Usted está aquí: lunes 11 de abril de 2005 Economía El encarecimiento del gas natural tendrá impacto en las tarifas de electricidad

El problema se agrava porque la generación eléctrica dependerá de ese combustible

El encarecimiento del gas natural tendrá impacto en las tarifas de electricidad

En este sexenio el costo de la energía ha tenido aumentos superiores a la inflación

ISRAEL RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Comerciantes del Mercado de Jamaiquita en Iztapalapa utilizan "diablitos" para tener energ�el�rica. Imagen de archivo FOTO La Jornada

Los importantes incrementos en los precios del gas natural tendrán un impacto inmediato en las tarifas de energía eléctrica, las cuales se ajustarán por encima de la inflación; además, implicará un mayor subsidio de parte del gobierno federal. Lo anterior se explica porque una tercera parte del fluido eléctrico es generado mediante centrales de ciclo combinado que utilizan gas natural, según se desprende de la actual estructura tarifaria.

Por su parte, Víctor Rodríguez Padilla, experto en temas energéticos, advirtió que el problema tiende a agudizarse, porque los planes oficiales establecen que el parque de generación eléctrica sigue y seguirá dependiendo del gas, y este combustible será cada vez más escaso y con precios volátiles.

El consultor de organismos multilaterales internacionales y asesor en el Congreso, manifestó que no se podrá atenuar esta situación adversa, a menos que la Secretaría de Energía (Sener) dé marcha atrás a los planes de estimular la construcción de centrales de ciclo combinado por inversionistas privados, y diversifique sus fuentes de generación con otros combustibles más económicos.

Actualmente, 76 por ciento de los ingresos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) están vinculados a una fórmula de ajuste automático mensual por cambios en los costos del combustible y efectos de la inflación, lo cual ayuda a disminuir el riesgo de exposición a la inestabilidad de estos precios y su impacto en la operación de la empresa.

De acuerdo con informes oficiales de la CFE, las tarifas son revisadas anualmente, algunas (industrial, comercial y residencial de alto consumo) tienen una fórmula de ajuste automático relacionada con los precios de los combustibles y la inflación, mediante dos modalidades: ajustes fijos y ajustes variables. Los ajustes fijos son los que se realizan mensualmente y se establecen un año antes con base en la inflación esperada.

Los ajustes variables son incrementos mensuales por fórmula. La parte de combustibles se ajusta por los precios de los mismos con una composición fija de la generación que considera gas natural, combustóleo doméstico, combustóleo importado, carbón y diesel.

La parte de inflación se ajusta con índices de precios al productor de tres ramas: metálicas básicas, maquinaria y equipo y otras industrias manufactureras. Por fórmula, también se ajustan las tarifas comercial, industrial y residencial de alto consumo.

Adicionalmente, el Programa Sectorial de Energía (2001- 2006) el cual fue establecido por la administración del presidente Vicente Fox, establece que las tarifas deben reflejar un balance entre los intereses financieros, sociales, regionales y políticos. De la misma manera, las tarifas también están diseñadas para permitirle a la CFE mantener márgenes competitivos bajo criterios internacionales.

Mayores subsidios

Históricamente, las tarifas de electricidad no han reflejado el costo total de la CFE para proveer energía. El gobierno federal ha otorgado subsidios a los usuarios del servicio de energía eléctrica para cubrir el exceso de costos de la Comisión sobre sus ingresos, principalmente en relación con las tarifas residenciales y agrícolas.

Estos subsidios son créditos a la CFE que se compensan con cargos a la empresa, pero no hay un intercambio de flujos de efectivo.

En lo que va de la presente gestión gubernamental, la evolución de las tarifas confirma que las eléctricas han tenido incrementos muy superiores a los índices inflacionarios.

Por ejemplo, en 2000, con un índice inflacionario promedio de referencia de 8.96, el aumento de las tarifas fue de 15.9 por ciento; en 2001, fue el único año que el incremento de las tarifas fue igual al de la inflación con 4.40 por ciento. Para 2002, el crecimiento de los precios se estableció en 5.40, mientras el alza de las tarifas fue de 11.6 por ciento. Para 2003, la inflación se ubicó en 3.90 por ciento y los precios del consumo de electricidad subieron 18.6 por ciento.

De esta manera, los considerables aumentos en los precios del gas natural, los elevados precios del petróleo y la dependencia del exterior de diversos productos petrolíferos y petroquímicos (que se cotizan a precios internacionales) así como el alza en las tarifas eléctricas serán importantes obstáculos para lograr la meta de inflación para 2005 establecida por el Banco de México en 3 por ciento.

 
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