MEXICO SA
La calculadora del "cambio" que siempre suma, no resta, empleos
Un millón de "ocupaciones productivas" al año
La información del INEGI contradice a Fox
AFERRADO A CELEBRAR en el discurso lo que en los hechos mantiene como una vergonzosa asignatura pendiente, el presidente Vicente Fox se ufana de haber creado entre 800 mil y un millón "ocupaciones productivas" (que según él deben leerse como empleos formales, fijos y bien remunerados) en cada uno de sus cuatro años de gobierno -como él le llama-, más un millón 200 mil que "seguramente" quedarán asentadas en 2005.
DE NUEVA CUENTA el fatuo "ya cumplí", a pesar de que las propias cifras oficiales (las que dice utilizar a la hora del discurso) reportan que la tasa de desempleo abierto se duplicó en el plazo referido, y que, en todo caso, las "ocupaciones productivas" no son más que sinónimo de la precaria subsistencia en un país en el que la población se pauperiza a pasos agigantados.
DICE EL INQUILINO de Los Pinos que durante su administración -como él le llama- se han generado entre 3.8 y 4 millones de "ocupaciones productivas". De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo, la población económicamente activa en el país se incrementó en 2.9 millones de mexicanos entre diciembre de 2000 e igual mes de 2004. Si se comparan los datos, entonces la exitosa promoción que del empleo ha hecho el gobierno del "cambio" arroja un saldo extremadamente positivo para México: entre 900 mil y 1.1 millón de empleos, según el discurso foxista.
EN EL EXCESO, el presidente Fox dice que es tal la oferta de trabajo en la industria maquiladora de exportación (versión Los Pinos) que "en este momento hay un déficit de 90 mil empleos que están buscando las maquiladoras y que no están encontrando", es decir, "las plantas están solicitando personal y no lo encuentran", sobre todo en la frontera norte.
LA INFORMACION DEL INEGI -herramienta que según esto utiliza el guanajuatense- sostiene exactamente lo contrario y más, porque en realidad de diciembre de 2000 a enero de 2005 este sector industrial ha cancelado poco más de 190 mil empleos, de tal suerte que el inquilino de Los Pinos lee mal las cifras, o de plano las manipula con base en su calculadora del "cambio", es decir, la que siempre suma, nunca resta.
ESTARAN DE FELICES los desempleados de la frontera norte del país luego de conocer que los patrones "no están encontrando" mano de obra, especialmente cuando ellos mismos saben que en los recientes cuatro años las maquiladoras en Baja California cancelaron 54 mil empleos, 31 mil en Sonora, casi 55 mil en Chihuahua, cerca de 10 mil en Coahuila y 9 mil en Tamaulipas.
POR LO VISTO, no distingue, ni sabe de qué se trata. El mismo regaló la perla: "...por eso, la tasa nacional de ocupación productiva en el país se ha mantenido prácticamente estática a lo largo de estos cuatro años, una tasa que en el último reporte, el del mes de marzo, es de 3.8 por ciento... De esos 45 millones de personas, de mexicanas y mexicanos que salen a trabajar todos los días, 3.8 por ciento no han encontrado la oportunidad de hacerlo, hay un reto para seguir disminuyendo esta tasa nacional de desempleo", como se aventó al ruedo en la inauguración del "congreso internacional de emprendedores e incubadoras de empresas 2005".
EN ESOS CUATRO AÑOS, 2 millones de mexicanos fueron expulsados de su tierra por el apartheid económico que tanto gusta en Los Pinos, amén de que la gran empresa -también favorita- canceló 415 mil empleos, de acuerdo con cifras oficiales. La tasa neta de participación es ahora más baja que en diciembre de 2000, al pasar de 55.3 a 54.7 por ciento de la población económicamente activa, y la tasa de ocupación en el sector informal pasó de 24.9 a 26.6 por ciento.
SUELE SER FATUO el discurso presidencial, pero adquiere dimensiones de crueldad cuando con tanta ligereza aborda el tema laboral y refiere sus "logros históricos" en materia de empleo, que sólo él cree verdaderos.
AUTENTICO, ESE SI, el río de gente que ayer inundó el Zócalo capitalino y el Paseo de la Reforma para apoyar a Andrés Manuel López Obrador y su programa alternativo de nación. Nunca se había registrado tal nivel de participación.
EL DEL PEJE fue un discurso incluyente, prospectivo y sin calificativos. Todos tienen cupo en dicho proyecto, porque "es posible transformar la realidad con sólo el empuje de la sociedad, pero se avanza más y de manera menos conflictiva si se pacta ese compromiso con los diversos actores de la vida pública; cuento con el apoyo popular, que es esencial, pero hace falta también tomar en cuenta a los representantes de todos los sectores, con el fin de transformar política, económica, social y culturalmente al país. No puede haber un pensamiento único, pensamos distinto, pero no hay motivos para que nadie se preocupe o se alarme con el proyecto alternativo de nación, además no hay que imaginar cosas que no van a suceder".
COMO PUNTO FUNDAMENTAL de su proyecto, "sin lugar a dudas", López Obrador hablo del combate a la pobreza: "nosotros buscamos un cambio con el concurso de todas y de todos, persuadiendo y convenciendo que la mejor garantía de seguridad y tranquilidad está en evitar que siga creciendo la desigualdad social".
LANZO UN MENSAJE a los empresarios: "el cambio que proponemos no significa un retorno al estatismo, como tampoco implica la adopción sumisa de las políticas neoliberales, ineficaces y deshumanizadas. Utilicemos la globalización no sólo para padecerla, sino para aprovecharla. Atenderemos los fundamentos actuales de la economía. Sin privatizar, apoyaremos la refinación y la petroquímica para generar empleos y lograr que la gasolina, el gas y otros derivados dejen de importarse, que se produzcan en el país y se vendan a precios justos y competitivos en el mercado internacional".
EN FIN, EL peje jefe de Gobierno hoy, de nueva cuenta, despachando como tal.
Las rebanadas del pastel:
SI, COMO DICEN, cada participante en la marcha de ayer les significó una gota de sudor, el inquilino de Los Pinos y su gobierno del "cambio" quedaron perfectamente deshidratados... Las "renuncias" de Santiago Creel, Rafael Macedo de la Concha y Carlos Vega Memije no alcanzan para que el presidente Fox se lave las manos.