Creciente, el desabasto de agua en La Habana
Grave caída de la zafra de azúcar en la isla por la intensa sequía
La Habana, 16 de marzo. Una "violenta" caída en la zafra azucarera, que puede provocar la peor cosecha en casi un siglo y un creciente desabasto de agua en esta ciudad, mostraron en sendos reportes oficiales los efectos de la intensa sequía que se expande en Cuba.
De tres anteriores sequías que habían golpeado a los cañaverales cubanos en los últimos 50 años, ninguna ha sido tan mortífera como ésta, por su prolongación e impacto económico, dijo el ministro del Azúcar, Ulises Rosales del Toro, en declaraciones al diario oficial Granma.
Desde 1901 no había llovido tan poco en el país como el año pasado, 952 milímetros, equivalente a 69 por ciento del promedio histórico anualizado, reportó el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
La escasez de agua empezó a impactar en 2004 al oriente del país, pero este año el fenómeno se amplió al occidente para golpear a la capital, donde la empresa Aguas de La Habana pronosticó que los acuíferos continuarán bajando al menos hasta junio.
Rosales del Toro dijo que los daños a las plantaciones de caña no sólo impedirán el anunciado despegue del sector, que sufrió una restructuración en 2002, sino que en esta cosecha "se decrece en forma violenta".
Fidel Castro pronosticó en un discurso la semana anterior que este año la zafra daría un resultado de entre un millón 500 mil y un millón 700 mil toneladas de azúcar.
Habría que remontarse a la primera década del siglo pasado para encontrar una producción similar en Cuba, justo antes de la expansión de la industria, que a partir de entonces fue la columna vertebral de la economía de la isla.
Después del triunfo de la revolución de 1959, Cuba logró mantener niveles en torno a los 7 millones de toneladas anuales de dulce, pero la crisis en que cayó el país tras la desaparición de la Unión Soviética bajó los resultados a la mitad.
En un intento por frenar la caída, el gobierno restructuró el sector, reduciendo áreas de cultivo y fábricas, para impulsar un plan de eficiencia. La cosecha de 2004, con 2.5 millones de toneladas de azúcar, fue considerada el punto de despegue.
Pero "la sequía le ha dado a esta zafra un duro golpe", dijo Rosales del Toro y llamó a una carrera contra el reloj para apresurar la molienda. La temporada de zafra es de diciembre a mayo del año siguiente.
El ingreso bruto del azúcar dejó de ser la principal fuente de divisas y ya está, individualmente, por debajo de otros sectores como el turismo, la exportación de níquel y las remesas familiares.
El ministro del Azúcar dijo que una emergencia como ésta puede enfrentarse en próximas cosechas con el empleo de variedades de caña resistentes, la limpieza sistemática del cultivo y tecnología adecuada.
Mientras, en su edición más reciente el semanario Tribuna de La Habana informó que la empresa responsable del abasto de agua registra una baja continua en las cuencas que surten a la capital.
Como ocurre con el servicio eléctrico, que desde la crisis del segundo semestre de 2004 ha vuelto a quedar bajo el régimen de apagones programados, el suministro de agua en esta ciudad está racionado.
"Aunque desde mediados de 2004 se han tomado medidas relacionadas con la operación general del sistema central de abastecimiento, con vistas a distribuir un poco más equitativamente el agua con que contamos, ésta no han sido suficientes y el servicio a los municipios de Centro Habana y La Habana Vieja (la traza antigua de la ciudad) se ha agravado paulatinamente", señaló el reporte.
Más de 100 mil de los 2.1 millones de habaneros reciben el agua en carros tanque, según estimaciones oficiales previas.
Entre las obras que realiza el gobierno, el fin de semana fue reabierto parcialmente el Trasvase Matanzas-Habana, complejo de redes hidráulicas que traslada el caudal de un río a una zona agrícola cerca de esta capital.