Usted está aquí: sábado 16 de abril de 2005 Capital Vecinos de El Encino se quejan por el cierre de la calle que construiría el GDF

"La vía no sólo beneficiaría a un particular sino a toda una comunidad", aseguran

Vecinos de El Encino se quejan por el cierre de la calle que construiría el GDF

JOSEFINA QUINTERO MORALES

Ampliar la imagen Aspecto de una de las calles, que, seg�bitantes de algunas colonias aleda�a El Encino, han sido afectadas por la cancelaci�e la v�que construir�el Gobierno del Distrito Federal FOTO JOSE ANTONIO LOPEZ

Habitantes de las colonias Las Tinajas, Lomas de Memetla y Lomas de Ocote, de la delegación Cuajimalpa, no entienden "el pleito del presidente Vicente Fox con el jefe de Gobierno de la ciudad, Andrés Manuel López Obrador"; para ellos, que viven justo detrás del predio El Encino, el problema real son los conflictos viales que genera el cierre de la calle, conocida por los residentes como el camino a La Ponderosa o Carlos Graf, como la pretendía llamar el Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Las colonias son nuevas, algunos vecinos dicen que tienen 17, otros 20 y otros hasta 30 años. "Todos los terrenos eran ejidales", señala Vicente Nieto, habitante de la colonia Lomas de Memetla.

"Hubo muchos dueños; todos se sentían propietarios de la tierra, porque esto era un valle. Las familias salían de día de campo justo en la zona de El Encino, atrás de las minas, sólo había que cruzar el puente.

"En ese entonces -recuerda el residente- nadie prohibía el paso, andábamos de aquí para allá. No se escuchaba nada de la propiedad privada".

Cuando se fraccionó la tierra, la dueña de todo era Casilda Martínez, asegura Nieto, ya que ella fue quien le vendió su propiedad localizada en la calle Prolongación División del Norte.

Angel Pérez, también vecino y comerciante de la colonia, recuerda que todo era zona ecológica y que el predio de El Encino fue propiedad de un hombre de apellido Segura que murió intestado. "Por aquí hay muchos que se dicen dueños, pero sabrá Dios la verdad".

El tendero recuerda las cabalgatas que hacía el cantante Pedro Infante con sus amigos, pues vivía muy cerca del lugar. Y agrega: "A partir de que se construyó el centro comercial las cosas han cambiado. Hubo más gente, más coches, y como consecuencia del desarrollo, más problemas".

Hasta hace algunos años por "la calle de López Obrador", como también se le conoce a los metros de tierra de El Encino que están en disputa, todo era terracería, pero había circulación; la gente podía transitar sin problema. Ahora con el cierre los habitantes de la zona tienen que dar la vuelta hasta El Contadero o El Yaqui para ir a Tacubaya o al Metro.

En Lomas de Ocote -salida de las colonias- las vías se saturan de coches porque son calles muy angostas y de doble sentido; "ahí -se quejan los habitantes- es donde también hacen falta señalamientos viales y semáforos, principalmente en Prolongación Juárez".

Francisco González, taxista y vecino del lugar, comenta que antes de cerrar El Encino la calle de Prolongación División del Norte funcionaba como desfogue vial, sin embargo, ahora quienes vienen de Santa Fe tienen que rodear y se llenan de coches las calles Arteaga, Salazar, Cerrada del Carmen y Juárez: "en un tramo de cinco minutos llegas a estar hasta media hora detenido por completo", asegura el conductor.

Por su parte, Paloma López, ama de casa, comenta que entrar por la colonia Tinajas es una pérdida de tiempo, "sería mejor que permitieran el acceso por El Encino, porque hacer la vía no sólo beneficiaría a un particular sino a toda una comunidad".

 
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