MEXICO SA
Los peores resultados económicos en cien años
Humildad de Guillermo Ortiz ante senadores
Gil Díaz, del optimismo a relativa prudencia
Las rebanadas del pastel:
NO ES PARA celebrarlo, pero si se atiende la más reciente proyección del Fondo Monetario Internacional, la oferta del "cambio" en materia económica -el famoso 7 por ciento anual de crecimiento- se traducirá, cuando mucho, en un raquítico 2.2 por ciento, es decir, 3.2 veces menos que lo prometido por Vicente Fox en campaña y lejos de 3.5 por ciento reportado en el sexenio anterior. De hecho, en los pasados seis años de gobierno porfirista el incremento anual promedio del PIB fue de 3.18 por ciento.
LO ANTERIOR REVELA que en materia de crecimiento económico los resultados obtenidos por la administración del actual inquilino de Los Pinos serán los peores de los últimos cien años, excluido el sexenio de Miguel de la Madrid que ostenta el récord: 0.34 por ciento como promedio anual.
EL ORGANISMO FINANCIERO multilateral divulgó ayer su informe semestral (Panorama económico mundial), en el que proyecta que el producto interno bruto mexicano se incrementaría 3.7 por ciento en 2005 y 3.3 en 2006, a pesar de que el propio FMI asegura que la economía nacional "está en amplia recuperación alentada por el crecimiento del sector manufacturero en Estados Unidos y las reformas financieras que han fortalecido la confianza y la demanda internas".
EL FMI NO dejó pasar la oportunidad para exigir "más reformas estructurales para estimular el crecimiento a mediano plazo. Deben realizarse en los sectores de la energía y de las telecomunicaciones, para aumentar la eficiencia y promover la inversión. Además, requiere aplicar reformas en el mercado laboral que aumenten la productividad y el empleo en el sector formal".
EN LOS ULTIMOS 25 años, los distintos gobiernos en México no han hecho otra cosa que "reforma" tras "reforma" -todas ellas "estructurales"-, y los resultados han sido abiertamente famélicos, pero el FMI no quita el dedo del renglón, como tampoco las administraciones del "cambio", ahora con el decidido apoyo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para el caso de la generación privada de electricidad.
HASTA DONDE HA transitado, el gobierno foxista ha sido el único en casi siete lustros sin registrar macro devaluaciones, crisis económicas, terremotos financieros y demás bellezas que sacudieron a la nación en sexenios anteriores. Según presunción del inquilino de Los Pinos y guajiros que le acompañan, la economía mexicana se ubica entre las 10 primeras, goza de todo tipo de tratados comerciales, acumula las mayores reservas internacionales de que se tenga memoria, etcétera, etcétera, pero no avanza, ni genera empleo, mucho menos distribuye la riqueza.
EN LOS PASADOS seis sexenios (de Echeverría a Fox; del populismo a la globalización) la economía mexicana promedia una tasa anual de crecimiento de 3.74 por ciento. En promedio, la economía avanzó 5.96 por ciento en el gobierno de LEA; 6.55 en el de JLP; 0.34 con MMH; 3.9 con CSG; 3.5 con EZ (todos ellos con macro devaluaciones y terremotos económico-financieros) y 2.2 con VFQ, si se le hace caso al FMI. Lo anterior indica que en las dos primeras administraciones el PIB creció el doble que en las cuatro posteriores.
DEL GOBIERNO CARDENISTA al del genocida Gustavo Díaz Ordaz (también seis sexenios, tres de ellos con fuertes devaluaciones), la tasa anual de crecimiento económico en México promedió 5.92 por ciento, es decir, 58.29 por ciento más que en los seis posteriores.
MIENTRAS SE CONCRETAN las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, compareció ayer ante los senadores de la Comisión de Hacienda de Xicoténcatl, y a ellos dijo que "estaríamos muy mal en tomar una actitud de arrogancia y decir que somos inmunes ante cualquier tipo de acontecimiento. Sería una actitud equivocada".
LA ASEVERACION DE Ortiz contrasta con el triunfalismo presidencial y con el cada vez menos convincente discurso del secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien del total optimismo antes del desafuero de Andrés Manuel López Obrador ha pasado a la relativa prudencia, pero siempre comentando la solidez de las finanzas nacionales.
EL GOBERNADOR ORTIZ subrayó que la resistencia de la economía mexicana a los vaivenes "tiene sus límites", aunque aseguró que "sin caer en la soberbia es cierto que tenemos una capacidad de resistencia más alta" que en ocasiones anteriores.
YA INSTALADA EN el choro oficial, Guillermo Ortiz aseguró que las perspectivas de crecimiento de México para 2005 son favorables, pues la economía seguirá beneficiándose del entorno internacional y este escenario positivo, otorgará buenas posibilidades para nuestro crecimiento. "Pero es preciso reactivar las fuentes internas de crecimiento, por medio de las reformas estructurales. El panorama de la inflación en este año ha mejorado, aunque el Banco de México seguirá atento a la evolución tanto de la demanda agregada, como de las negociaciones salariales. Recordemos que existe una elevada volatilidad en los precios internacionales de los energéticos. Además, hemos perdido punto y medio en la exportación hacia Estados Unidos. Nuestro lugar lo ha tomado China. Las expectativas de inflación, que son de largo plazo, están sustancialmente por encima, de 3 por ciento, aunque estamos dentro de las expectativas de 3 por ciento, dentro del rango de más- menos un punto".
VIENTOS POLICIACOS SOPLAN en la Procuraduría Federal del Consumidor: Carlos Arce, titular de la dependencia, tendría que consultarle al subsecretario de Política Criminal de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, Rafael Gerardo Ríos García, los antecedentes de Brenda Lilia Ramírez Yáñez, a quien nombró directora de la Unidad de "inteligencia" de Profeco, aunque oficialmente despacha como directora de Recursos Humanos en esa institución. Ella colaboró con Ríos García cuando éste despachaba en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y ahora en Profeco le ha recomendado a Carlos Arce el uso del polígrafo y otros métodos policiacos para la contratación de personal en una institución sin mayor pretensión que cuidar los intereses de los consumidores.