Externa preocupación por la falta de una política de tarifas que compense costos

Descarta Standard and Poor's cambios para fortalecer a la CFE en este sexenio

Incertidumbre por el fallo de la Corte sobre figuras de autoabastecimiento y cogeneración

ISRAEL RODRIGUEZ

La firma financiera internacional Standard and Poor's descartó que en este sexenio se establezcan grandes cambios en la autonomía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que pudiera provocar una reducción de los vínculos con el gobierno federal.

La calificadora de valores más importante externó su preocupación respecto de la incertidumbre generada por el pronunciamiento de la Suprema Corte y, como consecuencia, los cambios necesarios al marco regulatorio, la falta de una política de establecimiento de tarifas que compense totalmente a la CFE de todos los aumentos en los costos y los retos que implican la expansión de plantas y la transmisión requerida para enfrentar el crecimiento esperado de la demanda en los próximos años.

El 25 de abril de 2002 el tribunal pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictó la resolución correspondiente a la controversia constitucional 22/2001, promovida por el Congreso de la Unión por la invasión de competencia por el Ejecutivo federal, con la expedición del decreto mediante el cual se reforman y adicionan diversas disposiciones del Reglamento de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, en cuyo fallo recomienda examinar la naturaleza jurídica de las figuras de autoabastecimiento y cogeneración de energía eléctrica.

Esta situación ha provocado que diversas empresa trasnacionales exijan que se realicen las modificaciones constitucionales para otorgarles seguridad jurídica.

Por otro lado, advirtió que la creciente dependencia de los acuerdos de compra de energía dejará menos flujo de efectivo para el servicio de su deuda, la cual asciende a 259 mil 228 millones de pesos.

Explicó que las tarifas generales por consumo de electricidad aumentan de acuerdo con la inflación, pero los incrementos a la gasolina y los gastos por compra de energía sólo se transfieren a los grandes usuarios, mientras que los subsidios del gobierno no generan flujo de efectivo. Asimismo, la CFE tiene un considerable pasivo laboral, el cual llegó a septiembre de 2004 a 148 mil 417 millones de pesos, de acuerdo con las más recientes cifras disponibles. "La reserva si bien está constituida, no está fondeada".

Pese a estas inquietudes que han contribuido al deterioro de la calidad crediticia de la CFE, Standard and Poor's considera que el apoyo implícito del gobierno federal es suficiente para garantizar el pago de las obligaciones financieras de la empresa.

En los años recientes, las necesidades de una mayor capacidad han provocado que se licite a empresas privadas, mediante proyectos de construcción, arrendamiento y transferencia, o de proyectos de energía independientes, los cuales cuentan con contratos de venta de energía de largo plazo a la CFE.

Sin embargo, la entrada en operación de nuevas plantas ha ayudado a abastecer la creciente demanda, pero los márgenes de reservas continúan bajos. "La operación comercial de nuevas plantas impondrá una mayor demanda de efectivo para la CFE en relación con las necesidades de años previos; sin embargo, el programa de reducción de subsidios que se inició este año ha mitigado parcialmente esta presión".