Aún hay en el mundo 27 mil cabezas atómicas, asegura Mohamed El Baradei
Superado, el tratado de no proliferación de armas nucleares, afirma director de la AIEA
El interés de terroristas por tener este armamento hizo obsoleto el control que había, declara
En una visita a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, señaló que pese al Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares hay nueve naciones con este tipo de armamento, por lo que consideró que las reglas escritas en este protocolo ya no son acordes con la realidad moderna y necesitan ajustes.
Al adelantar que la próxima semana habrá una revisión sobre este acuerdo, signado por 188 países, advirtió: "si en realidad se quiere cuidar la no proliferación y que 30 o 40 países con capacidad para armarse de esta manera en breve tiempo sean controlados, es indispensable evitar el acceso a los materiales y contar con un mecanismo de cumplimiento de los compromisos adquiridos, pues todavía hay 27 mil cabezas nucleares en el mundo".
Al dictar la conferencia magistral Nuclear Non Proliferation Challenges and Opportunities, en la que estuvo presente el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, el director de la AIEA quien ha trabajado para que la energía atómica se utilice en beneficio de los pueblos, señaló la necesidad de lograr el equilibrio correcto entre el desarrollo y la seguridad.
Dijo que los nuevos desafíos surgen porque la tecnología nuclear se diseminó, se incrementó el interés de los terroristas por adquirirla y "un mayor número de países están intentando trabajar subrepticiamente en su adquisición mediante el tráfico ilícito" de los materiales.
El control que se tenía en el pasado sobre los materiales para la fabricación de armas -como el uranio enriquecido y el plutonio- ya no es lo más eficiente, añadió. Manifestó que otro desafío es el tráfico ilícito de elementos nucleares, lo cual es similar a lo que sucede con el crimen organizado.
Por su parte, el rector Juan Ramón de la Fuente consideró que estos complejos problemas sólo podrán encontrar una mayor estabilidad en la medida en que se fortalezca el multilateralismo.
En ese sentido, señaló la necesidad de robustecer el sistema de Naciones Unidas y de organizaciones como la AIEA, con el objetivo de que se conviertan en el foro donde se discutan, diriman y resuelvan estos conflictos.
De la Fuente dejó en claro que la ciencia y la tecnología son "nuestras aliadas, no nuestras adversarias", y lo que se requiere es encontrar los mecanismos que permitan regular mejor su uso y conocimiento.
Por su parte, la catedrática universitaria Ana María Cetto, quien también es directora adjunta de la agencia, destacó el papel que ha tenido México en la lucha en favor del desarme y su tradición pacifista como un valioso elemento en su política internacional.
Recordó el proceso que culminó con el Tratado de Tlatelolco o de Zona Libre de Armas Nucleares, primero en el mundo, y que fue un acontecimiento que se firmó en 1968 con la adhesión de países de América Latina y el Caribe.