Sugiere que gobierno y Congreso discutan la política que defina prioridades estratégicas
Prevé el CEESP fuertes problemas que amenazan la estabilidad fiscal
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Muchos programas de gasto s�benefician a personas de medios y altos ingresos, lo que limita el potencial de atender prioridades estrat�cas, afirman economistas del sector privado, basados en an�sis del Banco Mundial. En la foto, desplazados de comunidades chiapanecas FOTO Jos�arlo Gonz�z
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), apoyado en un estudio del Banco Mundial, afirmó que importantes problemas amenazan la estabilidad fiscal en el mediano y largo plazos debido a la debilidad de la base de contribuyentes, la presencia de rigideces en el uso de los recursos y en la asignación del gasto, así como por pasivos contingentes, como los correspondientes a pensiones.
Además, los rezagos sociales permanecen y hacen evidente la falta de alineación del gasto con las prioridades estratégicas del país, como reducción de la pobreza y el crecimiento mediante la inversión. Actualmente, una gran parte del presupuesto (57 por ciento) se destina a pagar el servicio de la deuda, sueldos y salarios, transferencias especificadas nominalmente para los gobiernos estatales y a otras obligaciones impostergables.
Los analistas del sector privado precisaron que los compromisos impostergables contraídos restan eficiencia al gasto público. Un aspecto que destaca es que muchos programas de gasto benefician a grupos de ingresos relativos medios y altos, lo que limita el potencial para atender las prioridades estratégicas de México.
El análisis del Banco Mundial reveló que de los programas de gasto sólo Oportunidades, Procampo y los de educación y salud básica son realmente progresivos: otorgan más beneficios per cápita a los miembros de las familias pobres que a los ricos, afirmaron los economistas privados.
Agregaron: para que México mantenga los avances económicos y mejoras en la calidad del gasto, los próximos gobiernos tendrán que mantener equilibrio fiscal, enfrentar pasivos contingentes y flexibilizar el gasto para que pueda ajustarse a las prioridades que constantemente evolucionan.
A pesar de estos progresos, indicaron los expertos, es necesario enfatizar que dada la prioridad para abatir y reducir la pobreza, así como para generar empleos, las asignaciones de gasto público todavía no están alineadas totalmente para enfrentar esas prioridades estratégicas.
Sobresale que la inversión pública en infraestructura, fundamental para detonar mayores inversiones privadas y elevar la competitividad, estuvo estancada hasta hace muy poco tiempo y que una buena parte del incremento del gasto ha sido capturada por intereses especiales en los sectores público y privado.
En este contexto, expusieron, las erogaciones obligatorias del gasto público, muchas de las cuales carecen de la transparencia necesaria, imponen rigidez al gasto, que en caso de una disminución no prevista en los ingresos públicos, conllevan necesariamente a declinaciones significativas en otros rubros más flexibles, por ejemplo inversión, tal como ha sucedido en el pasado.
Por las razones expuestas, plantearon que el gobierno y el Congreso deben llevar a cabo una discusión de política fiscal que establezca claramente las prioridades estratégicas del país y se concreten acuerdos antes de la discusión en detalle del próximo presupuesto. La planeación de gastos hecha sin restricciones multianuales de recursos conduce a resultados inalcanzables o, en el mejor de los casos, parciales.
Los economistas del CEESP recomendaron eliminar la gran dependencia que tienen los ingresos públicos del petróleo, porque además de ser un recurso no renovable, hace que sea muy errático el comportamiento de esa captación.