Los mercados son más inteligentes que los gobiernos, dice en el Consejo de las Américas
La seguridad, "esencial" para el éxito político y económico de AL: Rumsfeld
Sólo el libre comercio protege los bienes comunes de los pueblos, sostiene Condoleezza Rice
La transición política en México, "en situación muy crítica", considera David Rockefeller
Ampliar la imagen La secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, al presentar a William Rhodes, director del Consejo de las Am�cas, durante la sesi�nual del organismo financiero ayer en Washington FOTO Ap
Washington, 3 de mayo. No podía ser más explícito, el título de la ponencia presentada hoy por el secretario de Defensa estadunidense Donald Rumsfeld ante empresarios con intereses en América Latina fue: Asegurando el clima de negocios hemisférico.
La sinceridad siempre es loable. Rumsfeld se dedicó a explicar a los financieros, inversionistas, ejecutivos y analistas del prestigiado Consejo de las Américas -que celebran su reunión anual aquí con la presencia de su fundador David Rockefeller-, los desafíos y fundamentos de la seguridad hemisférica en relación con los intereses empresariales. El gobierno y el sector privado juntos sin pretexto, y todo realizado en el Departamento de Estado. La democracia y el libre mercado, fórmula básica de la política estadunidense, se estableció nuevamente aquí como el pilar de la relación con América Latina. Una no existe sin la otra.
Rumsfeld celebró el hecho de que los países del hemisferio americano trabajen conjuntamente por "la democracia y la oportunidad económica", y señaló que los asuntos de seguridad son "esenciales" para el éxito político y económico de estos países. "Los sistemas políticos libres y los sistemas económicos libres ofrecen la mejor oportunidad para los pueblos", subrayó varias veces. La pobreza, apuntó, es una amenaza a la seguridad, por nutrir violencia e inestabilidad.
En respuesta al fenómeno del "neopopulismo" en América Latina, dijo que no estaba sorprendido que surja, y que no es necesariamente negativo, aunque consideró que es una fase parecida a la adolescencia, donde se busca obtener algo inmediato, en lugar de construir lo que considera un proyecto "de comportamiento maduro" hacia un modelo de libre mercado y libre comercio. Las fuerzas en el mundo, añadió, que buscan "crear condiciones para la inversión" y la innovación, son tan fuertes que los países entenderán que lo mejor es "crear un ambiente ameno para el crecimiento y la prosperidad".
Poco después proclamó que "cualquiera con un poco de sentido sabe que los mercados son más inteligentes que los gobiernos". Por lo tanto, consideró que el afán populista es transitorio. Así, subrayó que la promoción del modelo de estos "sistemas libres", tanto en el ámbito político como en el económico, son la mejor opción, y con ello, se reducen las amenazas a la seguridad.
El hecho de que esta fórmula de "democracia"-libre mercado ahora también sea expresada explícitamente como política de seguridad, es algo que antes sólo se decía a escondidas, de manera diplomática, o en los análisis críticos realizados por lo que se llama "izquierda".
De hecho, un analista comentó que este nexo explícito entre intereses económicos del "mercado" (léase, iniciativa privada) y política de seguridad le recordaba de la famosa denuncia del condecorado mayor general de los marines Smedley Butler, quien entre otras cosas participó en la toma de Veracruz en 1914, y que en un discurso en 1933 declaró: "Dediqué 33 años y 4 meses al servicio militar activo... y durante ese periodo dediqué la mayoría del tiempo a ser un golpeador para el gran empresariado, Wall Street y los banqueros. En breve, fui... un gángster para el capitalismo".
Butler señaló: "ayudé en asegurar a México, particularmente Tampico, para los intereses petroleros estadunidenses en 1914. Ayudé a hacer de Haití y Cuba un lugar decente para que los chicos del National City Bank recaudaran ingresos. Ayudé a violar media docena de repúblicas centroamericanas en beneficio de Wall Street... Ayudé a purificar Nicaragua para la casa internacional banquera de Brown Brothers en 1909-1912...", y continúa, comentando que le podría haber ofrecido consejos a Al Capone.
El tema de mercado libre, democracia libre, como marco de la política estadunidense en América Latina fue primero abordado por la secretaria de Estado Condoleezza Rice, quien inauguró la reunión anual del Consejo de las Américas en Washington, una entidad establecida en Nueva York como un tipo de asociación empresarial estadunidense dedicada a las relaciones con América Latina.
Rice recordó que acaba de regresar de una gira por la región, donde entre otros logros señaló el de alcanzar un "consenso" sobre aprobar a José Miguel Insulza como secretario general de la Organización de Estados Americanos, y dijo que esto marcaba una nueva era de cooperación y unidad en el hemisferio. Subrayó que durante los últimos 25 años se ha dado un cambio en la región, donde han sido expulsados los "asesinos, rateros y dictadores" al optar por la "democracia", al igual que se han dejado atrás los regímenes "de economías estatistas corruptas" que empobrecieron a sus pueblos.
"Los países de nuestro hemisferio comparten ahora un consenso de que la democracia y la libertad económica son los únicos caminos al éxito", afirmó Rice. "La división real en las Américas hoy día no es entre gobiernos de la izquierda y la derecha. La división real es entre aquellos que son electos y gobiernan democráticamente y aquellos que no".
Agregó, regresando a la fórmula sagrada de democracia y mercado libre, que "para atraer comercio e inversión, los países democráticos crearán las condiciones políticas para la prosperidad, transparencia, gobiernos que rinden cuentas...". Y al hacerlo, estas "reformas democráticas" se traducirán en "oportunidades" para superar la pobreza y la participación. Aseguró que "sólo mercados libres y el libre comercio protegen los bienes comunes que todos los pueblos comparten y gozan juntos".
Concluyó que por lo tanto hoy existe un acuerdo entre los países del hemisferio que hace 25 años hubiera sido imposible, ya que "estábamos en desacuerdo sobre temas fundamentales de principio". Por lo tanto, hoy, con la ayuda del Consejo de las Américas, Rice celebró que "las naciones de las Américas han forjado un gran consenso sobre la importancia de mentes libres y mercados libres".
Menos optimismo
Una de las figuras más famosas del mundo empresarial, David Rockefeller, no pareció compartir del todo el optimismo de Rice. En entrevista con La Jornada, Rockefeller fue preguntado sobre su percepción de la aparente ruptura del llamado consenso de Washington en políticas neoliberales en América Latina. "Pues, yo pensaba que había beneficios (de ese consenso) y no estoy seguro de que lo que está emergiendo necesariamente va a resultar en el tipo de unidad que yo creo sería útil".
Agregó a la vez que líderes como Lula en Brasil "eran preocupantes antes de llegar a gobernar, por muchas de las cosas que dijo, pero en los hechos, una vez que llegó al poder hizo muchas cosas que necesitaban hacerse, y por lo tanto estoy bastante esperanzado por esto".
En el caso mexicano, dentro del contexto de las transiciones políticas en la región, Rockefeller opinó que "está en una etapa muy crítica, y honestamente no tengo una idea clara de lo que va a ocurrir". Concluyó que "no está claro quién va a ganar, y cuáles serán sus políticas. Me gustó Fox, creo que ha hecho cosas buenas, pero no ha logrado impulsar las reformas por las que abogó, y eso es una lástima. Por eso, la pregunta ahora es si al llegar un nuevo gobierno, número uno: ¿tendrá el punto de vista correcto?, y segundo: ¿podrá realizarlo?"
Si resulta ser Andrés Manuel López Obrador el ganador, dijo esperar que sea más como un Lula. "Aún es muy temprano para saberlo", señaló.