Lo político se olvida o se pierde, afirma el curador de la exposición Faraón
Los museos son la trinchera que guarda la memoria del mundo: Dietrich Wildung
En Alemania nos gustaría ver el interés que tienen los mexicanos por su cultura, afirma
Ampliar la imagen Elevaci�rontal del gran Templo de Abu-simbel, dibujo realizado en el siglo XIX por el pintor David Roberts, tomado del libro hist�o Egipto
Los museos son una de las pocas trincheras que quedan para la conservación de la memoria cultural de la humanidad, y en este momento podemos descartar cualquier crisis, aún con los medios de comunicación, afirma el director del Museo Egipcio de Berlín, Dietrich Wildung, curador de la magna exposición Faraón: el culto al sol en el antiguo Egipto que el público podrá visitar a partir de este martes.
Las personas están más interesadas en acercarse a las piezas originales, "poner sus ojos en ellas, sentirlas. Estar frente a ellas es el paso siguiente a ver y leer acerca de los temas. Al visitar un museo se establece un diálogo entre el espectador y la obra, y cada visitante tiene su propia experiencia, no tienen sentimientos iguales porque cada uno trae su contexto personal al museo y en cada caso se ve influido de diferentes maneras", señala el especialista en entrevista con La Jornada.
La gran verdad que existe en cuanto a los museos y sus colecciones, agrega, es que el encuentro de cada persona con las piezas originales no puede ser remplazada por la televisión o la lectura.
Reconoce que se siguen cometiendo errores en los museos y uno de ellos son esos largos textos que acompañan las piezas en cualquier recinto museográfico. "Debemos presentar las piezas de una forma en que la gente no se sienta obligada a tener mucha información, sino estar ahí, frente a su pasado", expresa.
Sylvia Schuske, directora de la Colección Estatal de Arte Egipcio de Munich, considera que uno de los principales problemas a los que se enfrentan los museos en todo el mundo "es (el de recibir) menos dinero" y que existen personas que creen que es mejor ver las cosas a través de los medios de comunicación que los objetos reales, pero la televisión, el cine o la computadora "jamás podrán remplazar la atmósfera, el aura, del objeto original".
Sin embargo, "es un buen tiempo para los museos, la gente se interesa más en visitarlos aunque sigue cometiendo uno de los grandes errores: ir sin tiempo. Se mantiene la idea de que deben ver todo el museo. Es mejor concentrarse en algunos objetos, dedicarles media hora o el tiempo que quieran en lugar de correr de sala en sala. Eso es muy problemático. Se debe tener tiempo para acudir a un diálogo con los objetos. Tal vez es más interesante estar en un diálogo con una sola pieza, en lugar de dos o tres o andar corriendo".
Del lado de los responsables de los museos el error, dice, es poner demasiadas cosas en las salas, tratar de explicar todo de cada objeto y poner largos cedularios para que la gente los lea. "Hablando francamente: podemos leer en casa".
El Museo de Arte Egipcio de Berlín y la Colección de Munich prestaron las 152 piezas que podrán admirarse en Faraón. Se trata de una selección de obras pensada exclusivamente para México, único país en el que podrá ser visitada ya que, al finalizar la muestra en julio próximo, irán directamente a Alemania.
Esta exhibición en el Museo de Antropología es posible por el proyecto de mudar el Museo de Arte Egipcio de Berlín a la Isla de los Museos, donde después de muchas décadas estarán juntas las colecciones que pertenecieron a Berlín Oriental y a Berlín Occidental.
Este proyecto estará concluido en 2009, una vez que termine la restauración del edificio original que fue destruido en 1944. "El costo de la reconstrucción es de 400 millones de euros, mientras que la renovación de la Isla de los Museos es de mil 300 millones de euros", explica Wildung.
Tan sólo el Museo de Berlín tiene 35 mil piezas y 60 mil papiros egipcios, y lo visitan cada año un promedio de 400 mil o 500 mil personas; mientras que la colección de Munich es de 7 mil piezas y 80 mil visitantes anuales.
Lo que nos gustaría ver en los museos alemanes, dice Dietrich Wildung, es lo que ocurre en México en el Museo de Antropología y otros museos: el interés de la población local por conocer su propia historia. "Esto es un sueño para nuestros museos que son casi siempre visitados por turistas. En el Museo Egipcio o el de Pérgamo, 85 por ciento de los visitantes son turistas que tienen que ir a visitarlos porque están en el programa turístico.
"Preferiríamos que la población local estuviera más interesada en su propio pasado, porque las culturas clásicas, la egipcia o la africana pertenecen a nuestro pasado".
Con todo "los museos son ahora, más que nunca, los espacios de conservación de la memoria cultural de la humanidad. Coleccionamos lo que es realmente importante del pasado, pero también del presente. Si recordamos lo que ha permanecido del último siglo o del último milenio tenemos obras de arte. Lo político se ha perdido o olvidado, pero los monumentos culturales permanecen. Lo que es importante para la humanidad ha sido el arte y la literatura, por eso somos una de las pocas trincheras que quedan", concluye Wildung.