Acuerdo Washington-Berlín para privar a Teherán de una eventual arma atómica
Miles de alemanes protestan en Maguncia contra la presencia del presidente de EU
Ambos países intentarán reducir las emisiones de los nocivos gases de efecto invernadero
Ampliar la imagen Schroeder despide a Bush en la base a�a de Rhein-Main, en Francfort. A la derecha, marcha en Maguncia contra el mandatario estadunidense y su pol�ca belicista en Irak y Afganist�FOTOS Reuters
Maguncia, Alemania, 23 de febrero. Miles de personas protestaron hoy en esta ciudad alemana, virtualmente sitiada, contra la visita del presidente estadunidense, George W. Bush, quien se reunió con el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder.
Tras la cumbre, ambos expresaron su acuerdo para privar a Irán de una eventual arma atómica y reactivaron sus relaciones, tras los desacuerdos por la invasión estadunidense a Irak, pero no fueron del todo convincentes sobre su reconciliación.
"Queremos dejar el pasado tras nosotros y concentrarnos en las personas (...) que han dicho queremos ser libres", dijo Bush en referencia a los votantes iraquíes, y agradeció a Schroeder la condonación de la deuda externa del país árabe y la cooperación alemana en la formación de soldados iraquíes.
A su vez, Schroeder afirmó que ambos países tienen interés común en la estabilización de Irak, y se mostró dispuesto a reforzar la ayuda a ese país. En cuanto a Irak, causante de la discordia "en el pasado", Schroeder ofreció ayuda para la elaboración de la Constitución y el establecimiento de sus ministerios.
El canciller federal destacó la existencia de "objetivos comunes entre europeos y estadunidense" en Irán, y Bush añadió que es necesario convencer a las autoridades de ese país que "deben renunciar a sus aspiraciones nucleares".
Sin descartar ninguna opción, éste matizó sin embargo que "Irán no es Irak" y que las iniciativas diplomáticas no han hecho más que comenzar.
En ambiente algo tirante a pesar de que la conferencia cumbre estaba destinada a sellar la concordia, Bush y Schroeder intercambiaron palabras de cortesía y agradecimiento sin demasiada euforia.
El canciller federal lo tomó con humor. "Nos pusimos de acuerdo para dejar de subrayar constantemente las cuestiones en las que estamos en desacuerdo", dijo.
También hablaron de Siria, país al cual el presidente Bush exigió nuevamente retirar sus tropas de Líbano, aunque no mencionó la eventual evacuación de las fuerzas de Estados Unidos de Irak y Afganistán.
El mandatario estadunidense agregó que esperará a ver cómo reacciona a las exigencias internacionales antes de recurrir a la Organización de Naciones Unidas, que sin embargo no respetó al decidir unilateralmente hace dos años la invasión a Irak
Sobre el conflicto israelí-palestino, el gobernante alemán hizo hincapié en la esperanza surgida a raíz del "fuerte compromiso de Bush" en el proceso de paz.
En lo que respecta a política medioambiental, otro de los temas polémicos y causa de la impopularidad de Bush entre la opinión pública de Alemania, los dos dirigentes hicieron una declaración inesperada, al decir que intentarán reducir las emisiones de los nocivos gases de efecto invernadero.
Respecto de las relaciones transatlánticas, Schroeder ha pedido para la Unión Europea y Alemania reconocimiento internacional a la altura de su poderío y ha considerado que la visita de Bush ha sido un paso en este sentido.
El encuentro entre Bush y Schroeder no hizo olvidar la ausencia total de contacto entre el presidente y la población, que dejó desierta la ciudad a causa de draconianas medidas de seguridad, que obligó a la cancelación sin aviso de vuelos y al cierre de comercios, inclusive la central de Opel.
"Parece una ciudad fantasma", dijo una residente de Maguncia.
Lejos del perímetro que regió alrededor del lugar de la cumbre, la antigua residencia de obispos de Maguncia,unos 15 mil altermundialistas, pacifistas y defensores del medio ambiente se manifestaron pacíficamente contra el visitante extranjero, en medio de un ambiente festivo pese a la fuerte nevada que se precipitó, portando carteles que rezaban "terrorista número uno", o "señor de la guerra, márchate".
Dos activistas de la organización ecologista Greenpeace fueron detenidos cuando intentaban desplegar un enorme cartel sobre el techo de la estación de trenes.
Según sondeo difundido hoy por la televisión alemana WDR, sólo 15 por ciento cree que se puede confiar en los gestos amistosos de Bush, mientras 61 por ciento supone que, pese a las declaraciones, Washington prepara ahora un ataque contra Irán.
Por la tarde, Bush visitó a los soldados estadunidenses acantonados en una base en Wiesbaden (oeste de Alemania) que han participado en la guerra en Irak.
"Llevaron esperanza y libertad a un pueblo. Son una nueva generación de héroes", afirmó. "A los terroristas no se les detiene con negociaciones o concesiones", añadió, antes de partir rumbo a Bratislava, capital de Eslovenia, donde se entrevistará el jueves con su homólogo ruso, Vladimir Putin.