Usted está aquí: martes 19 de abril de 2005 Cultura Mañana, debut en México del Ballet del Teatro de la Scala de Milán

Estrenará aquí una versión innovadora de Sueño de una noche de verano

Mañana, debut en México del Ballet del Teatro de la Scala de Milán

MERRY MAC MASTERS

Ampliar la imagen Fr�ric Olivieri, director art�ico del Ballet del Teatro de la Scala de Mil� flanqueado por algunos bailarines de la compa�FOTO Mar�Luisa Severiano

El Ballet del Teatro de la Scala de Milán se presentará por vez primera en México a partir de mañana en el Auditorio Nacional, con dos espectaculares producciones; ambas son historias de amor con final feliz.

Su versión coreográfica de El lago de los cisnes (días 20, 21 y 22), de Vladimir Bourmeister, estrenada el 24 de abril de 1953, se apega más a la partitura original de Chaikovsky, mientras que Sueño de una noche de verano, ballet completo de George Balanchine, con música de Felix Mendelssohn, será un estreno en México.

También será la primera vez que este ballet, que parte de una obra de Shakespeare, se presenta en el exterior tal cual es visto en Milán, con el coro del Teatro de la Scala.

Acerca de las variantes de El lago de los cisnes, Frédéric Olivieri (Niza, 1961), director artístico del ballet milanés, detalló ayer en conferencia de prensa que, en primer lugar, en el prólogo se baila y es cuando la princesa Odette es convertida en cisne.

Luego la variación del cisne negro, que estaba en el tercer acto, ahora se presenta en el primero con el príncipe Sigfrido y el pas de deux en ese momento con la princesa, como fue escrita en la partitura original. En el cuarto acto se simula un lago en el escenario, en el cual se sumerge el noble enamorado.

En la primera parte de Sueño de una noche de verano se cuenta la historia escrita por Shakespeare, mientras que la segunda constituye un derroche de la técnica y la musicalidad de Balanchine.

El ballet emplea a 32 jóvenes estudiantes mexicanas, quienes fueron escogidas por su ''musicalidad, expresividad corporal y habilidad técnica''.

Aparte de que eso permite al Ballet del Teatro de la Scala tener un intercambio con México, así Balanchine concibió su obra en 1962. El coreógrafo de origen ruso, relató Olivieri, cuando salía de gira por Estados Unidos incorporaba a las estudiantes de ballet de las distintas ciudades donde llegaba. Esto también constituye un mayor acercamiento entre la compañía visitante y el lugar visitado, porque las seleccionadas tienen que ensayar, lo que en este caso implica usar las instalaciones de la Compañía Nacional de Danza de México.

Intercambio académico

Arcelia de la Peña, presidenta de Ars Tempo Producciones, dijo que a la empresa promotora siempre le ha interesado fomentar el intercambio en la docencia.

Sin embargo hizo hincapié en la especial disposición al respecto del Ballet del Teatro de la Scala.

El propio Olivieri impartirá dos de las clases.

La compañía se encuentra en un momento de mucha actividad, pues acaba de dar 11 funciones del ballet Giselle, aparte de montar los dos espectáculos para México. Encima de todo, el pasado 2 de abril renunció Riccardo Muti, director musical de la Opera del Teatro de la Scala.

Olivieri lamentó la partida de Muti, a quien considera ''una persona excepcional, no sólo en el campo musical''.

Aunque no le toca decir quién tomará su lugar, Frédéric Olivieri hizo votos por que el nombramiento se haga de manera veloz, porque ''esto ayudará a que la parte artística del Teatro la Scala tome un nuevo rumbo''.

 
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