Con gran actuación de Oscar Conejo Pérez, La Máquina venció 1-0 al Morelia

Cruz Azul impuso récord en torneos cortos; 5 triunfos al hilo

El gol del Chelito Delgado definió un partido nivelado

Hubo espéctaculo, según Tuca Ferreti

Al medio tiempo desplegaron una manta con la leyenda "No al desafuero de AMLO"

CARLOS HERNANDEZ

Si el pasado miércoles Oscar Conejo Pérez fue el culpable del gol que recibió la selección nacional ante Costa Rica, ayer sobresalió con sensacionales atajadas y fue el baluarte principal para que Cruz Azul siguiera con su marcha perfecta e implantará un nuevo récord en torneos cortos.

Al medio tiempo algunos aficionados desplegaron una manta con la leyenda "No al desafuero de AMLO", que casi de inmediato fue retirada por los granaderos.

No hubo mucho espectáculo -aunque el Tuca Ferreti aseguró que sí-, pero los Cementeros se convirtieron en el primer equipo en ganar los primeros cinco partidos en inicio de torneo, al imponerse 1-0 al Morelia, que por su parte sufrió su primera derrota.

Los Cementeros están de buenas en este Clausura 2005. El gol de César Chelito Delgado definió un partido muy nivelado, de mucha marca en media cancha y escasas llegadas, pero que los aficionados celestes festejaron en grande, al realizar el tercer lleno consecutivo en el estadio Azul.

"La única diferencia con respecto al torneo anterior es que ahora tenemos una dosis de fortuna, todo lo que hacemos nos resulta", expresó el Conejo Pérez. "Ahora los resultados sí se nos están dando y eso nos da confianza. Antes, con las derrotas, dudábamos de nosotros mismos", agregó el portero y aseguró que Rubén Omar Romano no tiene la varita mágica para cambiar todo de la noche a la mañana y rechazó que la salida de algunos elementos, como Marcelo Delgado y Cesáreo Victorino, haya beneficiado al conjunto.

Se esperaba un gran duelo ofensivo entre el líder general y el sublíder. No fue así, pues Monarcas se replegó en su área y cerró espacios al Chelito Delgado y al Kikín Fonseca, sobre todo debido a la gran marca realizada por el zaguero argentino Cristian Nasuti.

La única falla de los visitantes fue en las jugadas a balón parado, pues los celestes ganaron todo. Al 35 tuvieron la jugada de mayor peligro, en un cabezazo de Aarón Galindo que el portero Moisés Muñoz desvió de un manotazo y el esférico pegó en el travesaño.

El Conejo mostró su calidad en los últimos minutos del primer tiempo. Al 37, desvió a una mano un tiro potente de Omar Trujillo y al 39 hasta en tres ocasiones salvó su portería, primero en dos disparos a quemarropa por parte de Luis Gabriel Rey y luego en el contrarremate de Damián Alvarez.

Los gritos de "¡portero-portero!" surgieron de inmediato, como merecido reconocimiento para el Conejo, quien el torneo pasado fue señalado de principal culpable de la crisis celeste.

Para el complemento ingresaron Gabriel Pereyra y John Restrepo, quienes le dieron profundidad al equipo local, que además se benefició con un gol tempranero.

Apenas al 49, en jugada de tiro libre, Francisco Fonseca remató, pero Moisés Muñoz desvió y el esférico pegó en el travesaño. De atrás llegó el Chelito Delgado, quien sólo empujó el balón cerca de la línea de gol.

Hasta entonces los Monarcas decidieron adelantar línea, pero otra vez surgió la figura del Conejo, quien desvió a una mano un peligroso tiro libre cobrado por el colombiano Rey.

José Alberto Hernández pudo ampliar la ventaja, al ingresar sin marca por el centro, pero decidió rematar con un tiro bombeado que Muñoz detuvo sin problemas.

Morelia intentó ir al frente, pero no tuvo recursos ofensivos y equivocó hasta los pases más sencillos, además que el talentoso Fernando Arce tuvo una mala tarde. En cambio la defensa celeste lució segura, sobre todo el argentino Federico Lussenhoff, a quien el torneo pasado se le enredaban las piernas.

Al 77 fue relevado el Kikín Fonseca, por el hondureño Carlos Pavón, y aunque tuvo una mala tarde, fue despedido con aplausos y de pie.

Al final, los cánticos inundaron el estadio, en un inicio de torneo que ni los más apasionados fanáticos cementeros habían imaginado.

Correcto arbitraje de Gilberto Alcalá.

Sereno, a pesar de la derrota, Ricardo Ferreti aseguró que los equipos realizaron "un buen espectáculo... y es la primera vez que pongo esa palabra, porque no me gusta".

Dijo sentirse satisfecho y orgulloso por el rendimiento de su equipo y consideró que el empate hubiera sido lo más justo, "pero esto es de goles y el que lo encontró se llevó el triunfo".