Usted está aquí: viernes 18 de febrero de 2005 Opinión El depredador

Luis Javier Garrido

El depredador

El repudio que crece contra la intentona del gobierno foxista de manipular las elecciones presidenciales de 2006, en lo que muchos coinciden es un verdadero "golpe de Estado", constituye una evidencia de que el país se halla ante un panorama crítico.

1. México enfrenta una situación de extrema gravedad al inicio de 2005, pues Vicente Fox atentando gravemente contra las instituciones de la República al pretender manipular el proceso electoral de 2006 y eliminar ilegalmente como candidato presidencial, mediante una acusación fabricada y sin fundamento, a Andrés Manuel López Obrador, y esta situación le ha generado la repulsa de amplios sectores de todo el país, desde el ámbito empresarial hasta amplios sectores populares.

2. Al acercarse la fecha en la cual el pleno de la Cámara de Diputados conocerá el dictamen de la sección instructora, y decidir conforme al artículo 111 constitucional si ha o no ha lugar a proceder contra el inculpado falsamente por Fox, va apareciendo el hecho de que la situación en la cual se hallan el Ejecutivo y el gobierno federal, diputados, cúpulas de los partidos y una serie de actores políticos inodados, así como las autoridades jurisdiccionales, es mucho más grave de lo que pudieron suponer a lo largo de 2004, cuando al grupo de Los Pinos se le hizo fácil eliminar a la mala al que entendían era el principal escollo para conservar el poder. No sólo han cometido actos irracionales y sinnúmero de ilícitos, sino que de lograr sus objetivos habrían quebrantado la legalidad constitucional y dañado irreversiblemente las instituciones. Y todo para servir a intereses facciosos e instaurar en 2006 un gobierno que sería considerado ilegal e ilegítimo, lo que abriría la vía a un escenario incierto.

3. El régimen foxista tiene perdida de antemano su intentona, pues no le asiste razón jurídica ni política, y sus integrantes no pueden ignorar que se hallan ya marcados ante la historia, sea cual fuere el desenlace. Es por ello que los asesores en materia propagandística de la pareja presidencial, coincidiendo con los del salinismo, se han lanzado nerviosamente a triplicar su gasto de propaganda en los medios, desviando recursos públicos en una campaña que los expertos consideran que en Los Pinos están derrochando más de 300 millones de pesos al año para el caso López Obrador, además de los varios miles de millones de pesos anualmente gastados en propaganda supuestamente gubernamental. Campaña que, como era de suponerse, se les ha revertido, pues las encuestas muestran que la mayoría de los mexicanos sabe que la acusación es por motivos políticos y no por razones jurídicas.

4. El individuo que ocupa la titularidad del Ejecutivo, lejos de atender los asuntos nacionales, se halla en una campaña enfermiza, y todo con vistas a 2006. Con un discurso esquizofrénico, Fox habla todos los días del "estado de derecho", de "la legalidad" y de "las instituciones", pretendiendo ser lo contrario de lo que es: uno de los gobernantes que más ha violentado el orden legal, y que en este caso está violando y torciendo las leyes para una acusación sin fundamento, de carácter político y no jurídico. Y que para alcanzar sus objetivos, no satisfecho con la complicidad de muchos medios, está llegando a lo más abajo: la edición de libelos, videos y hasta discos de música, que sería largo enumerar, para tratar de destruir a quien ve como obstáculo para alcanzar sus fines.

5. El gobernante que en 2000 pretendía encabezar un proceso de transición ha terminado por actuar no nada más como aliado de los peores intereses del pasado, sino como un depredador del frágil entramado institucional que se buscaba levantar. La embestida de Fox, que pretendía iba a ser contra el jefe de Gobierno de la capital, ha terminado por revertirse contra él y contra las principales instituciones constitucionales, a las que usa para sus fines, pues está poniendo en entredicho al Legislativo y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuestionando la legalidad del proceso electoral de 2006 y poniendo en riesgo la estabilidad del país, sin olvidar que ha afectado la ya escasa credibilidad de los medios y de muchos comunicadores.

6. El otro impacto de la torpe intentona foxista por inhabilitar a un posible candidato ha sido hundir más en el desprestigio a los partidos políticos, empezando por el PRI y el PAN. La inhabilitación había sido acordada por Salinas con Fox a finales de 2003 como un medio para mantener en 2006 un cogobierno PRI-PAN, impulsar el bipartidismo y proteger intereses turbios, y este acuerdo fue refrendado con los que ha tenido el Ejecutivo con otros dirigentes salinistas y no salinistas del dividido PRI, que culminaron con los efectuados en enero con Emilio Chuayffet, empeñado en hacer los trabajos más sucios del régimen (Proceso 1475) con la lógica de su cínico "operador" Wintilo Vega: si no eliminan a su oponente no pueden ganar en 2006.

7. La división interna del PRI no ha propiciado más que mayor descomposición interna del partido Institucional, y muy pocos dirigentes priístas saldrán bien librados de esta conjura en la que los han metido sus líderes, especialmente Roberto Madrazo, que, como planearon los estrategas de Los Pinos, de votar la mayoría de los priístas junto con el PAN en el juicio de procedencia ese mismo día verá canceladas sus aspiraciones presidenciales .

8. La tentativa de inhabilitación ha terminado por dividir a Acción Nacional, y no es difícil que lleve a nuevas escisiones. El espectáculo brindado por los jerarcas panistas Francisco Barrio y Carlos Medina es cada vez más patético, pues todos los días anuncian que las elecciones presidenciales de 2006 serán entre PRI y PAN y amenazan a todos aquellos panistas que aún tienen un poco de dignidad y se oponen a la línea de Los Pinos, como aconteció con Fernando Aboitiz, titular de la delegación Miguel Hidalgo, al que buscaron acallar con una actitud totalitaria por el hecho de haber portado en un acto del gobierno capitalino el listón tricolor de repudio al desafuero (13-15 de febrero).

9. La inhabilitación no lesiona únicamente los derechos políticos de una persona, como muchos pretenden, sino que afecta seriamente a la vida institucional del país. Leonel Godoy, presidente del PRD, decía en Morelia que "los derechos de un mexicano no pueden ser conculcados por simples venganzas políticas" (La Jornada, 15/2/05) y esa interpretación no corresponde a la realidad; no obstante, aún la mantienen algunos. Lo que buscan Salinas y Fox, y probablemente también Zedillo y otros clanes priístas, no nada más es vengarse de un personaje que ha alcanzado gran popularidad, sino manipular las elecciones de 2006 y mantener su control sobre el aparato de Estado, sin importarles las instituciones de la República.

10. El intento es quitarle también sus derechos políticos a amplios sectores de mexicanos que no quieren ser comparsas en 2006, y eso es lo que está a discusión.

 
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