Usted está aquí: viernes 18 de febrero de 2005 Política ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Ponte negrísimo

Espía injerencista

Conocedor ¡uy! de México

Veto electoral a la izquierda

LA NOTICIA MAS grave de la actual temporada de escándalos es la designación del gran halcón injerencista, John Dimitri Negroponte, como director de inteligencia de Estados Unidos. El revanchista George W. Bush ha designado a un alfil guerrero, que conoce perfectamente el desorden interno del actual gobierno mexicano, para encargarse de una oficina que definirá las políticas de protección que el imperio impondrá a lo que signifique riesgo para su seguridad interna, en especial, desde luego, la permeable frontera mexicana. Si la administración foxista continúa navegando a la deriva, cada vez más debilitada por la descomposición política que en su ceguera alienta y celebra, entonces estará abierto el camino para que sea desplegada la vocación natural interventora del siempre procónsul Negroponte.

LA TALLA Y las tendencias políticas del nuevo funcionario estadunidense sugerirían que el despechado Bush está dispuesto a tomar el control de lo que entiende como su patio trasero. Negroponte tiene una larga historia asociada a las peores páginas de la diplomacia imperial, sobre todo durante su paso por Honduras. De México poco le podrán contar, pues, aparte de haber sido embajador en nuestro país, también lo fue ante Naciones Unidas, donde mantuvo una agria y sostenida disputa con Adolfo Aguilar Zinser, quien actuaba virtualmente por la libre en el Consejo de Seguridad de la ONU, ante la desatención crónica de Vicente Fox a todo asunto que exigiera cierta concentración intelectual, y ante el pleito personal que el citado Aguilar Zinser sostenía con el entonces canciller Castañeda. Quejándose del embajador mexicano ante la ONU por sus posturas contrarias a la aventura belicista de Irak, y dándose cuenta de que de manera increíble no había quién metiera orden desde Tlatelolco o Los Pinos, a Negroponte le quedó muy claro, desde ese histórico microcosmos diplomático, el gran desorden de la política institucional mexicana.

NO SERA MEXICO, desde luego, el centro de la atención de quien hasta ahora estaba en Bagdad coordinando políticamente la más reciente agresión de la gran potencia mundial. Su tarea será espiar globalmente para suministrar a la Casa Blanca material que, entre otras cosas, le permita impedir de mejor manera que el terrorismo vuelva a estallar en territorio gringo. Pero la mayoría de los análisis que haga y de los datos que recopile habrán de toparse con la línea fronteriza mexicana ideal para incursiones clandestinas y con el riesgoso dominio de bandas de narcotráfico sobre las principales instituciones políticas, policiales y armadas de México. El impulsor de los contras en Nicaragua y de la represión terrible en Honduras no se quedará con los brazos cruzados mientras ve deshacerse el andamiaje institucional de su vecino metido en pleitos de desafueros, en sucesiones adelantadísimas, en desbordamientos del narco y en chifladuras presidenciales. Tampoco verá con buenos ojos ese practicante de la política del Gran Garrote (convencido de la legitimidad de la desestabilización en el extranjero para servir a intereses estadunidenses) la posibilidad de que haya un gobierno mexicano que él entienda como cargado a la izquierda, o populista, o mesiánico. Así es que las declaraciones del jefe de la CIA, los diagnósticos sobre la peligrosidad potencial de nuestro país, y las declaraciones de hace semanas del Departamento de Estado y del embajador gringo en México son rutinas menores de entrenamiento frente a las acciones que puede realizar el diplomático estadunidense que más capacidad tiene de poner negro el panorama de cualquier país extranjero. A nadie debe extrañar que, como en los peores momentos de la historia mexicana (habrá que releer México Mutilado, de Francisco Martín Moreno), la división interna y la incapacidad de los gobernantes sean aprovechados por embajadores siniestros para tomar control de nuestra nación mediante provocaciones, desestabilización y actos plenos de violencia política.

ASTILLAS: SECCION DE POLITICAS sociales de AstillHola: Aun cuando los médicos no le han confirmado que está embarazada, Maude Versini de Montiel declaró en Tenancingo, estado de México, que "sería maravilloso" volver a ser madre... El exitoso empresario Carlos Ahumada recuperó la propiedad y el control del equipo de futbol profesional León, del estadio de esta ciudad y de un predio aledaño de 10 mil metros cuadrados, todo lo cual fue una gratísima sorpresa para el acaudalado hombre de negocios que actualmente pasa una temporada de descanso en una finca de la capital del país, pues errores de su defensa legal (sus abogados renunciaron ¡porque el cliente ahumado estaba haciendo trampas contra su oponente!), y previas interpretaciones jurídicas, apuntaban a que el rosarino Carlos perdería el litigio... Columnistas de espectáculos especulan sobre la posibilidad de que la actriz Edith González se pase una buena temporada en Miami, para alejarse de las maledicencias sobre su presunta relación con un político de moda con quien habría tenido una hija, no un hombrecito, sino una pequeñita, a la que bautizó en noviembre del año pasado como Constanza... Gabino Cué está en vías de rechazar el asilo que Santiago Creel le ofreció en la estructura de la Secretaría de Gobernación, en tareas relacionadas con estudios y relaciones legislativas. El oaxaqueño preferiría seguir sin etiqueta grupal explícita, aunque fue evidentísimo el apoyo de Fox y Creel al fallido empeño gabinista-diodorista de desplazar del poder a José Murat y a Ulises Ruiz... Pero, ¿quién puede asombrarse de que Luis Pazos haya convertido a Banobras en caja chica? El error original fue nombrar a un personaje de conocidas características facciosas y oportunistas en un cargo como ese...Y, mientras la SEP sigue demostrando en libros de texto que los corridos de narcotraficantes también son cultura, ¡feliz fin de semana!

Fax: 5605-2099 * [email protected]

 
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