No prospera propuesta para legalizar la eutanasia
Parlamento francés legisla en favor de "dejar morir"
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Manifestantes en Pinellas Park, Florida, ped� el pasado 21 de marzo que no se permitiera la muerte de Terri Schiavo, quien se encontraba en estado vegetativo desde hac�15 a� tras sufrir un ataque cardiaco FOTO Reuters
Paris, 13 de abril. El Parlamento francés decidió definitivamente, la noche del martes, acerca del final de la vida, negándose a legalizar la eutanasia e instaurando un derecho a "dejar morir" que permite interrumpir un tratamiento o rechazar el ensañamiento terapéutico.
El Senado acabó por aprobar la versión votada prácticamente por unanimidad por la Asamblea de Diputados al término de un debate muy agitado, marcado por la ausencia de varios senadores socialistas, comunistas y centristas en el momento de la votación, y por una petición gubernamental de una segunda deliberación.
Este texto, muy pragmático, es fruto de la emoción suscitada por el fallecimiento de Vincent Humber en septiembre de 2003. Sumido en coma después de una inyección de barbitúricos administrada por su madre, quien respetando su voluntad quería ayudarlo a morir, el joven tetrapléjico falleció a los dos días de ingresar en el servicio de reanimación de un centro del Paso de Calais.
A finales de marzo, este tema, evocado en paralelo por dos películas nominadas al Oscar, la española Mar adentro, de Alejandro Amenábar, y la estadunidense Million dollars baby, de Clint Eastwood, reverdecía de forma polémica con el fallecimiento de la estadunidense Terri Schiavo después de pasar 15 años en estado vegetativo y tras una decisión judicial que le suspendía la alimentación artificial.
Los senadores socialistas y comunistas franceses abogaron por una "ayuda activa a morir", y al no prosperar su propuesta abandonaron el hemiciclo en señal de protesta.
"Mientras yo sea ministro de Salud, rechazaré la eutanasia", les dijo con rotundidad Philippe Douste-Blazy.
Lejos de la casi unanimidad lograda entre los diputados, en el momento de la votación los senadores de la mayoría gubernamental se quedaron solos a favor del texto. La proposición señala que los tratamientos no deben prolongarse "con una obstinación poco razonable", expresión que se estimó preferible al concepto de ensañamiento terapéutico. Estipula que una persona en fase terminal puede decidir "limitar o interrumpir todo tratamiento" y autoriza la administración de fármacos contra el dolor, aunque aceleren el deceso.