Millonarias divergencias en balanza por contrabando y triangulación, advierte

Respeto a la propiedad intelectual, reto para el comercio con el país asiático, dice el Comce

MIRIAM POSADA GARCIA

Entre México y China existen diferencias millonarias en las cifras de importaciones y exportaciones como resultado de la triangulación de productos y el contrabando, aseguró el director para Asia y Oceanía del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Carlos Rojas. Precisó que entre los grandes retos a enfrentar con ese país figuran el respeto a la propiedad intelectual, en la que no se pueden esperar grandes avances a corto plazo.

En este sentido, sugirió que México y China firmen un acuerdo económico limitado que permita tener control sobre las importaciones y exportaciones de ambos países, y de esa manera reducir los daños económicos ocasionados a sectores sensibles, especialmente en México.

Rojas Magnon señaló que a lo largo de los trabajos y negociaciones realizadas entre el Comce, empresarios y el gobierno chino, se han establecido mecanismos de cooperación para reducir la entrada ilegal de productos asiáticos.

Precisó que de acuerdo con estimaciones del Comce, la mayoría de los artículos provenientes de China entran a México de manera legal; sin embargo, es innegable que existe la triangulación de artículos que entran a México a través de otros países, y que algunos empresarios abusan de los programas de importación de insumos para maquilas, que en realidad venden dentro del país.

Ese manejo irregular de las mercancías, dijo, ha provocado una millonaria diferencia en las cifras de importaciones y exportaciones que están disponbles para el gobierno de China y el de México, por lo que hay una diferencia de mil a 3 mil millones de dólares en el superávit chino, dependiendo de los resultados estimados por cada gobierno.

Sólo durante 2004 las exportaciones de productos mexicanos a China se estimaron en 446 millones de dólares, mientras las importaciones de productos chinos a territorio nacional fueron cercanas a los 12 mil 992 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Banco de México.

El empresario aseguró que el gobierno chino tiene una amplia disposición a cooperar en cualquier punto que represente un conflicto en el comercio con México, en especial porque les costó mucho trabajo ser aceptados en la Organización Mundial de Comercio y no están dispuestos a ser expulsados.

De ahí que la aduana china investigue cualquier petición de su contraparte mexicana, en lo que respecta a empresas, cargamentos o productos, actividad que se reforzaría si existiera un acuerdo económico limitado con aquel país, el cual permitiría tener control sobre el comercio bilateral.

Rojas Magnon admitió que uno de los problemas más complejos a enfrentar con ese país asiático es el respeto a la propiedad intelectual, ya que a pesar de que el gobierno ha empezado ''a apretar'' no se pueden esperar muchos avances a corto plazo.

''Uno de los casos más recientes es el de Toyota, que llevó a una empresa china a los tribunales porque puso a la venta un auto con el logotipo de Toyota. El fallo favoreció a la empresa china, con el argumento de que la calidad y el precio del vehículo no eran del nivel de Toyota, de tal forma que no se podía engañar a los compradores. Pero si ese auto sale de China y se vende en Vietnam nadie va a explicar que el auto no lo hizo Toyota aunque lleve su logo, y eso va en perjuicio de la empresa'', explicó.

Carlos Rojas consideró que México ya ha establecido lazos comerciales con los dos países más importantes del continente asiático: China y Japón. Al tiempo, estimó que no sería conveniente iniciar tratados con otros como Corea, pues la experiencia con ese país no ha sido muy satisfactoria. Empresarios coreanos ganaron la licitación para reconfigurar la refinería de Cadereyta, pero ''incumplieron el contrato, trajeron de Corea hasta la soldadura y nos dejaron a sus trabajadores en territorio mexicano de manera ilegal''.