Cada año, los hombres pierden 6 millones de células productoras de testosterona

Para los andropáusicos también existe una terapia hormonal

El fenómeno aparece alrededor de los 55 años de edad

La disminución del deseo sexual, menor rigidez y duración de las erecciones, depresión e irritabilidad, algunos de los síntomas

ANGELES CRUZ MARTINEZ

La disminución del deseo sexual, menor rigidez y duración de las erecciones, depresión, irritabilidad, dificultad para concentrarse e insomnio son algunos de los síntomas de la andropausia, fenómeno que afecta a los hombres alrededor de los 55 años de edad por la disminución en la producción de testosterona.

Esta hormona es la responsable de las características sexuales masculinas y de un proceso similar al de la menopausia en las mujeres. Con el envejecimiento se reduce en forma paulatina y natural la producción de la testosterona, lo que da lugar a una serie de alteraciones que disminuyen la calidad de vida de las personas.

Al nacer, cada varón tiene 700 millones de células productoras de testosterona, de las cuales pierde alrededor de 6 millones cada año a partir de la segunda década de la vida. La pérdida progresiva de esta hormona es la causante de las alteraciones que en mayor o menor medida presentan los hombres.

Hans Porias Cuéllar, presidente de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología, explicó que el aumento en la esperanza de vida y la necesidad de preservar la capacidad productiva de las personas -asociado, por ejemplo, al aumento de los años para obtener la jubilación- llevó a expertos europeos a iniciar, hace seis años, las investigaciones sobre el deterioro de las capacidades masculinas.

Llegaron a la conclusión que para mantener su calidad de vida y su productividad el mayor tiempo posible, los hombres también deben seguir una terapia de remplazo hormonal, con base en fórmulas que les repongan los niveles de testosterona.

El especialista resaltó que el aspecto que más preocupa a los hombres con andropausia es el relativo a su desempeño sexual, sobre todo a partir de la relevancia que en los años recientes ha adquirido el tema de la disfunción eréctil.

Llamó la atención sobre el hecho de que en ese bombardeo informativo de promoción de medicamentos para combatir la disfunción eréctil, prácticamente nada se dice sobre la disminución del deseo sexual. Lo anterior, a pesar de que según algunas estadísticas, 30 por ciento de los casos de impotencia tienen su origen en la disminución de hormonas.

En conferencia de prensa en la que los Laboratorios Organon dieron a conocer la nueva presentación del medicamento Andriol TC (undecanoato de testosterona), Porias mencionó que la reducción de células hormonales masculinas empieza a ser evidente en la mitad de los hombres que tienen entre 40 y 50 años de edad; entre los 50 y 60 años, 70 por ciento de los varones ya tienen el problema, mientras que después de los 70 años, 80 por ciento de la población vive con andropausia.

Una ventaja que tienen los varones frente a la menopausia de las mujeres es que la reducción en los niveles de testosterona ocurre en forma paulatina, mientras la pérdida de estrógenos en la población femenina se registra de manera acelerada, por lo que los efectos en la salud se observan en poco tiempo.

Debido a que el conocimiento sobre la andropausia y sus características es relativamente nuevo, por ahora los especialistas encargados de su diagnóstico y tratamiento son los urólogos y endocrinólogos. En México, un grupo de especialistas en estas ramas de la medicina empezó a trabajar sobre el tema hace dos años y, explicó Porias, por ahora se ha enfocado a difundir la información entre los médicos.

Atención a tiempo

Una tarea posterior será la educación de la sociedad, y en particular la modificación de la cultura de los hombres, porque resulta que deberán entender y aceptar que en algún momento dejarán de ser hombres fuertes, vigorosos y con gran potencia sexual, a menos que tomen las debidas precauciones y bajo supervisión médica inicien los tratamientos necesarios para preservar su calidad de vida. Mencionó que existe un cuestionario básico, a partir del cual se puede empezar a realizar el diagnóstico.

El experto recordó que hace 30 años las mujeres vivieron un proceso similar cuando se empezaba a hablar de la menopausia y existía temor sobre los efectos en la salud y las consecuencias de iniciar o no las terapias de remplazo hormonal.

En el caso de la andropausia el conocimiento todavía es muy limitado, inclusive sobre los fármacos y sus posibles efectos secundarios. Se requiere aplicar estudios clínicos multicéntricos que aporten mayor información. Mencionó, por ejemplo, que a partir de los 40 años de edad todos los hombres deberían realizarse una prueba de detección de cáncer de próstata anualmente, pero si pretenden iniciar el tratamiento ese examen clínico debe realizarse antes, y después cada seis meses para evitar alguna complicación mayor. De ahí la importancia de que la administración de los fármacos se lleve a cabo siempre bajo la supervisión de un especialista en el tema.