregarse otros, con el propósito de lograr la autosuficiencia.