Empeoró, dice la prensa
Juan Pablo II no se ha agravado, según el Vaticano
Ciudad del Vaticano, 22 de marzo. El equipo médico del Vaticano descartó este martes que el papa Juan Pablo II haya registrado en las últimas horas un agravamiento en su salud, como lo reportó la prensa italiana, y subrayó que por ahora no existe necesidad de hospitalizarlo de nuevo.
No obstante fuentes vaticanas informaron, de acuerdo con Afp, que Karol Wojtyla, de 84 años, estuvo mal todo el lunes y también durante la noche, malestar que se mantuvo hoy.
El problema se centra en la dificultad que tiene el Papa para soportar la cánula que le fue colocada durante la traqueotomía a la que fue sometido el 24 de febrero pasado, en su segunda hospitalización.
Las fuentes explicaron además que se alimenta cada vez menos y para compensarlo le suministran hierro, lo que le provoca fuertes dolores de cabeza y nauseas.
Si esos problemas no se resuelven en las próximas horas es posible que tenga que ser nuevamente hospitalizado, lo que es evaluado por el grupo médico que lo atiende, el cual no descarta transportar equipos más sofisticados para intervenir directamente en el palacio apostólico.
Hermetismo vaticano
Hasta ahora el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, ha guardado silencio sobre la salud del Papa polaco, pero se anunció que ya fue anulada la tradicional audiencia general de los miércoles y se excluyó que pueda participar en las ceremonias de Semana Santa.
Sin embargo, las autoridades del Vaticano esperan que Juan Pablo II pueda impartir el próximo domingo de Pascua la tradicional bendición Urbi et Orbe, a la ciudad y al mundo.
Toda la prensa italiana, que citó a varios allegados al Vaticano, recalcó este martes el empeoramiento del estado de salud de Karol Wojtyla.
"El Papa está peor que cuando estaba en el hospital", sostuvo Orazio Petrosillo, vaticanista del diario Il Messaggero, al confirmar indirectamente el motivo de los rumores que circularon la noche del lunes sobre una nueva hospitalización del Papa e inclusive de que estaba en agonía.
Para el mismo diario, hasta el secretario particular de Juan Pablo II, Stanislaw Dziwisz, perdió el optimismo y le confió a un sacerdote polaco que "ore por el Papa porque su estado de salud se agrava".
Los temores sobre un agravamiento de la salud del pontífice se iniciaron el domingo tras su breve aparición en la ventana de su apartamento en el Vaticano. Contrariamente a lo que muchos esperaban, Juan Pablo II no pronunció palabra alguna y estaba demacrado.
Por lo pronto, técnicos de la televisión vaticana instalaron el lunes un sistema para que sólo pueda verse al Papa por intermedio de tecnologías y en breves acercamientos a la ventana de su apartamento.
Los médicos que cuidan al jefe de la Iglesia intentan tranquilizar a los católicos del mundo y aseguran que "no hubo agravamiento en los últimos días" de su estado de salud. Pero el diario La República hablaba, en cambio, de una crisis respiratoria debido "probablemente a la acumulación de mucosas en la garganta".