La expansión de supermercados, uno de los factores que afectan, señala la FAO
En riesgo, la seguridad alimentaria para habitantes de las zonas rurales
La inseguridad alimentaria en la que se encuentran más de 800 millones de personas en el mundo puede incrementarse ante la creciente tendencia a concentrar el mercado minorista de alimentos en manos de unas cuantas empresas trasnacionales, que dominan las ventas en supermercados, y a las modificaciones en los hábitos alimenticios de la población, orientados a una creciente similitud en las dietas y una mayor dependencia de determinado número de productos.
El informe más reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre el tema revela que los cambios en los mercados alimentarios, estimulados por el rápido crecimiento de las ciudades y de los ingresos, tienen importantes repercusiones en la seguridad de millones de personas que no forman parte de la población urbana ni tienen mayores recursos, es decir, "los pequeños agricultores y los trabajadores sin tierra de las zonas rurales que componen el grueso de la población crónicamente hambrienta del mundo".
Para este sector, agrega el estudio, la globalización de la industria de la alimentación y la expansión de supermercados representan tanto una oportunidad de acceder a nuevos y lucrativos mercados como un importante riesgo de aumentar su marginación e incluso su extrema pobreza.
El informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2004, publicado en diciembre de ese año, señala que en las décadas recientes "un puñado de empresas trasnacionales, verticalmente integradas", ganó creciente control sobre el comercio, elaboración y venta mundial de alimentos, ya que en la actualidad las 30 mayores cadenas de supermercados acumulan cerca de un tercio de las ventas de alimentos en el planeta.
Tan sólo en América Latina y Asia oriental, donde se concentra el mayor crecimiento de inversión trasnacional en ese sector, la proporción de ventas de alimentos minorista en supermercados se incrementó de 20 a 50 por ciento en tan sólo una década.
La FAO destaca que de 1988 a 1997 la inversión extranjera directa en la industria alimentaria aumentó de 222 millones a 3 mil 300 millones de dólares en los países latinoamericanos, porcentaje que supera con creces el nivel de inversión en agricultura para la región, pues se estima que las empresas trasnacionales de alimentos, en su mayoría estadunidenses o europeas, que dirigen las grandes cadenas de supermercados en el mundo, tuvieron un crecimiento en los pasados 20 años de 270 por ciento en el número de países donde operan.
Las empresas más importantes del sector, casi todas trasnacionales, afirma el estudio, controlan entre 65 y 95 por ciento de las ventas de alimentos en supermercados en América Latina, pues su creciente predominio permite ofrecer a los consumidores mayor variedad, calidad e inocuidad de los alimentos debido a la creación de cadenas de suministros consolidada.
Sin embargo, las cadenas de supermercados nacionales están orientadas a contratar un número limitado de proveedores que puedan satisfacer sus condiciones, "con lo que muchos pequeños productores quedan excluidos de este mercado".
Entre los obstáculos que enfrentan para participar como proveedores escogidos por supermercados está la necesidad de realizar importantes inversiones en sistemas de riego, invernaderos, camiones, cámaras frigoríficas y tecnologías de envasado.