Usted está aquí: martes 15 de marzo de 2005 Espectáculos Whisky no es una película en la que se sobrexplica la historia, dicen protagonistas

Ganadora de varios premios, se proyectó en la reunión fílmica de Jalisco

Whisky no es una película en la que se sobrexplica la historia, dicen protagonistas

JORGE CABALLERO ENVIADO

Guadalaja, Jal., 14 de marzo. Este lunes se proyectó en la vigésimo Festival de Cine de Guadalajara, la cinta uruguaya Whisky, ganadora del Goya a mejor película extranjera de habla hispana y de los premios Una Cierta Mirada y Fipresci, ambos en la reciente edición del Festival de Cannes y que además está postulada al Ariel mexicano, a entregarse próximamente.

En entrevista Mirella Pascual y Andrés Pazos, protagonistas de la cinta, coincidieron en que la cinta "no termina en la sala de cine, se traslada a la mesa de café. En realidad lo que pasa a la vista no es nada comparado con lo mucho que el espectador construyen en su cabeza; es como uno de esos juegos de rol que se extienden indefinidamente".

La dirección de Whisky es de los jóvenes cineastas Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll. La cinta compite en la Sección Oficial de Largometraje de Ficción de esta ciudad. Los entrevistados desestimaron que las historias abiertas o inconclusas, no contarle todo al espectador, sea un engaño: "No se hizo con esa intención, inclusive son secretos de ellos, el papel que Marta le escribió a Herman sólo ellos saben que dice, así como lo que pasa cuando se encierran en la habitación. La película invita a responder a determinados hechos de acuerdo con cómo se vea la vida; es una película interpelativa que no tiene el cine comercial que estamos acostumbrados a ver, en el que nos dan todo masticado, se nos sobrexplica, en el que la historia queda tan cerrada que de lo único que se puede hablar es de los actores, los efectos especiales... la música; Whisky invita a terminar esas historias; se enamoran de la película, participan, la viven, porque todos tienen una experiencia personal de ver la vida. Por ejemplo, el personaje de Marta me hubiera gustado que acabara feliz, porque únicamente tiene momentos de felicidad".

Otra de las cintas que fueron bien recibidas en la Sección Oficial de Largometraje de Ficción fue Crimen perfecto, de Alex de la Iglesia, que narra la historia de un metrosexual y jodedor, Rafael, quien después de cometer un crimen se tiene que someter a los caprichos de una horrible chica, Lourdes, única testigo del crímen; ella le hace ver su suerte.

Crimen perfecto tiene un humor muy funky, característico del realizador. El público aplaudió al término de la proyección, a pesar de que no hubo conferencia de prensa. Este tipo de películas por lo regular son desdeñadas por el jurado y por el bluff, pero, sin duda, De la Iglesia logró un formidable trabajo.

 
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