Dejó sin respuesta pregunta sobre el "éxito" de su gobierno ante la economía informal
Aconseja Fox a Marruecos "tener fe en la propia producción", como México
Ampliar la imagen Vicente Fox y el rey Mohammed VI al intercambiar condecoraciones el viernes pasado en el palacio real de Marrakech FOTO AFP
Marrakech, Marruecos, 12 de febrero. Fue hasta este país norafricano donde el presidente Vicente Fox finalmente aclaró su expresión reciente de que los salarios del trabajador mexicano son "bajos pero competitivos". Al presentar la experiencia nacional en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte explicó que la vocación y ventajas competitivas de México están precisamente en aquellos sectores intensivos en mano de obra y con menos capital y tecnología. "Ahí estaría la ventaja."
No ocurre lo mismo cuando se trata de "producciones masivas, basadas en tecnología o en inversión de capital, donde las ventajas son para Estados Unidos", expuso ante inversionistas marroquíes y mexicanos.
Derivado de lo anterior, Fox se permitió recomendar a Marruecos, que recientemente firmó un acuerdo comercial con Estados Unidos, seguir el ejemplo mexicano, y "tener confianza en la propia producción" mediante mercaderías de calidad y con estándares de "absoluta sanidad".
Entonces, destacó, las ventajas económicas y de costo van a seguir seguramente en favor de Marruecos en la mayoría de los casos, "pues todavía hay mucha mano de obra involucrada en estos temas".
Para tratar de reforzar esa exposición sobre la "vocación productiva", el secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, expuso ante empresarios marroquíes y mexicanos que si bien la balanza en productos agropecuarios entre México y Estados Unidos está "prácticamente equilibrada" con la aportación nacional a hortalizas, frutas y algunos cárnicos, la "historia de déficit" en esa relación comercial se ubica en granos, oleaginosas y productos lácteos.
Esa situación proviene, sin duda -explicó el funcionario-, de la "eficiencia productiva" de Estados Unidos y Canadá, además del elevado otorgamiento de subsidios, tema a debate en la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde "hemos obtenido el compromiso de Europa y Estados Unidos" de eliminarlos.
Tanto en Marruecos como en Argelia, la reseña de los voceros de Los Pinos a las diversas reuniones privadas del mandatario ha sido la exaltación al modelo de desarrollo mexicano. Lo mismo en sus conversaciones con el rey Mohammed VI, que con legisladores marroquíes y por la tarde con Abdelaziz Buteflika, en Argel, el acento en el mensaje ha estado en "lo bien que desde aquí se ve a México".
Pero esta mañana, en el encuentro con empresarios, última actividad de su agenda marroquí -que a diferencia de la reunión con los embajadores de los países árabes o con los intelectuales, la tarde del viernes, sí se abrió a la prensa-, Asan Alami, que maneja pequeñas y medianas inversiones, solicitó al mandatario que le reseñara la "exitosa" experiencia mexicana sobre la economía informal y que, de ser posible, les diera "recetas" para atenuar aquí el impacto de ese fenómeno.
Y Fox, quien tiene divididos a los mexicanos que reciben ingresos, entre "asalariados y emprendedores", sólo pudo responder que se trata de un reto en el que su gobierno está "tratando de hacer un trabajo".
Entonces, en una de sus respuestas más lacónicas de la gira, cerró: "No creo que tengamos mucho qué mostrar por el momento en ese tema... no sé si hay algún comentario más".
Lo paradójico de esta historia es que México, el país con mayor número de acuerdos comerciales en el mundo y que se muestra como adalid del libre intercambio y al que incluso Argel le pidió hoy apoyo para ingresar a la OMC, tiene una balanza comercial con Argelia de 84.6 millones de dólares, de los cuales 11.2 millones corresponden a ventas mexicanas.
Pero el ejemplo más dramático está con la propia Marruecos. El volumen de comercio bilateral es de 116 millones de dólares, de los que 114.5 corresponden a ventas marroquíes y este país apenas importó el año pasado 1.5 millones de dólares en productos mexicanos.