Usted está aquí: lunes 2 de mayo de 2005 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

El alto vacío

Semana de remates

Presidencia fantasmal

La transa de la transición

V ICENTE FOX VA TIRANDO tirando por el camino las pocas prendas que le quedasen y que pudieran preservarle alguna apariencia de poder. Lo único que hoy le importa es que le sea dado volver a sonreír en público por causas no identificables y que no le vuelvan a sacar pancartas estudiantiles relacionadas con traiciones. Deambula, fantasmal, entre los linderos del mero protocolo oficial intrascendente y las recetas antidepresivas prozaicas; duende con pretensiones de ser o aparecer amistoso que desempolva en sus momentos de mayor desgracia la V de la victoria -involuntario humor negro- mientras a su lado se desmoronan sus sueños de megalomanía campestre: no pudo con su adversario de obsesión neurológica, el peje enjabonado; la sucesión asistida que pretendía imponer se le ha descompuesto al extremo; el funcionamiento del sistema político que él desquició gravemente ahora amenaza con arrollarlo y, ¡oh, Condoleezza!, tampoco fue posible conseguir la secretaría general de la OEA. Loca semana de remates en que Vicente pujó y pujó en las subastas nacional e internacional pero a pesar de sus posturas en las almonedas nomás no consiguió adjudicarse más que nada.

ESPECTRO (ELFO, GNOMO) que se niega a darse por notificado de su defunción política (como también Santiago Cree El que sigue políticamente vivo, viable, eficaz), aunque continúa repartiendo esquelas a título de discursos y proclamas. Ayer, por ejemplo, en el contexto de la máxima movilización obrera anual, el ente bis desengañó con crueldad a quienes hubiesen creído en sus chistes de campaña de 2000: la transición mexicana y la madurez democrática son (¡oh que antes fue hoy, hoy, hoy!) "un proceso arduo a alcanzar", así es que, ¡hostias!, "nadie pudo haber pensado que sería fácil, nadie dijo que se terminaría en los primeros 100 días de gobierno, o en los primeros mil días, ni en todo este sexenio, ni quizá en toda una generación" (¡chin: hubiera dicho eso cuando era candidato y a lo mejor no le habrían creído ni los saltimbanquis ésos del voto útil!).

GOBIERNO DESFONDADO, sin nada que ofrecer, ni siquiera promesas o engaños. Vacío de poder en el que el notario general de la República, el licenciado Cowhead, tiembla ante reporteros del Senado que le quieren entrevistar luego de ratificar (¿por fin, rata o vaca?, ¿sería, en su caso, "vaquificar"?) su nombramiento. Es-tante tembeleque de tendajón llamado El Gabinete, en el que las mercancías idas, manoseadas y depreciadas son tranquilamente reacomodadas en la sección Cancillería. Y las tragedias declarativas del vocero, que en realidad es un cronista de la desgracia institucional, Rubencito de los Carreños que con inocencia propia de viejas épocas del cine nacional reconoce sin más que el gobierno decidió cambiar de estrategia en el asunto del desafuero como quien cambia de marca de desodorante, hoy el que tiene aroma político como ayer el jurídico y legislativo; Rubenazo ante los micrófonos que otorga por sí mismo condición de precandidatos presidenciales a Santiaguito Reemplazable y a Alberto Cárdenas Jiménez, éste con olor a bosques jaliscienses quemados, mismos encapuchados ahora destapados a los que Ron Dubén da pocos días más en ejercicio oficial, pues considera el zar (zar, se escribió, no juar, juar) de la comunicación social presidencial da la primicia de que pronto renunciarán a sus cargos para entrarle a la batalla panista en la que hoy, considera este tecleador astillado, ya no hay gallos ni gallinas viables, arrasados todos por el tsunami Fox.

EN EL PRI, MIENTRAS TANTO, el niño Betito hace berrinche, encabritado (en Cuba, según la Real Academia, se le llama berrinche al olor desagradable que despiden las cabras) porque el niño Chentito se lo chentó con el cuento ése del desafuero al que Madracito apostó sus canicas legislativas. Ya se hacía Robertico con medio cuerpo (adentro, no fuera) en Los Pinos, y ahora ni modo de sacarle al ingrato guanajuatense una pancarta acusándolo de traidor a la democracia bipartidista concertada. Pataleos del dirigente priísta y de Milito Chuayffet, mientras aparece en escena José Mu-rat con un autodiscurso de censura a los juegos derechistas que habrían llevado al priísmo (¿izquierdista?) a pactar desafueros que ahora han dejado en ridículo al partido tricolor.

EL PEJE, YA CONVERTIDO en héroe cívico al que en 2006 simples trámites burocráticos menores (llamados votación) habrán de colocar en el nicho presidencial predestinado, se alista junto con porfirismos reciclados y camachismos expansivos a dejar la silla capitalina en julio. En el camino es posible que se atraviesen contratiempos fílmicos a cargo de la misma productora de famosos videos anteriores, aunque ahora con Gustavo Ponce como estrella delatora, quien ha tenido largo tiempo en los Estudios La Palma para ensayar sus parlamentos.

ASTILLAS: La esposa del presidente ha estado de excelente humor, de lo que han dado cuenta distinguidos periodistas a quienes ha sido grato escucharla hablando con soltura e ingenio. De hecho, hizo a un lado a su cónyuge cuando éste comenzaba a hablar ante la prensa con rutinas ya muy gastadas. "No, ese viejo chiste no", le dijo la prima dama a su vaquero marido y ella tomó el micrófono para comentar que su suegra es una especie de Don Corleone, que ella (la esposa al habla) sí puede pronunciar bien palabras que su media naranja no, que si el señor Presidente quiere acabar con problemas graves debe dormirse más tarde y que no todo se arregla en el mundo como en el rancho familiar, con una motosierra. Así habló Laura Bush en la cena anual de corresponsales de prensa en Washington... ¿La señora Marta? ¡Ah, no: ella estaba ayer distribuyendo boletines de prensa para negar que sus hijos hagan grandes negocios al amparo del apellido!... Y, mientras siguen algunos panistas asegurando que al empresario Bernardo Domínguez Cereceres lo quitaron del patronato de la Biblioteca de México José Vasconcelos no sólo por sus broncas judiciales pendientes sino, sobre todo, por enojos creenolinos, porque era el recaudador de fondos para la campaña de Francisco Barrio, ¡hasta mañana!

Fax: 56 05 20 99 * [email protected]

 
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