Usted está aquí: viernes 18 de febrero de 2005 Estados Guadarrama, dilema interno: militantes perredistas

Representa todo lo que la izquierda ha combatido, resume Alfredo Rivera

Guadarrama, dilema interno: militantes perredistas

ALONSO URRUTIA Y CARLOS CAMACHO ENVIADO Y CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Jos�uadarrama M�uez, candidato del PRD al gobierno de Hidalgo, en imagen de archivo FOTO Armando Loaiza

Pachuca, Hgo., 17 de febrero. Por la carretera México-Pachuca, a unos 17 kilómetros de esta ciudad, se erige una imagen sonriente de aproximadamente 10 metros de altura. No hay anuncio, no hay eslogan, sólo su imagen. Quizá por conocida o por su fama pública no tiene letrero con su nombre: José Guadarrama.

Algunos dirigentes del Partido de la Revolución Democrática llaman "ingeniería electoral" el desempeño político de su candidato a gobernador, pero entre la base militante inconforme no hay mejor definición que la coloquial: mapache, con toda la carga histórica que lleva implícita. Este "ingeniero electoral", como lo define Carlos Navarrete, secretario general del CEN del PRD y uno de sus apoyos principales para la postulación del ex priísta, abandera hoy las causas de la izquierda en esta tierra, ciertamente de cacicazgos políticos.

-Es usted un candidato polémico. Existen muchos recursos legales en su contra por parte de perredistas.

-Es una perversidad que el gobierno del estado ha venido alentando con dinero para sembrar la imagen de que hay un PRD fracturado. En el partido me apoyan, al ciento por ciento, alcaldes, diputados, y las siete expresiones del partido. Sólo el gobierno ha alentado a algunos detractores, pero son los mismos y están al servicio de éste.

De inmediato revira y acusa al mandatario Manuel Angel Núñez Soto: prepara una elección de Estado; me han bloqueado todo acceso a la radio y la televisión pública, no me han dejado contratar un espot.

Los enconos con el gobernador datan de hace un sexenio, cuando Núñez Soto derrotó a Guadarrama en la elección interna para la selección del candidato. "Me robaron la elección hace seis años y hoy quieren volver a robármela", resume Guadarrama.

La paradoja de un perredista

Alfredo Rivera, de larga trayectoria en la izquierda, explica la paradoja que los perredistas enfrentan en la presente contienda: "Guadarrama representa todo contra lo que siempre hemos luchado. Votar por él sería traicionarme a mí mismo, y mira lo absurdo que es ser militante del PRD y no poder votar por el partido... Por eso renuncié hace unos días", aclara.

A pesar de su abierta oposición al candidato, admite que la participación del sol azteca podrá levantar por arriba de la votación histórica de éste. No tanto por el activismo de los perredistas, sino por el aporte electoral que traerá el Frente Democrático Hidalguense (FDH) que fundó Guadarrama para ser candidato. Al final hubo militantes connotados que se opusieron a su postulación, "pero no creo que esta inconformidad haya permeado entre la base como para hacer una campaña en contra, a pesar de que el nombramiento fue impuesto desde el CEN".

Sin incorporarse de lleno al partido ni afiliarse, Guadarrama controla gran parte de la estructura del perredismo, la cual tiene ya casi cinco años en crisis por las pugnas intestinas de las corrientes.

Las principales piezas de Guadarrama en el comité ejecutivo provisional del estado son Celia Martínez Bárcena, ex diputada federal del PRI y hoy secretaria de organización, y Nabor Rojas Mancera, ex empleado de gobierno y actualmente secretario de prensa y propaganda. Ambos tienen como característica no haber militado nunca en el PRD. De las 15 carteras del Comité Ejecutivo Estatal, al menos una docena son proclives al candidato a gobernador.

En busca de los espacios que le permitieran hacerse del nombramiento comenzó a operar en el perredismo y fue artífice de la construcción de un buen número de candidaturas a las 84 alcaldías, que se renovaron en noviembre de 2002. En la 57 Legislatura local provocó que cinco diputados estatales del PRI se volvieran independientes y abiertamente militantes del FDH.

Esa es la operación política del frente para apuntalar una candidatura a la que las encuestas más recientes le conceden alrededor de 20 por ciento de simpatías del electorado. A Guadarrama no le preocupan esos sondeos: "Todavía nos deben una explicación de los resultados en Guerrero. Ahí dijeron que íbamos a perder, y ganamos contundentemente".

-Dice el PT que ha violado el tope de campaña.

-Quisiera tener el dinero del tope -responde.

De la situación social en su estado, la define de un plumazo: terrible.

Todavía se mueren niños por desnutrición en las zonas huasteca y tepehua, al nivel de Africa, según Naciones Unidas, subraya.

-¿Las razones?

-Negligencia, corrupción, cacicazgos a los que les conviene que la gente sea pobre para manipularlos. Seis días de despensa por seis años de gobierno, censura.

Lanza su oferta: un gobierno de justicia social, como el que realiza Andrés Manuel López Obrador.

Las alusiones discursivas para identificar su candidatura con López Obrador nunca se tradujeron en apoyos. Ninguna de las figuras perredistas vino a respaldar su campaña: ni López Obrador, ni Cuauhtémoc Cárdenas. Sólo al final apareció el presidente del PRD, Leonel Godoy.

"Se dividieron el trabajo en el CEN para abarcar las cuatro elecciones", justifica.

 
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