Con pretexto del TLCAN les canceló compras directas, que asignó a grandes empresas
Ha favorecido CFE el coyotismo en la compra del carbón: pequeños mineros
Ampliar la imagen Tajo de carb� cielo abierto en Sabinas, Coahuila FOTO J.R. Pedrero
Sabinas, Coah. En 2002, los pequeños y medianos mineros solicitaron a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que les otorgara contratos a largo plazo para abastecer de carbón a la paraestatal; sin embargo, la dependencia que encabeza Alfredo Elías Ayub se negó a continuar la compra directa a los productores -como lo venía haciendo desde 1992-, argumentando que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte establecía que partir de 2003 la compra del mineral tenía que hacerse a través de licitaciones en las que participaran compañías de Estados Unidos y Canadá.
Esta negativa fue fulminante para la mayoría de los pequeños y medianos mineros, quienes anteriormente vendían directamente su producto a CFE, porque de inmediato les fueron reducidas las cuotas de compras a la mitad y dejaron de vender con regularidad. Sin embargo, la empresa Coahuila Industrial Minera recibió un pedido por 67.5 millones de toneladas durante un plazo de 10 años.
También se dieron casos como el de Minera La Regenta, cuyo apoderado legal es Alejandro Montaño Martínez -ex director de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari-, la cual pese a no tener registrado ni un solo trabajador en el IMSS, recibió el 15 de mayo de 2001 una carta del coordinador del programa de abastecimiento del producto a las plantas Carbón I y Carbón II de CFE, Cuitláhuac Rangel Alcaraz, en la que éste ofreció que de mantener la entrega de 100 mil toneladas, "y dependiendo del cumplimiento del contrato, se le fincaría un pedido adicional para los años 2002 y 2003 de 500 mil toneladas por año".
La oferta era también para "los próximos 25 años, que es la vida útil de las plantas carboeléctricas, dependiendo por supuesto de su capacidad de producción y vida de sus yacimientos, así como de las políticas de CFE y de su disponibilidad financiera", indica la misiva en poder de este diario.
Los mineros consultados acusan a Rangel Alcaraz de fomentar el coyotaje, pero también de solapar la compra, a la Promotora de Desarrollo Minero (Prodemi) y a Coahuila Industrial Minera, de tierra y desecho de carbón (conocido en la región como lamas) que se hace pasar como producto bueno. "Haga la cuenta: se producen en la zona 5 mil toneladas diarias, CFE recibe 7 mil 200; ¿cómo las completa?: con lamas y piedras. Y toda esa porquería tarde o temprano terminará por fastidiar a las carboeléctricas".
Para los denunciantes, los principales culpables son dos: Alfredo Elías Ayub y Enrique Martínez y Martínez.
"Desde 2002 le dijimos a la comisión: ¡danos los pedidos a largo plazo antes del 2003! Insistimos desde julio y no nos hicieron caso. En lugar de ello, el gobierno de Coahuila creó la Prodemi, la cual se convirtió en un coyotote, porque pasó a ser la única abastecedora de la CFE autorizada para comprarle el carbón a los mineros pequeños y medianos", dice indignado uno de los propietarios, que en menos de un año se fue a la quiebra al no tener a quién venderle su mineral.
Entrevistados con la condición de mantener el anonimato, para no sufrir más represalias, mineros afectados dijeron a La Jornada que con el pretexto de dar cumplimiento al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, que establecía la licitación obligatoria para la adquisición de carbón, la CFE "se puso de acuerdo" con el gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, en la creación de la Prodemi, pero éste "impuso como director a Rodolfo Rábago Rábago, lo que les dio chance para que los funcionarios del estado y de la comisión se quedaran con los pedidos grandes, a través de prestanombres".
Por eso, subrayan, "hay pedidos de 100 mil toneladas anuales y, ¿quién los surte, si los productores no tenemos pedidos?
"A mí ya me quebraron, porque tenía que venderle mi producción a un coyote, que se quedaba con 50 pesos por cada tonelada", afirma nuestro interlocutor.
De acuerdo con una denuncia que yace en el escritorio del titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP) desde el 21 de agosto de 2003, Rodolfo Rábago, director de Prodemi, tiene dos pedidos por 100 mil toneladas a través de su prestanombres, que dicen es Eliseo Jesús Aguilar, agente del Ministerio Público Federal cuando Rábago era delegado de la Procuraduría General de la República en Coahuila, hace años.
Por su parte, Luis Chávez Martínez, quien es director de Minas de Coahuila, tiene contrato por 100 mil toneladas; a él lo representa César Ceniceros Marín, quien es presidente de la Asociación Mexicana de Productores de Carbón.
En septiembre de 2003, la Asociación de Productores Rurales, Asociación de Productores Independientes, Asociación de Productores del Norte de Coahuila y Asociación de Productores de Carbón le entregaron al entonces titular de Energía y Minas, Felipe Calderón Hinojosa, y al titular de la SFP, un documento en el que denunciaron que la Prodemi adquiría carbón de empresas "fantasmas" que ni siquiera tenían trabajadores afiliados al Seguro Social.
"La promotora concede discrecionalmente pedidos, muchos de los cuales se hacen a coyotes, institucionalizando prácticas de corrupción que debieron desaparecer desde hace mucho tiempo". Además, el Fondo de Garantía para la Pequeña y Mediana Minería (Fogamico) concede créditos "a no productores, quienes obviamente destinan los recursos a fines distintos a la minería". El Fogamico recibe aportaciones de los gobiernos federal y estatal y de la CFE recibe tres pesos por cada tonelada (de los 3.3 millones de toneladas) que recibe de los mineros pequeños y medianos.
Cuentan aquellos que estuvieron en el encuentro con Calderón Hinojosa -quien dejó su cargo y actualmente busca la candidatura del PAN la Presidencia de la República- que el funcionario no atendió la demanda: "tenía la cabeza en otro lado".
Pero el problema no termina ahí: los denunciantes explicaron que Prodemi tiene a 63 productores registrados -coyotes y no coyotes-; cada minero entrega a la promotora su producto, ésta examina la calidad y dependiendo de ella premia o castiga monetariamente al vendedor. Pero resulta que Prodemi le vende todo su carbón a CFE, porque recibe mineral de buena y mala calidad y al final de cuentas se revuelve todo y queda un producto homogéneo, "porque se compensa lo malo con lo bueno".
Sin embargo, la CFE no castiga a la intermediaria por el carbón de mala calidad, y ahí salta un primer problema, porque tan sólo de enero a diciembre de 2004 la promotora descontó entre 75 y 80 millones de pesos a los mineros, pero ¿dónde está el dinero? "¿No será que esos recursos están financiando la campaña del gobernador Martínez por lograr la candidatura del PRI a la Presidencia del país?", cuestionan molestos los entrevistados.
"Están matando la región carbonífera; 70 por ciento de la economía del lugar se basa en el carbón, las ventas en las tiendas han bajado más de 40 por ciento, no hay dinero, y eso provoca que aumenten los crímenes y los robos; nunca habíamos tenido un índice tan grande de inseguridad", señala indignado un minero venido a menos, quien remata: pese a nuestras quejas no ha parado la corrupción ni el coyotaje. "Todos aquí votamos por Fox, pero si viene ahorita, lo agarramos a carbonazos, porque no ha hecho nada contra las sinvergüenzadas de la gente de Enrique Martínez y Martínez y de Elías Ayub", quienes han hecho todo para quebrar a los mineros pequeños y medianos, para después entregarle esas concesiones a la gente de su grupo.