Aumentan las acciones de propaganda en defensa del jefe de Gobierno capitalino

Domina ya la vida política del DF la inminencia del dictamen de desafuero

Se multiplican llamados a la desobediencia civil en diversos puntos de la metrópoli

JAIME AVILES '

Faltan sólo cuatro días para que la sección instructora de la Cámara de Diputados comience a elaborar su dictamen sobre el desafuero de Andrés Manuel López Obrador y la temperatura política del Distrito Federal se incrementa. Durante el fin de semana, diversos grupos ciudadanos realizaron actos de propaganda en favor de la desobediencia civil pacífica y encontraron respuestas sorprendentes.

La noche del viernes, en una acción de "vagoneo" en la línea 4 del Metro capitalino, activistas de Iniciativa Flor y Canto y Grupo Ciudadano Proyecto Esperanza protagonizaron la siguiente escena. Con apoyo del conductor del convoy, que aceptó volantes y carteles y prometió distribuirlos, iban los partidarios de López Obrador aconsejando a los viajeros que expresaran su descontento fijando mantas o cartulinas en las fachadas de sus casas para manifestar su inconformidad ante la posible destitución del jefe de Gobierno.

Una señora preguntó:

-¿No sería mejor que ya vayamos juntando palos en nuestras casas?

Un hombre mayor, aprovechando el clima de asamblea relámpago que había en el vagón, lanzó un terrible chascarrillo:

-¡Lo que tenemos que hacer es quemar a los senadores, empezando por Diego!

Y algunas personas replicaron:

-¡Bravo!

En contraste con la aceptación casi general de los viajeros, otro hombre mayor, alentado por el alcohol que había ingerido quizá en exceso, blandió el puño y gritó a los activistas:

-¡Bola de vagos, pónganse a trabajar!

El sábado por la tarde, en el intermedio del partido futbolístico del Cruz Azul contra el Atlante, en el estadio de la Ciudad de los Deportes, allá en Mixcoac, numerosos aficionados desplegaron una manta con tres palabras: "No al desafuero". Obtuvieron dos reacciones inmediatas: un nutrido aplauso y la intervención de los granaderos, que los obligaron a guardarla.

Ayer domingo, con motivo del Día Internacional del Tambor, que fue celebrado por los adeptos a los ritmos afroantillanos con un desfile de carros alegóricos sobre el Paseo de la Reforma, otros dos grupos ciudadanos, la Red Nacional de Jóvenes con AMLO y el Plan de los 3 Puntos, cubrieron con mantas la base del monumento a Cuauhtémoc, en el cruce de Reforma e Insurgentes, así como alrededor de la fuente de la Diana Cazadora, y mostraron pancartas a los alegres contingentes que pasaban ante ellos.

En la mayoría de los casos, quienes bailaban protagonizando una pálida evocación del carnaval de Río de Janeiro saludaban a los pacifistas levantando el pulgar o la "v" de la victoria, o lanzaban vivas a López Obrador. Si bien eran muy pocos los carros alegóricos, entre los cuales destacaba por su ingenuidad una camioneta con una pequeña selva llena de leopardos de peluche en torno de una niña ataviada de amazona, los grupos de danzantes eran alegres y nutridos.

Pero esto ocurría sobre los carriles que van a la avenida Juárez, por donde la fiesta continuó hasta llegar al Zócalo. En cambio, sobre los carriles que van a Chapultepec había poco tránsito y algunos automovilistas tocaban el claxon en señal de apoyo a López Obrador y a las consignas de las mantas pacifistas. De pronto, debido a un corte de tránsito efectuado por la policía, se detuvo un autobús repleto de panistas y decorado con fotografías de Felipe Calderón. Y de inmediato se inició un tupido intercambio de "saludos" a Diego Fernández de Cevallos y a René Bejarano.

En ese instante, un taxista de sitio que estaba estacionado momentaneamente frente al autobús se encaró con los pejelagartistas. "Yo no sé por qué no meten de una vez a la cárcel a ese rata", dijo de muy mal humor. "¿A quién?", preguntó el reportero. "A Obrador, señor, a Obrador, ¿o no sabe usted que él es el líder de los taxis piratas? A mí me consta porque lo dijo en el radio Gutiérrez Vivó", acabó de alegar mientras arrancaba enseñando el puño a guisa de mentada de madre por la ventanilla.

Una vez que el desfile terminó de pasar, esta crónica se trasladó a la Diana Cazadora y comprobó que, de cada diez automovilistas que reaccionaban ante las mantas colocadas por la Red Nacional de Jóvenes con AMLO, nueve eran a favor del Peje de Gobierno y una en contra, pero éstas, a cargo de personas que exhibían el pulgar hacia abajo o movían la cabeza de izquierda a derecha frunciendo el ceño con un gesto exasperado, parecían contaminadas de odio.

Mientras tanto, en el kiosco del zócalo de Coyoacán otras pancartas trataban de llamar la atención de los transeúntes cuando, al filo de las dos de la tarde, pasó una caravana de seis vehículos tocando rítmicamente las bocinas para mayor contento de las personas que desde el interior de los carros coreaban: "¡No al desafuero, no al desafuero!"

Así, a cuatro días de que la sección instructora de la Cámara de Diputados entre en cuenta regresiva para tomar su histórica decisión, la temperatura política de las calles capitalinas parece explicar por qué, en fecha reciente, los reporteros y fotógrafos de una agencia europea de noticias radicados en esta ciudad recibieron una dotación de flamantes máscaras antigases para lo que se pueda ofrecer, medida que tomaron tras considerar que, según los propios cálculos de la Presidencia de la República, tras el desafuero de López Obrador "habrá dos meses de jaloneo y luego todo se calmará, pero el país se salvará del populismo".