Usted está aquí: miércoles 4 de mayo de 2005 Cultura Bailarín mexicano cosecha elogios a escala internacional

Esteban Hernández, de 10 años, se dice feliz por hallar su camino: el ballet clásico

Bailarín mexicano cosecha elogios a escala internacional

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Esteban Ezekiel Hern�ez FOTO Luis Humberto Gonz�z

A los 10 años de edad, Esteban Hernández ya encontró su camino en la vida: ser un gran bailarín de ballet clásico con lo cual, acepta, se siente feliz.

De origen tapatío y con estudios técnicos de ballet que su padre, el maestro Héctor Hernández le ha enseñado de manera ''libre y abierta'', ha conseguido múltiples reconocimientos en tres años, desde que se inició formalmente en esta disciplina.

El más reciente es el primer lugar que obtuvo en el Youth Ballet Prix de San Petersburgo, Rusia, donde se colgó, el 27 de marzo, la medalla de oro en la categoría Junior 1 y obtuvo una beca de la Escuela Vaganova, de gran tradición en el mundo.

El pequeño bailarín dijo que para su participación en el encuentro ruso preparó tres variaciones de repertorio: Don Quijote, La Fille Mal Gardée y Arlequinada, aunque hubo fuerte competencia ''porque los rusos son los mejores del mundo''.

Padre e hijo aún no saben si aceptarán la beca, pero Esteban empieza a ser considerado a escala internacional.

Los halagos, explicaron, han sido de especialistas que lo han visto ejecutando sus pasos en Cuba y Rusia. Inclusive en 2004, comentó el maestro Hernández, en el Teatro Nacional de La Habana ''Esteban recibió una ovación de pie por más de cinco minutos''. Y el diario Granma publicó que el niño mexicano era ''una de las atracciones del acto por el dominio técnico que posee a su corta edad''.

Este martes, recién llegado de Rusia, el niño y su progenitor se reunieron con Sari Bermúdez, titular del Consejo para la Cultura y las Artes, quien les ofreció el apoyo de la institución, además de que aprobó el proyecto de Héctor Hernández de establecer una escuela de ballet en Guadalajara, la cual podría comenzar clases para bailarines avanzados en octubre próximo.

La academia-internado, que dirigirá el padre de Esteban, se llamará Escuela Superior de Ballet Conaculta y antes, en agosto -tras una propuesta de los Hernández- maestros rusos de la Vanagova impartirán cursos del 11 de julio al 3 de agosto en el Tec de Monterrey en Guadalajara.

Esteban Ezekiel, nacido el 16 de junio de 1994, habla con seguridad y firmeza. No lo inhibe la mirada curiosa de las personas y recuerda cómo surgió su gusto por el baile: ''Empecé a bailar porque veía a mi hermano Isaac. Lo acompañaba a todos lados y entonces le dije a mi papá que quería empezar a estudiar ballet y me empezó a dar las clases''.

De su experiencia en Cuba explicó: ''Cuando llegamos mi papá me inscribió y les dijo que yo no tenía el nivel de los niños de mi edad, que me pusieran en niveles más altos y no quisieron. Me pusieron en uno de 12 a 14 años, pero entonces una maestra salió y preguntó, '¿quién es ese muchacho?', y dijo 'este niño no puede estar aquí porque tiene un nivel superior'''.

Un día normal para Esteban es tomar dos horas de ballet, después sus clases de primaria con sistema abierto y de nuevo los ensayos. El pequeño bailarín, según su padre, a hecho más ''que Isaac a esa edad. Sus variaciones clásicas son más virtuosas y más técnicas, no improvisa, baila repertorio clásico''.

De 10 hermanos, sólo Esteban e Isaac siguen los pasos de su padre.

 
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