Los interesados deberán manifestar al IFE su deseo de sufragar
Aprueba Cámara de Senadores voto de mexicanos en el exterior vía correo
Necesitan tener credencial de elector y enviar una constancia de domicilio
Con aplausos, y después de la participación de 15 oradores, la Cámara de Senadores aprobó las reformas para posibilitar el voto de los mexicanos residentes en el extranjero, por conducto postal, para la elección presidencial de 2006. Asimismo, desechó la propuesta del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para que se abriera un programa de reposición de credenciales a migrantes que la hubiesen extraviado y que el sufragio fuera certificado.
Los senadores regresarán la minuta a la Cámara de Diputados y con ello evitarán cargar con el costo político que habría significado rechazarla por completo, ya que esto hubiera significado la imposibilidad de que los migrantes mexicanos votaran.
Representantes de migrantes presentes en la Cámara de Senadores recibieron con aplausos la aprobación de la reforma y se sumaron al festejo los legisladores, que felicitaron a los visitantes por su lucha en favor del voto en el extranjero.
Las reformas a la minuta que les envió la colegisladora fueron aprobadas con 91 votos a favor, dos en contra -de Manuel Bartlett y Jorge Doroteo Zapata- y la abstención de Roberto Pérez de Alba, priístas los tres.
La reforma permitirá votar sólo a mexicanos residentes en el extranjero que tengan credencial de elector y manifiesten su voluntad de querer sufragar al Instituto Federal Electoral (IFE). Para ello deberán enviar por correo copia de su mica y un comprobante de domicilio.
En tribuna, senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y PRD insistieron en que esta reforma "es un primer paso", y se manifestaron en favor de que los diputados la aprueben.
La senadora Silvia Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte -una de las tres comisiones dictaminadoras-, dijo que desde hace 10 años el Congreso discute el tema e inclusive en 1996 se legisló al respecto, pero no se cumplió la ley. Argumentó que si no se concede el voto a los mexicanos residentes en el exterior, "cómo le decimos al gobierno de Estados Unidos que dé derechos a nuestros compatriotas en su territorio, que los trate bien, que los reconozca y les dé plena legalidad".
Insistió en que los connacionales residentes en el exterior, en Estados Unidos en particular, "son mexicanos sin gobierno, sin representación; nadie se hace cargo de ellos", por eso "esperamos que el dictamen tenga buena aceptación en la Cámara de Diputados, que abriría una posibilidad ineludible a los partidos y a los candidatos".
Erika Larregui, senadora del Partido Verde, destacó que después de nueve años de que fuera aprobada una reforma para que los mexicanos ejerzan su derecho al voto, independientemente del lugar en que se encuentren, "hoy esa realidad se torna un poco más tangible; con la aprobación (de la reforma) se protegerá nuestro sistema electoral, y el voto por correo es una opción".
El perredista Raymundo Cárdenas recordó que aunque en 1996 se aprobó la reforma constitucional que eliminó el obstáculo para que los mexicanos en el exterior emitieran su voto, no pasó nada, ya que "llegó el balde de agua fría, porque la fuerza que gobernaba en aquella ocasión simplemente no hizo su tarea y no preparó las condiciones para que nuestros paisanos votaran en 2000".
Apuntó que hace unos meses la Cámara de Diputados elaboró "un gran dictamen" que aseguraba la igualdad del voto de los mexicanos de aquí y de allá, y estableció unos (artículos) transitorios que permitían hacer una elección para 2006. Se echaron las campanas a vuelo, en Estados Unidos hubo comentarios favorables en los medios de comunicación, pero de nuevo vino el balde de agua fría. El IFE, el tribunal electoral y la cancillería señalaron que no se podía instrumentar ese dictamen.
Advirtió: "no sé si en la Cámara de Diputados, en las próximas horas o días, venga otro balde de agua fría, porque las fuerzas que hagan mayoría decidan que este sistema que les estamos enviando no es el que ellos nos propusieron".
Senadores de todos los partidos consideraron que la reforma aprobada "es un primer paso", pero la legislación electoral deberá seguirse perfeccionando.