El gobierno federal administra el conflicto, asegura
Grupos paramilitares impiden el diálogo en Chiapas: Coreco
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Denominados grupos de autodefensa, los paramilitares siembran la violencia en varias regiones de Chiapas. La imagen corresponde a 2000, en Yajal�OTO La Jornada
La Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación (Coreco) -que encabeza el ex vicario general de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Felipe Toussaint- consideró que mientras el gobierno no desarticule a grupos paramilitares y se restablezca la justicia en las regiones golpeadas por estas bandas, no habrá seguridad de un retorno al diálogo que ponga fin al conflicto generalizado en Chiapas.
Por medio de un comunicado, la institución reiteró -tomando como parámetro el más reciente informe del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas- que en la entidad se vive una "aceleración y multiplicación de problemáticas, mientras los grupos en el poder sólo buscan soluciones a corto plazo; sólo administran el conflicto, sin pretender resolverlo".
Señaló que el documento de la citada agrupación La política genocida en el conflicto armado de Chiapas es un testimonio de la situación de violencia, desplazamiento, asesinato y desaparición forzada que no han resuelto quienes estuvieron al frente de la entidad en los pasados 11 años.
"Los grupos paramilitares mantienen amenazada a la población. Las autoridades tienen noticia de su existencia y no los desarman ni desarticulan, sino que por el contrario los toleran. El secretario de Gobernación, Santiago Creel, quiere remitir la investigación a la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, deslindándose así de su responsabilidad y relegando, una vez más, el conflicto de Chiapas al pasado. Esta actitud no ofrece ninguna posibilidad para la construcción de la paz", apuntó.
Además, insistió, "las fuerzas armadas mexicanas continúan trabajando con el objetivo de destruir al Ejército Zapatista de Liberación Nacional e impedir la construcción de una paz dialogada. Su estrategia, llamada en esta ocasión Plan de Campaña Chiapas 94, incluye la formación de grupos paramilitares a los que catalogan como fuerzas de autodefensa."
Para Coreco, aún son vigentes las causas y efectos que dieron origen al levantamiento armado en 1994. Por tanto, subrayó, "un conflicto en el cual las partes no dialogan para alcanzar acuerdos, no tiene posibilidad de solución: sólo se administra, se contiene, se tapa y se maquilla. Pero sigue vigente."