La magna exposición se inauguró anoche en el Museo Guggenheim de esa ciudad

Crece el acervo de Aztecas y llega a su máximo esplendor en Bilbao

Se incorporó un centenar de piezas y se consolidó su contexto social, religioso y estético

Sari Bermúdez anuncia a La Jornada un cúmulo de grandes colecciones que vendrán a México

PABLO ESPINOSA

La noche de este miércoles fue inaugurada en el Museo Guggenheim de Bilbao la exposición más importante de arte azteca jamás montada.

''De la misma forma en que hace unos 500 años España conquistó a México -dijo en su discurso Sari Bermúdez, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA)-, hoy vienen los aztecas a conquistar España. Y lo consiguieron con su arte excepcional."

Le respondió así José Luis Bilbao, presidente de la Fundación del Museo Guggenheim de aquella ciudad: ''en efecto, finalmente se reúnen ahora dos pueblos amigos, dos pueblos hermanos luego de una conquista militar terrible. Ahora se hermanan nuevamente pero mediante el arte y la cultura. Los mexicanos han traído su arte y su alma para mostrarlos al pueblo español".

La exposición Aztecas emprendió así la última etapa de un periplo de seis ciudades que inició hace tres años en Londres.

Crece ahora en Bilbao y llega a su máximo esplendor merced a la adición de un centenar de piezas y la consolidación de su contexto histórico, social, religioso y estético, valores en los que ha evolucionado esta exposición en sus seis sucesivos montajes.

De Bilbao a México

Sari Bermúdez, presidenta del CNCA, anunció en entrevista con La Jornada vía telefónica ayer desde Bilbao que inició pláticas para que una vez que culmine, en septiembre, esa exhibición, Aztecas se presente en México.

En los seis meses que los dioses, reliquias, estatuas, joyas, utensilios, instrumentos de guerra y de creación artística aztecas estén en Bilbao, anunció Bermúdez, ''esperamos a medio millón de visitantes, con lo cual estableceremos una cifra sin precedente para exposiciones mexicanas".

La inauguración de Aztecas en Bilbao corona, a decir de la titular del CNCA, ''una política de apertura internacional y que incluye llevar el arte de México a los mejores museos del mundo".

Citó ejemplos: ''es el caso de la gran exposición de arte maya que recorre el mundo; también de Cuerpo y cosmos, que se mostró en Barcelona y Bélgica y hoy se exhibe en Venecia. En Lille presentamos Mexique: aller, retour y en este momento se está abriendo Grandes maestros del arte moderno mexicano en Viena; el 7 de junio abriremos una gran exposición de Frida Kahlo en Londres. Hemos alcanzado en cuatro años de trabajo sedes que eran inalcanzables en otras épocas".

Y anunció primicias: ''este trabajo también consiste en traer a México lo mejor del mundo. En unos días inauguraremos en el Museo Nacional de Antropología, Faraón, la más importante exposición de arte egipcio que se ha presentado en el país. Y después traeremos una exposición fascinante: España medieval y otra igualmente significativa: Irán, 7 mil 500 años de arte, que negociaremos en el curso de los siguientes meses en ese país. También: La historia de Rusia a través de los zares. Y en 2006 México será el invitado especial en una muestra internacional de artes escénicas en Shangai y Pekín. En fin, estamos en todos lados, trabajando de una manera muy entusiasta y muy seria para que la presencia de México y de nuestros artistas sea permanente".

También desde Bilbao mediante la línea telefónica, Sergio Raúl Arroyo, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dependiente del CNCA, explicó a La Jornada que la mayoría de las piezas de entre el centenar que se agrega en esta estación a Aztecas, ''es para dar un mejor ámbito territorial y conceptual de lo que fue el mundo de la sociedad meshica."

Gracias al trabajo en equipo, resalta Arroyo, Aztecas ha logrado una evolución museográfica descomunal. ''Ha sido un proceso de aprendizaje en muchos sentidos. En su primera versión, en Londres apareció con piezas valiosas, pero en un ámbito más tradicional; sin embargo, fue avanzando en sus siguientes montajes en cuanto a su contexto religioso, social y cultural, elementos que no habían quedado claros y visibles al principio".

En la etapa final de Bilbao, remata, ''no se trata de hacer una exposición esteticista. Se ha logrado un equilibrio con el peso histórico y la apertura de miras hacia un horizonte nuevo que permite la revisión de la presencia de la cultura meshica en el mundo moderno, su presencia social y espiritual en la sangre intelectual y física de los mexicanos".