Usted está aquí: miércoles 4 de mayo de 2005 Sociedad y Justicia Migrante oaxaqueño se convierte en el rey del mole en Los Angeles

Llegó a esa ciudad con sólo cinco botellas de mezcal; hoy gana 2 mdd al año

Migrante oaxaqueño se convierte en el rey del mole en Los Angeles

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Ampliar la imagen Imagen de archivo de la Feria del Mole, en San Pedro Atocpan, delegaci�ilpa Alta FOTO Fabrizio Le�

Los Angeles, 3 de mayo. El empresario oaxaqueño Fernando López llegó como indocumentado a Estados Unidos con sólo cinco botellas de mezcal, que revendió y con las que ganó sus primeros 30 dólares, pero ahora es un próspero restaurantero.

Llamado ya por algunos el rey del mole, con sus restaurantes Guelaguetza, considerados entre los mejores de comida mexicana en Los Angeles, López obtiene ganacias anuales de unos 2 millones de dólares.

Estos ingresos los integra además con los de su compañía de envío de dinero a comunidades oaxaqueñas, que se entregan en 16 agencias en el estado del sur mexicano.

Originario de Matatlán, Oaxaca, en donde se dedicaba a la producción de mezcal a granel, después de tener grandes pérdidas decidió emigrar a Estados Unidos en 1993, luego de otra devaluación del peso. "Cuando llegué a este país con una mano adelante y la otra detrás, no sabía qué hacer y empecé a vender productos de Oaxaca, como quesillo, chapulines y mole, que traíamos de Tijuana", dijo.

En California, cifras extraoficiales estiman que existe medio millón de oaxaqueños. Ha llamado la atención que hay áreas en donde algunos hablan sólo sus lenguas originales, no español ni inglés.

"Llegué aquí con una hermana que limpiaba casas. Mientras, empecé a vender productos oaxaqueños y vi una gran respuesta cuando vendía por las noches en una calle angelina tlayudas, quesillo y mole.

"Mi trabajo empezó de forma clandestina; sólo esperaba que se fueran los inspectores de salud de la ciudad y ahí vendía hasta las dos de la madrugada, y muy pronto empecé a ver ganancias", relató.

"Cuando vi esa respuesta, instalé un restaurante pequeño en la calle Ocho y Normandie, en donde habían pasado 20 dueños y los negocios no pegaban. Me aferré a que lo oaxaqueño sí pegaría.

"Empecé con cuatro mesitas e invertí 9 mil dólares, que había reunido con mucho sacrificio. Un día me llegó un inspector que me dijo que había sido el más grande error y me sugirió que lo revendiera en 6 mil". El restaurante Guelaguetza ha sido considerado por Los Angeles Times y por expertos en comida internacional como uno de los más exitosos en esta ciudad.

 
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