Ojeriza en la Corte, precio del apoyo a AMLO

En agosto de 1999 el abogado Javier Quijano gozaba del reconocimiento de propios y extraños, al grado de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo invitó a formar parte de la comisión redactora encargada de elaborar un proyecto de reforma a la Ley de Amparo. Sin embargo, seis años después, su participación en el equipo legal que apoya al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, lo ha distanciado de algunos de los ministros del máximo tribunal, quienes incluso cuestionaron su presencia en uno de los actos conmemorativos de los diez años de la restructuración del Poder Judicial de la Federación.

"¿Qué hace aquí? ¿Quién lo invitó?", le reclamó molesto un ministro el día que vio a Quijano en uno de los actos que se desarrollaron del 7 al 11 de febrero pasado en la Corte. El "pecado" del litigante fue que formaba parte del equipo que apoya a López Obrador.

Quijano, quien fue presidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, una de las más prestigiadas del país, dejó de ser bien visto en la SCJN, confió un alto funcionario judicial a este diario.

No es casual, comentó, que de todos los especialistas que no pertenecían al Poder Judicial federal y que integraron esa comisión redactora del proyecto de nueva Ley de Amparo, el único que no participó en los actos conmemorativos de los diez años de la restructuración de la judicatura federal fue el propio Quijano.

José Ramón Cossío, actual ministro de la Corte, intervino como académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Héctor Fix-Zamudio, investigador emérito de la UNAM, fue ponente en el primer panel de discusión con el tema Tribunales constitucionales y democracia, junto con el ministro José de Jesús Gudiño Pelayo y el magistrado Manuel Aragón Reyes, magistrado del Tribunal Constitucional de España.

Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, litigante especializado en derecho constitucional, tomó parte en el panel Efectos de las sentencias de tribunales constitucionales.

La descortesía hacia Quijano bajo la presidencia del ministro Mariano Azuela Güitrón -quien hasta la fecha no ha declarado públicamente sobre el encuentro que sostuvo con el presidente Vicente Fox, en el cual se habló precisamente sobre el desafuero de López Obrador- no llegó al grado de no invitarlo: simplemente lo marginaron de los reflectores de las mesas de discusión.

-¿Qué fue lo que molestó tanto a la presidencia de la Corte? -se le preguntó al funcionario.

-¿Te parece poco que declarara que el desafuero era equiparable a un golpe de Estado?...

Jesús Aranda