Usted está aquí: lunes 14 de marzo de 2005 Política Otro fracaso: la Cruzada por un México limpio

Iván Restrepo

Otro fracaso: la Cruzada por un México limpio

En mi artículo del lunes pasado hice referencia a los trabajos que Brian Smith y el grupo Seawatch realizan en Bahía Magdalena, Baja California Sur, para conocer los problemas que hay en la llamada Joya del Pacífico, entre ellos, la explotación irracional de la sardina. El maestro Horacio de la Cueva me precisa que otras instituciones se dedican desde hace décadas al estudio de lo que pasa allí. Menciona, por ejemplo, al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, al Interdisciplinario de Ciencias Marinas, que patrocina en La Paz el Instituto Politécnico Nacional; la Universidad de Baja California Sur y la School for Field Studies con sede en San Carlos.

Instituciones como las citadas poseen información precisa sobre buena parte de la diversidad biológica que alberga Bahía Magdalena, además de propuestas viables para conservarla y, en algunos casos, utilizarla racionalmente en beneficio de la población local. Magdalena, nos recuerda De la Cueva, fue durante siglos, antes de que una cacería salvaje casi acabara con las ballenas, el sitio donde se reproducían por miles. Ahora la especie se recupera ahí. Agreguemos que la zona alberga los cinco nidos de águila de cabeza blanca que todavía existen en México.

Las instituciones de investigación de Baja California, como las demás que funcionan en el país, tuvieron en el maestro Exequiel Ezcurra un interlocutor confiable con el gobierno federal. Mañana, como oportunamente informó La Jornada, el prestigioso investigador dejará la presidencia del Instituto Nacional de Ecología, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a cargo del ingeniero Alberto Cárdenas. El público desconoce los motivos de la separación, como también la del doctor Jorge Soberón, quien durante más de una década se desempeñó como secretario técnico de la Comisión Nacional de Biodiversidad. Nadie cree que se vayan porque deseen reincorporarse a la academia, de la que, por otra parte, nunca han estado alejados.

En cambio es público que Cárdenas se encuentra desde hace meses en campaña para obtener la candidatura del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República. El ingeniero confesó, en su momento, no saber de ecología, pero que aprendería rápido sobre el tema. Todos pagaremos el costo de ese aprendizaje, así como del desbarajuste y la improvisación que distinguen ahora, a la que el presidente Vicente Fox prometió convertir en una dependencia con la importancia que exige un país moderno, respetuoso del ambiente y que cuida los recursos naturales. Como nuestros funcionarios no rinden cuentas de sus actos, nada raro sería que los que aprenden con cargo al erario resultaran mañana favorecidos por el voto ciudadano, si no con el máximo cargo de representación, sí con alguna senaduría o diputación que los ponga a salvo de responsabilidades y les permita seguir viviendo del presupuesto.

Tampoco se practica a los funcionarios una evaluación de lo que prometieron hacer durante su gestión. En el caso de la Semarnat se nos ofreció al inicio del gobierno del cambio limpiar al país de basura industrial y doméstica. Sin embargo, el problema es hoy mayor que antes. No solamente una tercera parte de la basura municipal se tira a cielo abierto sin el control de las autoridades, sino que afloran las denuncias de basura tóxica de la industria y hasta de los hospitales, que se deposita ilegalmente en sitios que son un peligro para la población y los recursos naturales, en especial el agua.

Entre los miles de ejemplos que muestran el fracaso de la Cruzada nacional por un México limpio destaco tres: una ciudad de casi un millón de habitantes, como Cancún, no cuenta aún con un tiradero de basura propio y adecuado: la deposita en la zona continental del municipio de Isla Mujeres. En Tecámac, estado de México, mil 200 familias protestan porque el ayuntamiento autorizó construir un tiradero a menos de 100 metros de sus viviendas. En el norte de Veracruz reaparecen los peligrosos askareles en un confinamiento irregular. Son 169 tambos con dicha sustancia procedentes del estado de México.

En dos años más, el gobierno en turno prometerá resolver los problemas ambientales que deja el actual sexenio. Y así hasta el fin del milenio.

 
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